13 de julio de 2017

"ESTAMOS ENCERRADOS"

Hace unos días ocurrió en Yecla algo muy singular que no podía dejar de compartir por
aquí por lo mucho que me llamó la atención.
 
Es muy habitual que se comenten por la calle las noticias relacionadas con el pueblo, pero esta vez el suceso tenía tal halo de misterio que en poco tiempo se difundió de un extremo al otro de la comarca.

Y es curioso cómo se distorsionan los hechos al ir transmitiéndose de boca en boca, pues no todas las personas que me contaron lo sucedido me daban los mismos datos, incluso a veces llegaban a ser contradictorios, con lo que mi curiosidad por conocer la verdad iba creciendo conforme avanzaba el día.

Finalmente, una vez leída la noticia en la prensa y ampliada por fuentes fiables, me atrevo a contar lo que sucedió.

Imaginad a una señora que se encuentra en su casa de campo, adecentando los alrededores. De repente encuentra a sus pies una paloma que apenas se mueve. Deduce que el ave puede estar sedienta porque mantiene el pico entreabierto, por lo que decide ponerle un cuenco con agua. La paloma bebe y continúa en el lugar,  sin moverse.
Cuando llega su marido le cuenta el hecho y van al lugar en donde sigue estando el animal. El hombre  coge la paloma para comprobar si está herida y descubre entonces que tiene un pequeño papel anudado en una pata.
Es un mensaje escrito con bolígrafo que dice:

"Necesitamos ayuda; estamos tres personas encerradas en una cueva del Monte Arabí".

Llegados a este punto, puedo imaginar lo mucho que os interesa saber qué sucedió a continuación, ¿verdad?  Eso es exactamente lo que me pasó a mí, que ardía en deseos por saber cuál era el final de la historia.

Prosigo entonces.

El hombre acude de inmediato a la Policía y cuenta lo sucedido, mostrando el contenido del corto pero directo mensaje.

Aunque con muchísimas reservas, la Policía decide actuar y algunos agentes de Yecla, junto con personal de Protección Civil, acuden al lugar,  y desde últimas horas de la tarde hasta gran parte de la madrugada,  lo inspeccionan.

El monte Arabí es una espacio natural a 1068 metros sobre el nivel del mar, que es visitado de forma habitual por mucha gente. Es interesante inspeccionar sus cuevas y admirar sus muchos rincones, todos de gran valor geológico y arqueológico. (Espero escribir un reportaje sobre este lugar)

Imagino que los agentes consideraron que esa llamada de auxilio resultaba tan extraordinaria como inverosímil, pero en sus declaraciones posteriores dejaron claro que era su obligación buscarlos durante un mínimo de doce horas mientras esperaban las posibles denuncias de personas desaparecidas.

Los agentes visitaron la Cueva del Tesoro (la única cueva subterránea con una decena de metros de profundidad) y los abrigos naturales ubicados bajo el pico del monte y recorrieron el Barranco del Gato por ser uno de los más escabrosos de la zona.

A mi me hubiera encantado que la historia terminara con el hallazgo de esas tres personas, realmente atrapadas en alguna cueva o en el saliente de algún barranco. Eso hubiera convertido la anécdota en algo fabuloso, con una  paloma como protagonista y  heroina de una historia de película.
 
Pero no. Allí no había nadie.
 
A las 14 horas del día siguiente se canceló la búsqueda y se dio por hecho que ese mensaje de auxilio no era más que una broma.
 
¿Decepcionados? Supongo que sí, pero yo he seguido pensando mucho en el tema y se me ocurren tres posibles explicaciones a lo sucedido:
 
PRIMERA EXPLICACIÓN (96% de probabilidad)
 
Javier y Luismi, amigos de 13 años de edad, encuentran una paloma mientras juegan por los alrededores de la casa de campo del primero.
- ¡Eh, tio, una paloma!
- ¡Es verdad! Parece que no puede volar
- ¡Cógela, cógela...!
- ¡La tengo! Eh, ¿le pido a mi madre que nos la ase para comer?
- Qué asco, tio, ¿y si está enferma?
- Sí, tiene toda la pinta
- Oye, ¿te acuerdas de cuando nos contaron en clase todo eso de las palomas mensajeras?
- Ah, si
- ¿Le ponemos un mensaje y la soltamos? A lo mejor le llega a alguien.
- ¿Qué le ponemos?  ¿Gilipollas el que lo lea?
- No, ven a mi casa, que se me ha ocurrido una cosa.
- No flipes, tio,  si no la va a encontrar nadie...
- Que sí, hombre, que la lanzamos al campo de al lado, que seguro que mi vecina la ve.

