¿Sabes una cosa, Aitana?
El primer biberón de tu vida te lo dio Samuel cuando fue a verte al hospital el día que naciste.
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Llegó con carita expectante y un poco asustado ante algo tan novedoso para él como el hecho de tener de pronto una hermana.
Le felicitaban, le besaban y él caminaba confuso y con ojos anhelantes por verte.
Por fin le alzaron a tu lado y pudo darte su primer beso.
Por fin le alzaron a tu lado y pudo darte su primer beso.
.
Y allí estaba yo para filmar aquel encuentro entre vosotros. No imaginaba que captaría tantas miradas de amor hacia tí por parte de tu hermano, siendo tan pequeño.
Han pasado tres años desde entonces.
☻Eres una muñequilla saltimbanqui que hablas por los codos pero que te quedas muda ante los extraños.
☻No deja de pasmarme tu perfección al pronunciar las palabras.
- Papá, hoy en el cole he tenido si-co-mo-tri-ci-dad. (¡Pero si la palabra es más grande que tú!)
☻Me gusta ser el primero al que llamas por las mañanas, aunque me encantaría que lo hicieras algo más tarde. Las siete no son horas, Aitana. Y aún menos los domingos.
☻Me divierte enormemente tu valentía.
- Mira, papá, un perro. A mí no me dan miedo los perros. ¿A que a mí no me dan miedo los pe... ¡¡ay, ay, cógeme en brazos!!
☻Es un gozo oir la risa de Samuel cuando jugamos al Veo Veo.
- Ahora me toca a mí - protestas
- Vaale, ahora tú.
- Una cosita que empieza por... ¡la A!
- ¡Payaso! - exclama Samuel
- Síiiiii - dices tan feliz.
☻Me sacan de quicio los "me ha pegadooo" "me ha empujadoooo" "me ha dicho tontaaaa", pero pronto hay un borrón y cuenta nueva con cada abrazo y beso que os dais.
☻Perspicaz y observadora, he de admitir que el día que reconociste a quién pertenecía cada prenda que sacábamos de la lavadora, incluidos calcetines, me diste un poco de miedo.
☻Me chifla que me busques para que vea lo guapa que estás o cuando me pides que me agache para percatarme de lo bien que hueles.
☻Eres una vieja de mil años cuando das algunas órdenes:
- ¡Samuel, venga, apaga la tele y prepárate, que nos vamos al cole!
- ¡Papá, salte de la habitación y dile a la mamá que la estoy esperando!
☻Me sigue pareciendo genial tu deducción al mirar aquella foto de Gloria Fuertes en la contraportada de un cuento.
- ¿Qué le pasa papá?- y me la enseñabas.
- No le pasa nada
- Sí, está llorando
- No, no llora
- Sí, está llorando porque no sabe peinarse.
Perdóname, porque sé que te molestó que me riera tanto.
.
Hoy has cumplido tres años, y al igual que el año pasado, quiero asomarte por esta ventana para presumir de hija ante el mundo entero.
Y allí estaba yo para filmar aquel encuentro entre vosotros. No imaginaba que captaría tantas miradas de amor hacia tí por parte de tu hermano, siendo tan pequeño.
Han pasado tres años desde entonces.
☻Eres una muñequilla saltimbanqui que hablas por los codos pero que te quedas muda ante los extraños.
☻No deja de pasmarme tu perfección al pronunciar las palabras.
- Papá, hoy en el cole he tenido si-co-mo-tri-ci-dad. (¡Pero si la palabra es más grande que tú!)
☻Me gusta ser el primero al que llamas por las mañanas, aunque me encantaría que lo hicieras algo más tarde. Las siete no son horas, Aitana. Y aún menos los domingos.
☻Me divierte enormemente tu valentía.
- Mira, papá, un perro. A mí no me dan miedo los perros. ¿A que a mí no me dan miedo los pe... ¡¡ay, ay, cógeme en brazos!!
☻Es un gozo oir la risa de Samuel cuando jugamos al Veo Veo.
- Ahora me toca a mí - protestas
- Vaale, ahora tú.
- Una cosita que empieza por... ¡la A!
- ¡Payaso! - exclama Samuel
- Síiiiii - dices tan feliz.
☻Me sacan de quicio los "me ha pegadooo" "me ha empujadoooo" "me ha dicho tontaaaa", pero pronto hay un borrón y cuenta nueva con cada abrazo y beso que os dais.
☻Perspicaz y observadora, he de admitir que el día que reconociste a quién pertenecía cada prenda que sacábamos de la lavadora, incluidos calcetines, me diste un poco de miedo.
☻Me chifla que me busques para que vea lo guapa que estás o cuando me pides que me agache para percatarme de lo bien que hueles.
☻Eres una vieja de mil años cuando das algunas órdenes:
- ¡Samuel, venga, apaga la tele y prepárate, que nos vamos al cole!
- ¡Papá, salte de la habitación y dile a la mamá que la estoy esperando!
☻Me sigue pareciendo genial tu deducción al mirar aquella foto de Gloria Fuertes en la contraportada de un cuento.
- ¿Qué le pasa papá?- y me la enseñabas.
- No le pasa nada
- Sí, está llorando
- No, no llora
- Sí, está llorando porque no sabe peinarse.
Perdóname, porque sé que te molestó que me riera tanto.
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Hoy has cumplido tres años, y al igual que el año pasado, quiero asomarte por esta ventana para presumir de hija ante el mundo entero.