10 de febrero de 2012

EL MISTERIO DE LA SALAMANQUESA

A la derecha de estas líneas asoma una salamanquesa.

Yo siempre la he llamado así, pero me consta que en otros lugares se la conoce como geco o gueco, y en las Canarias es un perenquén. A saber cuántos otros nombres tendrá por el mundo...

En cualquier caso todos la habréis reconocido al verla, ¿no es así?

Yo diría que es la prima fea de la lagartija, pues no tiene el estilo ni la figura ni el cutis ni el maquillaje de ésta, pero, eso sí, tiene la gran ventaja de saber caminar airosa por paredes y techos.

La solemos ver en verano, al anochecer, sobre todo en casas de campo, buscando la luz artificial de las lámparas, donde sabe que acudirán esos pequeños insectos que le servirán de cena. ¡Y cómo se relame después de engullirlos!

A mi me caen bien las salamanquesas, tan discretas y sigilosas, con ese superpoder de Spiderman del que hacen gala, si bien no me he atrevido nunca a tocar una porque siempre me ha dado la impresión de que, de hacerlo, se me caería el dedo al suelo. Podrido.

Pero no vengo hoy a emular los Documentales de la 2 sino a contar que yo tuve una historia con una salamanquesa.

(Voy a repetirlo de otra forma porque ha debido sonar a que tuve un romance con una de Salamanca)

Yo tengo una anécdota curiosa con un reptil de estos. (Ahora sí)

Y la tengo muy nítida en la memoria por lo mucho que me impresionó.

Debía yo tener 11 o 12 años y al salir del colegio disfrutaba con mi hermano refugiándonos en nuestro escondite secreto. De secreto tenía bien poco, pues lo conocía toda la familia y amigos, pero en esas edades uno se siente muy importante disponiendo de un espacio privado particular al que llamas "escondite secreto".

Estaba en el trastero del campo, en el lugar donde posteriormente vivirían Wiskoche y Saberón, y nos vino dado por la casual disposición de los muebles y trastos allí almacenados, donde una mesa fue a ocupar una esquina y un mueble grande la tapaba por delante. Unos tablones colgados en la pared nos servían de asiento cuando nos encaramábamos a aquella mesa. Al saber nuestra madre la ilusión que nos hacía el lugar conquistado, cooperó colocando una cortina en la entrada al mismo. Y así, cuando todos los huecos del mueble fueron ocupados con nuestras cosas, (aquellos pequeños tesoros de entonces) ya no había lugar mejor en el mundo.

Recuerdo que una caja de madera que había contenido fichas de ajedrez nos servía para guardar nuestros dibujos, que Tomás y yo llamábamos "los planos". Por allí estaba nuestra colección de minerales y todos los álbumes de cromos y, adornando la pared a nuestra espalda, uno muy chulo a modo de poster, con escenas de El Corsario Negro que íbamos completando con los cromos redondos que venían en los botes de Nocilla.

¡Cómo lo recuerdo! ¿a dónde iría a parar? Es uno de los pocos que se perdió y que he vuelto a ver gracias a internet. Muy revalorizado, por cierto

http://www.todocoleccion.net/poster-album-corsario-negro-nocilla-anos-70~x24918488

Otra de las cosas que allí teníamos era un juego de química, con sus tubos de ensayo y unos botes con sustancias arenosas muy coloridas a las que no sabíamos dar utilidad pero que aportaban mucha categoría al lugar.

Pues bien, en una ocasión en que me dirigía al escondite, me encontré por las paredes exteriores del trastero una salamanquesa bien hermosa. En ese inesperado cara a cara, me miró como pensando: "Si tú sigues a lo tuyo, yo sigo a lo mio y aquí no ha pasado nada".

Y así lo hice, pasé de largo sin más, peeero...

Ahora viene una confesión muy gorda que jamás he dicho hasta ahora pero que hoy no tengo más remedio que hacerla saber si pretendo contar esta historia.

Allá va:

Yo maté a aquella salamanquesa.

Un momento, que no me juzgue nadie a la ligera. Mi intención no era matarla, yo sólo quería... no sé... experimentar. Aprovechar su cuerpo para la Ciencia. Su cuerpo vivo, ¡sin matarla!