SEGUNDA EXPLICACIÓN  (3,5% de probabilidad)
 
Esteban, Armando y Salvador, 32, 29 y 28 años de edad respectivamente. Habituales senderistas del altiplano murciano. Excursión por los parajes del Monte Arabí.
- Eh, Salva, no sigas. Por aqui ya no hay salida y está resbaladizo
- ¡¡Hostias!!
- ¿¿Qué pasa??
-  ¡Sujeta, Armando, que nos caemos!
-  No puedo, joder, pesáis mucho.
-  ¡Tira, tira hacia arriba!
- ¡¡Me arrastráis!!
- ¡¡¡Dios!!! ¿Estáis bien?
- Sí, yo sí
- ¡Joder, no nos hemos matado de milagro!
- Vale, de puta madre, de aqui no podemos salir, nos va a tocar pedir ayuda. Llama, Armando.
- No he traido móvil.
- ¡Joder y yo lo llevo sin batería!
- ¡¡La madre que nos parió!! ¿¿Y ahora qué??
- Supongo que alguien pasará, ¿no?
 
(A los cuarenta minutos de permanecer en aquella sima, Armando descubre una cavidad en la roca)
- ¡Aquí hay una paloma!
- ¿Metida ahí?
- Sí, en un nido.
- Pues tios, se me ocurre ponerle un mensaje pidiendo ayuda y hacerla volar.
- Pero eso es una gilipollez... ¿Cómo va a...
- ¡Hay que intentarlo! No sabemos el tiempo que puede pasar hasta que nos encuentren. Yo tengo un boli, venga, ¿algún trozo de papel en el que escribir?
 
(Más de dos horas después de haber partido la paloma, Salvador, que ha estado inspeccionado minuciosamente las paredes que llevan al orificio del techo, decide escalar por una zona concreta. Pese a la insistencia de sus compañeros en que desista, Salvador consigue salir y vuelve con una cuerda que tenía en el coche.  Ayuda a salir a sus compañeros y regresan a su hogar, en Montealegre del Castillo)
 
- De verdad que me veía pasando la noche allí.
- Oye, ¿y por dónde andará la paloma?
- Jajaja, la verdad es que era una idea muy tonta. ¡Ni de coña la iban a encontrar!
 
TERCERA EXPLICACIÓN (0,5% de probabilidad) 
El Monte Arabí está considerado un lugar mágico. De hecho está incluído en la Guia Mágica de España por la cantidad de fenómenos paranormales que en aquel lugar han acontecido, desde apariciones misteriosas hasta avistamientos de OVNIs, pasando por curiosos hallazgos y percepciones extrasensoriales. Todo esto no es algo que me esté inventando yo. Podéis leerlo AQUÍ e investigar en la red.
 
Aquel día, Sara, Julían y Salvador (otro Salvador, no el de antes) decidieron pasar un día en el Monte Arabí, sin ser conscientes de que los cinco asteroides de Astrea se encontraban en oposición a Juno y, al mismo tiempo, la luna estaba en todo su apogeo.
Era el momento preciso para los estados vibracionales, que posibilitan que en unas determinadas coordenadas se abra la puerta a una dimensión paralela.
 
Y Sara, Julián y Salvador, ajenos a las leyes de la astrofísica, ignoradas por casi la totalidad de los seres humanos, la atravesaron.
 
 - ¿Todavía llevas la paloma, Sara?
- Sí, pobrecita, es que me da mucha lástima soltarla. Si la dejo por aquí se morirá. A ver si en casa consigo reanimarla.
- Esto es muy raro, chicos.
- ¿Qué pasa?
- ¿No debería estar el coche por aquí?
- Pues ahora que lo dices, hemos andado muchisimo. Yo diría que no estaba tan lejos.
- ¡Ehh, mirad hacia arriba! ¿Son imaginaciones mias o el cielo se está volviendo púrpura?
- ¡¿Pero qué fenómeno es este?! ¡Se está electrizando todo! ¡Mirad mi pelo! ¡¡Mirad vuestro pelo!!
- Esto no me gusta nada, parece que llega una tromenta eléctrica. Allí hay una cueva. Mejor estar a refugio.¡Vamos!
 
Una vez dentro de aquel oscuro lugar, experimentan un desconcertante vértigo seguido de un desvanecimiento. Al volver a abrir los ojos descubren que han caido en un foso, (o eso el lo que creen)
El tiempo pasa y la confusión sigue siendo grande. Julián propone utilizar a la paloma como una forma de pedir ayuda y a pesar de la escasa luz consigue escribir una nota de auxilio. Lanzan la paloma hacia el resplandor del techo y el ave desaparece tras un sonoro chasquido.
 
Sara, Julián y Salvador continúan hoy en aquel lugar. 
Para ellos han pasado solo dos horas pero hace ya cuatro dias que el equipo de salvamento dejó de buscarles por no haber dado con ningún excursionista perdido.
 
-  Tengo miedo - dice Sara
- No te preocupes - le responde Julián cogiéndole de una mano - No tardará en pasar alguien por aquí y lo oiremos.
Salvador empieza a dar gritos pidiendo auxilio, esperando ser oído.
Sara piensa de nuevo en la paloma, en si logrará llegar hasta alguna persona y que consiga ver el papel que lleva en una pata.
 
"Confío en ti, palomita - susurra- Confío en ti"
 (Segunda y tercera fotografias tomadas del periódico La Verdad)

10 comentarios:

Mamen dijo...

Leí la noticia en su día. Me entraon los siete males. Cómo se aburre la gente!

Jajajajajaja lo que me he reído con las conversaciones.
Saludos!

Anónimo dijo...

Eres un crack. Qué gran guionista se ha perdido el cine de suspense. Enhorabuena por el relato.
Txema Rico

Montse dijo...

Encontrar un mensaje así a través de una paloma da mucho que pensar, no me extraña que despertara tu curiosidad ¡y tu imaginación, que hay que ver qué derroche!
Me han encantado tus explicaciones, con esos diálogos que montas tan chulos y aunque la primera, la del 96% de probabilidades podría ser la más creíble, a mi me gusta mucho la última, la de los universos paralelos ¡es la caña!
Yecla también es la caña ¡la de cosas que pasan!
Muchos besos.

Ángeles dijo...

Esta mezcla de relato, crónica y teorías detectivescas es de los más original e interesante.

Porque la historia tiene todos esos ingredientes, pero no cualquiera hubiera sabido identificarlos y separarlos. Te mereces como mínimo una bicicleta ;)

A mí me parecen muy plausibles la primera y la segunda opción, pero la tercera es la que más mola.
Sin embargo, para que la segunda fuese realista del todo, el mensaje tendría que tener la fecha. Aunque claro, igual es que se ha roto justo por donde estaba la fecha. A los niños bromistas no se les habría ocurrido algo así, pero a unos excurionistas adultos, me imagino que sí.

Sea como sea, la historia tiene una intríngulis tal, que decepciona un poco que al final no se averiguara nada concreto.

PD: Yecla es un poquito cuartomilenaria, no?

Sara dijo...

Pues me ha gustado mucho la historia de esta paloma mensajera. Y tus posibles desenlaces no están nada, pero que nada mal, lo que pasa es que el tercero me produce como una especie de agobio superlatifffoooo. Ah, y puestos a cotillear, qué verdad más grande que lo que vuela de boca en boca se desvirtúa siempre. Hiciste bien en ir a las fuentes. Chapeau. Todo un profesional.

Besitos, JuanRa.

Papacangrejo dijo...

Y si la paloma viajó en el tiempo 40 o 50 años?

JuanRa Diablo dijo...

Éowyn:

La verdad es que el hecho de que una paloma lleve un mensaje de una persona a otra desde largas distancias me parece algo fascinante, pero claro, en este caso, con el despliegue que hubo que poner en marcha...

Me alegra que te hayas reído ;)

Txema:

Sí, ponme mejor de guionista que de periodista, que yo hubiera sido de aquellos del "No dejes que la verdad te estropee un buen reportaje" :D

Montse :

Desde luego, Montse, la última es la más chula y la que yo prefiero también. Y además en el terreno de la ciencia ficción no hay límites para fantasear, asi que... ¡nos puede sobrar cuerda! :D

¿La caña, dices? Esta anécdota no es nada para las cosas que pasan por aquí. Fíjate que he oído decir que en Yecla vive el Diablo... :O
¡Besos para el noreste!

Ángeles :

¡Gracias, profe, la bici era lo que más me molaba! :D

Ya somos tres los que nos quedamos con la tercera opción. Además, eso de la puerta a otra dimensión no es tan inverosímil. Cuando Madame Parrus se pone a barrer el suelo se pasa de una a otra constantemente.

Fijate que lo de la fecha es un detalle importantisimo en el que no había pensado. ¡Claro! ¡A saber desde cuándo llevaba la paloma el papel en la pata!

Nada, tu observación me demuestra que tengo poco de excursionista adulto. Sigo siendo excursionista niño. En fin...

PD: ¿Cuarta solo? ¡Sextomilenaria! (Y subiendo)

Sara :

Puedo entender que la tercera historia te produzca "una especie de agobio superlatifffoooo" (Sara dixit) porque la mente humana no está preparada para asimilar el complejo concepto espacio temporal.

Te recomiendo el libro "Cómo comprender el fenómeno fisico-espacial del tiempo sin vomitar en la alfombra"
A mi me encantó por lo bien que me curó el insomnio.

Gracias, Sara, este profesional te manda besos también.

Papa Cangrejo:

Di que sí, no seré yo quien ponga pegas a esa posibilidad.
Eso sí, a esa paloma hay que jubilarla ya, ¡que tiene mucho que contar a sus nietos! :D

Ana Bohemia dijo...

Muy curioso, no me extraña que te haya despertado la imaginación, la verdad es que te deja con la icognita.
Tus posibles versiones de lo ocurrido son la caña, pero con la tercera te has lucido, jaja.
Saludos
:D

Anónimo dijo...

Pero, ¿Y qué pasó con la paloma? ¿Murió?
(Soy Anónima, me encantan tus entradas. Cuando mis hijos me dejan me "hincho" a leerte)

JuanRa Diablo dijo...

No te sé decir qué le pasó finalmente a la paloma.
Lo que sí sé es que tu comentario me ha alegrado el día.
Gracias :)