Ocurrió que, una vez en mi escondite, miré aquellos botes de bonitos polvos con extraños nombres y me poseyó un espíritu científico inmediato.

Volví raudo al exterior con un bote de cristal y, sin tocarla (para que no se me pudriera la mano) la cacé. Creo que no es nada fáil hacerlo, pero tuve esa suerte.

No me preguntéis cómo es que con aquella edad tenía una jeringuilla a mi alcance. No lo sé, pero la tenía.

Y así, sin pensarlo mucho, sin tomar notas siquiera, mezclé con agua alguno de aquellos productos y me dispuse a dar rienda suelta a mi vena sádica investigadora.

La tapadera del bote abierta, la salamanquesa quieta al fondo, con aquella piel de cráteres palpitando al respirar y yo, seguramente con la misma expresión del Doctor Frankestein, jeringuilla en mano, dispuesto a la acción.

(Un inciso: los muy impresionables que se salten ahora un par de líneas y sigan leyendo más abajo)

Pinché la piel del reptil que se agitó nerviosa resbalando sobre el cristal y fui inoculando poco a poco ese líquido que me permitiría comprobar qué le ocurre a una salamanquesa cuando se le inyecta algo de nombre impronunciable.

Bien, mi memoria no da como para recordar si murió enseguida o tras los X días que estuvo en aquel bote. Solo puedo decir que un día fui a comprobar si había cambiado de color o si le habían salido dos patas más, y la encontré... cómo decirlo... caput, tiesa, difunta, asesinada, fiambre.

Sé que es cruel, de hecho me entró remordimiento (es duro nacer diablo, y si no empezáis a asimilar que lo soy... vais a sufrir mucho también) y en un impulso tardío por enmendar el siniestro la saqué del bote y la puse al sol, esperando que el calorcito la reanimara y echara a correr (cosas más raras había visto con aquello de las avispas)

Pero no, así quedó la pobre, como una pequeña estatua gris.

Lo menos que pude hacer por ella fue que formara parte de todas aquellas reliquias del escondite y allí la llevé. Colocada sobre nuestro espacio de trabajo quedaba realmente bien. Venía a ser el recuerdo de un fracaso pero un recuerdo atractivo al fin y al cabo.

Pues bien, si he dicho al principio que la historia era curiosa y que me impresionó mucho será por algo, ¿no?

Y es que, habiendo pruebas más que suficientes para dar por muerta a la salamanquesa aquella, como que ya no se movía, por ejemplo, o que al segundo o tercer día tuviera un sospechoso tono amoratado, a la cuarta o quinta tarde en que subía tan tranquilo a mi escondite, el que puso ojos saltones de reptil fui yo porque...

¡¡¡¡ La salamanquesa estaba viva!!!!!

Movía la cabeza a derecha e izquierda como decidiendo hacia qué lugar debía escapar, su cuerpo volvía a respirar con un movimiento trepidante, preparado para salir pitando de allí. Hasta la cola se agitaba nerviosa.

Yo no salía de mi asombro e hice movimientos bruscos delante de ella para que se marchara de una vez.

Y sin embargo no se movió.

Y ahora se me acaba de ocurrir que voy a dejar aquí el relato, en suspenso (y en suspense), para darle el punto final dentro de un par de días, porque me gustaría ver si alguno de vosotros es capaz de dar una explicación al hecho.

Quién me dice por qué resucitó aquella salamanquesa después de tantos días. Cómo fue posible algo así, con lo quieta que había estado.

Habilito la moderación de comentarios para que no se sepa hasta el final quién ha acertado ( porque seguro que alguien va a acertar, ¿no?)

Hasta pronto a todos, amigos investigadores.

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12/2/12

Pues vaya, nadie ha sabido darme una explicación lógica al hecho. O nadie me ha dado la que realmente ocurrió. Ahora es cuando mi cuidada imagen caerá al suelo, o al subsuelo, ¡o al sótano de los infiernos! y quedaré muy mal parado (Esto me pasa por contar las cosas sin filtros ni censuras)

La salamanquesa parecía viva, pero no es oro todo lo que reluce. Os faltó aplicar la lógica.

Su cabeza se movía, su cuerpo y hasta la cola cimbreaban, pero no todo lo que interpreta la mente por lo que la vista le muestra es siempre la realidad.

Cuando quise espantarla (estaba fuera del tarro de cristal luciendo como un trofeo) no salió huyendo.

¿Cómo iba a hacerlo si desde hacía días estaba muerta?

Cuando finalmente la empujé con algún objeto para que se moviera, su piel se quebró enseguida y del interior surgió una avalancha de gusanos que la estaban devorando por dentro.

¡Eran los gusanos los que dándose un agitado festín en todo su interior la hacían moverse!

Siendo una criatura tan inofensiva, tan beneficiosa, tan simpática y hasta tan digna de admiración... qué lástima que se tuviera que cruzar con un diablo.

39 comentarios:

Lillu dijo...

Obviamente estaba drogada!! En coma etílico o similar, y despertó del coma :P

Anda que ya te vale experimentar así con los animales, gratuitamente y sin fines científicos... mal, muy mal.

saluditos!

PD: No se lo contaré a mi niño Laggy para que no se indigne ni te denuncie a la protectora de lagartos XDDD

Misaoshi dijo...

Los reptiles cuando no tienen qué comer se quedan quietos para no gastar energías inúltilmente.

Eso vi en un documental de cocodrilos y que las serpientes hacían lo mismo, y aguantan semanas así.

¿Y se despertó porque escuchó una mosca cerca e intentó cazarla estúpidamente porque estaba encerrada y la pillaste justo en ese momento?

Anónimo dijo...

No tengo ni idea, pero creo que algunos reptiles como mecanismo de defensa ante algún peligro, se quedan inmóviles y tan quietas que parecen muertas y lo de cambiar de color sería un mecanismo de camuflaje como el del camaleón. No tengo ni idea y aunque supiera el contenido de lo que le inyectaste , tampoco sabría decir que es lo que le pasó, lo cierto y seguro es que tenía miedo de tener delante al diablo y eso debió olerlo.
Bueno ya me has hecho picar y hacer la risa.
Un abrazo. Remolina.

al dijo...

Algún miembro d la familia, conocedor de vuestro rincón secreto, y de tu asesinato/investigación quiso dejarte de piel de gueco y la movía con hilos!

Txema Rico dijo...

Jo macho, yo que te iba a llamar para que extermines las numerosas salamanquesas que aparecen cada verano en el interior de mi barbacoa "La Casica" y que me de pavor de verlas por las paredes....
Así que mejor lo dejamos no sea cosa que me las resucites...o me las revitalices. Por cierto si algún lector de este blog sabe como ahyuentarlas o exterminarlas se lo agradecería infinito.

isaormaza dijo...

No quiero yo quitarte la ilusión de un descubrimiento tal, que quita la vida y luego la devuelve pero... ¿te acuerdas de Julieta? Eso si: Romeo se lo tomó mucho peor que tu y la lió parda jajajaja

juanjo dijo...

En primer lugar decirte que eres un dexter de las salamanquesas
En cuanto a la respuesta....¿Estaba hibernando o algo asi?
Un abrazo

Amig@mi@ dijo...

¿Y tengo que esperar dos días para saber el final?
Lo mismo que la salamanquesa para revivir. Jaja
Eres malo, diablo
Ni idea de lo que la inyectaste. Quizás eter.
Jaja, un abrazo, aunque con prevención.

JuanRa Diablo dijo...

Señoras y señores investigadores:
¡No se dejen engañar!
¿Acaso resucitan los muertos?
Sí, los zombies, pero eso en el cine... ¿o no?

¿Por qué se movía la salamanquesa?

peibol dijo...

Pero có...có...¿cómo has podido? ¡Monstruo! Yo soy de los que se han saltado varios párrafos. :( Los perenquenes (o Prácan) son los seres más bellos y nobles de la Tierra, una creación sublime y adorable de la naturaleza. ¿La prima fea de las lagartijas? ¡Juas! Ya quisieran ser las lagartijas ser la mitad de adorables.

Sueño con tener mi propio perenquén casero en el futuro, que se coma los mosquitos, y me haga sonreir al verlo cada mañana pegado a la pared.

Ana Bohemia dijo...

Menudo experimento mas sádico... yo nunca hice esas cosas de pequeña, ya se ve que quien nace diablo, diablo se queda, jaja.
¿Una salamanquesa zombie? ¿que otra explicación puede haber?, ¿que estaba en coma?...
Que intriga, jeje.
:D

Anónimo dijo...

Porque no estaba muerta, estaba de parranda broder.
Ah, en mi pueblo se les llama "encueretes"

Pterosauria Furiosa dijo...

¿Así que atentando contra una de mi especie?
Ya ves que somos indestructibles. Pero, tío, el día en que los reptiles dominen el mundo, tú... lo vas a tener muy crudo.

hitlodeo dijo...

Con lo que le gustan las salamanquesas a mi madre. Que las ve y 10 segundos más tarde está en otra ciudad.

La respuesta a tu pregunta es evidente querido JuanRa. Le inyectaste Valium, y se pegó una siesta del 15.

PD: ya está arreglado el vídeo. Más o menos.

Ángeles dijo...

Pues porque lo que le habías inyectado no era malo, sino que la pobre, del susto, se había quedado petrificada. Y luego, viendo que no le hacías más perrerías se fue tranquilizando y pensó, "Sally, vete de aquí pitando antes de que vuelva el científico loco".
O eso, o que le habías inyectado, sin saberlo, un potente somnífero y la pobre Sally se había quedado fritita.

¿Hay premio para el que acierte?

Aparte de esto, la lagartija Spiderman es una pasada, ¿eh?

XEIA2410 dijo...

Pues o la embalsamaste temporalmente con "el mejunje", o éste le produjo un estado de catalepsia (léase a Alan Poe)...o le faltaba el calor del solecito, si la dejaste en un sitio sin luz. Es que pones unas cosas!!! Entre los acertijos palabriles y los salamanquiles...es que no acierto nunca, leñes!!!!
Por cierto, el palabro es KIEUMPAR (eso, con un par!!!!!)

Ruben dijo...

Madre mía, no tengo ni idea de qué le sucedió, pero es que venía de otro blog de un chico de Salamanca donde ponía varias fotos de salamanquesas (ahora que lo escribo me pregunto si lo de salamanquesas tendrá que ver algo con Salamanca) y que eran inofensivas que no había que hacerlas daño, un amante de los animales (yo también), y me imaginao la cara de horror que pondría con tu historia, aunque "inexplicablemente" el bicho acabase vivito y coleando.

JuanRa Diablo dijo...

Lillu: ¡A Laggy ni una palabra! :S

Misaoshi: Ni mosca ni moscardón. Y encerrada no estaba. (Esto no debí dejarlo claro)

Remolina: Muy convincente tu teoría, pero habiendo diablo de por medio… ¿qué esperabas?

Al: Jajaja. Mi hermano Fran sería muy capaz de algo así, pero entonces era demasiado pequeño.

Txema: ¿Exterminarlas? No, hombre, jamás. Si te dan repelús ignóralas. Hacen un gran papel.

Isaormaza: Yo no moriré por ella cual Romeo, pero le he dedicado una entrada. Algo es algo, ¿no?

Juanjo: Más que Dexter fui un desaxter :p

Amig@mi@: Tú lo has dicho: malo, malo. De los de mejor prevenir.

Peibol: Prometo no volver a mancillar tu emblema. Y a tu futura mascota, mejor no le cuentes esta historia. 

Ana: De alguna manera un poco zombie sí parecía. No sé cómo no tuve pesadillas.

Anónima de Sax: “ La encueretes de parranda”. Tengo que componer una canción con ese título xD

Pterosauria Furiosa: Uff, yoo… estoo… habla con mis abogados. ¡Y no te pongas tan verde o te saldrán escamas! :S

Hitlodeo: ¿Tu madre no aparece en el Guiness de los records de velocidad? xDDD
PD: Ahora sí lo veo ;)

Ángeles: ¿Sally? ¿De apellido Mankess? ¡No me digas que fui a matar a una salamanquesa aristocrática! Oh, cruel destino. Nunca más la ciencia en mis manos; nunca.

XEIA2410: Un día de estos verás que te encuentras un mejunje digerible y acertarás. Tú no desistas.

Rubén: Puff, con lo importantes que son las primeras impresiones y de buenas a primeras te topas con un salamanquesicida. Dame otra oportunidad, ¿vale?

Mae Wom dijo...

Me ha encantado la foto final. No se puede decir que el Diablo no tiene espíritu crítico...
R.I.P. por la salamanquesa.
Recuérdame que nunca nos conozcamos, de producirse, en ningún lugar donde haya jeringuillas disponibles. ;)

Sese dijo...

Vaya!!! llego tarde, pero sin duda lo que le sucedió es que descubriste un mágico brevaje que te hará pasar a la postreridaad de los investigadores más investigosos de la humanidad y descubriste la pócima de ya volverá a la vida más tarde cuanto me apetezca (debe ser lamisma pócima deWAlt Disney, ni congelamientows ni leches!!!).

Y por aquí a las salmanquesas las llamamos, bueno las llaman dracs, dragones traducido. Claro que para un servidor es un bicho. Así seguro que nadie me dirá que me equivoco.

Saludos, Aníbal

Montse dijo...

He llegado un poco tarde, justo a tiempo de leer la solución al enigma de la salamanquesa ¡Agggg, qué asco eso de los gusanos!
Pero, claro, que se puede esperar del diablo... y aún así me ha encantado el relato, el juego y los diablillos que vagabundean por aquí!!

Un abrazo.

Misaoshi dijo...

Pero dilo XDDDDD

Por cierto, todavía me intriga qué hacía una jeringuilla en un lugar accesible a niños.

Yo me habría muerto al verla, seguramente la salmanquesa tuviera mi pánico y le diera ansiedad y su mecanismo de defensa (el que a mí me hace llorar, patalear e insultar a los enfermeros) fuera el de quedarse quita y joderte.

Pues si no estaba abierto el tuvo, es que estaba calentita en su refugio xD

Pero que estoy respondiendo diez cosas distintas!!!!

Misaoshi dijo...

¿Pero por qué no sé escribir?

- Abierto el "BOTE" (no tuvo... ¿con v?)

- Quedarse "QUIETA" (no quita, ¡¡quita!!)

- Jeringuilla está bien xD, aunque se podría sustituir por "aguja de mierda".

H@n dijo...

Oh
Dios
Mio


Que ascazo me has dado, es como el final de 100 años de soledad! Puaaaj >_<

Odio los gusanos puaaaaj >_<

PD: aqui los llamamos dragones, o dracs, al menos en mi pueblo y un par más, en Valencia capital casi no hay.

Anónimo dijo...

Creo que voy a estar unos días sin entrar en el blog broder, el asco me ha afectado!!!!!!!!
Lo he leído justo cuando iba a merendar !!!!!!!!!!

JuanRa Diablo dijo...

Mae Wom:

Mis respetos a aquella salamanquesa y a todas las de su especie, claro.
Pero no, descuida, no suelo hacer experimentos con gatos ni gatunas. ;) Pero ya que estamos... ¿me prestas un bigote? ¡Solo unoo!

Sese:

¡¡Siempre he soñado con ser uno de esos investigadores más investigosos!! Pero dicen que no dejan entrar en su círculo a cualquiera. Son de un elitista... :(

Ah, ¿entonces por allí está el drac Z, ese que tenía unas bolas y tal?
xD
¿Anibal? ¡Que no me la comí! xDD

Montse:

Por aquí igual campa a sus anchas un burro que salta una rana que canta un diablo. Del infierno te puedes esperar cualquier cosa, Montse.
Pero tienes un palco por las partes altas si quieres ;)

Misaoshi:

Anda, es verdad, lo tuyo es fobia a las agujas. Se ha notado que temblabas y no dabas pie con bola al escribir. :P
Anda que como en otra vida seas salamanquesa y te cruces conmigo...

H@n:

Gusanos blancuzcos y carnosos como un vómito palpitante de las entrañas...
No exageres, que sé que harías encantada un carnival freak de zombie putrefacta. xDD

Ah, sí, en Valencia no queda ni uno. Salieron pitando ¿No ves que supieron que iba a ir yo? :p

Anónima de Sax:

Mujer, a ver si te crees que a esos carnívoros gusanos grasientos les gusta el pan y Nocilla... :p

Noite de luNa dijo...

Hola.
Vengo desde el blog de Montse.
De pequeña me llamaban diablo.

Un angelito era yo, cmparada contigo.

Saludos

También le llaman salamandra. Siempre la llamo salamanquesa, me gusta mucho más

Themila dijo...

Solo te diré que ni he podido leer la entrada T_T
Las salamanquesas (dragó, les llamamos en mi tierra) son los bichos que más grima y repelencia me producen. Pánico!

Aiiiiiiins. He visto el bicho y he pensado que ya que hoy no leeré la entrada por lo menos pasaré a saludar :P

Saluuuut!

JuanRa Diablo dijo...

Hola, AMQ, ya te he dado la bienvenida desde otra entrada pero te la vuelvo a dar :)

Aunque son parecidas, sobre todo en nombre, las salamandras y las salamanquesas son especies distintas. Las primeras son anfibios.

Saludos, diablo aspirante a ángel.

Themila:

Bueeeno, me doy por contento con el saludo :)
Aunque, descuida, que aún no he conseguido que muerdan las letras :p

Anónimo dijo...

Jodo, Diablo...

Speedy

Papacangrejo dijo...

Yo tenía un amigo que tenía esas aficiones también, ahora no es un sociópata ni nada. Yo la verdad, nunca he tenido curiosidad por investigar y hacer experimentos con animales, pero claro, yo no tengo al diablo detrás de mi jajaja ¿o si? joder, ¿que esoooooo?

Anónimo dijo...

Desde luego Juan , cómo ibamos a adivinar que el movimiento del pobre animal se debía a los gusanos que tenía dentro.¡Que situación tan macabra!, ¿te imaginas que los muertos se movieran tras unas semanas de muertos por quedar llenos de gusanos? .Qué ascooooo!!!!!!!!.
Nunca se me hubiera ocurrido.
Un saludo.
Remolina

JuanRa Diablo dijo...

Speedy, ¿preguntas o afirmas?

Pero hombre, papacangrejo, teniendo un par de pinzas podías haber hecho maravillas naturales!!

Remolina, qué exagerá! Si son blanquitos y mulliditos... Lo que pasa es que eres un poco tiquismiquis tú, eh?

Mae Wom dijo...

Bueeeeno, miraré en mi colección de bigotes caídos a ver si queda alguno decente y si no se lo puedo arrancar a El Señorito cuando esté roncando a pata suelta ;)

Anónimo dijo...

Curiosa historia, aunque yo creo que no murió de la inyección sino que la mataste de hambre como sueles hacer con tus mascotas. Por eso eres el diablo, no? jajaja. Besos, Laura.

Anónimo dijo...

Doctor muerte te tenías que apodar. Que te habría hecho el pobre animalito para torturarlo de esa manera. Espero que alguno de los insectos que evitarse que se comiese este destinado para ti, que sea tan pequeño... no lo veas venir y te haga aprender a respetar a los seres vivos de este planeta. Haznos un favor y cierra el blog.

K. Kokoro dijo...

Tu comentario es muy antiguo, pero aún así necesito responder. No entiendo por qué quieres hacer tal cosa de exterminarlas. Es un animal que tiene el mismo derecho que tú a existir. De hecho cumplen un papel muy beneficioso para los humanos, se alimentan de diversos insectos molestos y controlan plagas. Creo que es necesario cambiar esa mentalidad respecto a los demás seres con los que compartimos esta tierra. Respetarlos más.

K. Kokoro dijo...

Tu comentario es muy antiguo, pero, gracias 🖤 por sentir y pensar de esa forma y plasmarlo entre tanta "brutalidad"
Vivan las salamanquesas, vivas y libres:)

JuanRa Diablo dijo...

K.Kokoro:

Claro que sí, Kokoro, ¡Vivan las salamanquesas! En ningún momento he manifestado el deseo de exterminarlas. Es solo la historia del deseo de experimentar que tuve en un momento preciso.
Gracias por tu comentario.