29 de octubre de 2021

EL REGRESO DE ABBA

 


El próximo 5 de noviembre se lanza a nivel mundial el nuevo disco de ABBA . (Me entran ganas de copiar y pegar esto un millón de veces)

Sé que para muchos esta noticia será simplemente una más, pero, ¡ay, amigos! para mí es un cañonazo de ilusión.

Principalmente porque los fans del grupo no esperábamos que sucediera algo así. 

En 1982, ¡¡hace ya casi cuarenta años!!, dejaron de grabar canciones y, aunque nunca hubo una despedida oficial, su silencio con el paso de los años dejaba claro que ABBA se había acabado.

Recuerdo que en alguna ocasión, a lo largo de estas décadas, llegué a pensar en la posibilidad de que, por una extraña alineación de los planetas, se reunieran los cuatro y nos sorprendieran con una nueva grabación.

“¡Venga! - les decía yo mentalmente - ¿qué más os da? ¡Sólo un nuevo disco! Si no hace falta que hagáis más conciertos, ni siquiera promocionarlo en la tele; ¡yo sólo quiero nuevas canciones!”

Pero no decían nada.

En 1992, cuando se cumplían diez años del “adiós”, salió un recopilatorio de sus éxitos llamado ABBA GOLD. Y ocurrió que el disco se vendió como churros. Fue algo brutal y sin precedentes. De hecho, a fecha de hoy, es el segundo disco más vendido de la historia, tan sólo superado por el Greatest Hits de Queen.

Además, hace poco ABBA GOLD batió el record de permanecer mil semanas seguidas en la lista de ventas del Reino Unido.

¿No era esto suficiente razón para que nos obsequiaran con algo nuevo? ¡Pues nada, los suecos se hacían los suecos!

Unos años después, en 1999, surgió “Mamma Mia!”, el musical basado en las canciones del grupo, y, una vez más el éxito fue arrollador . Sólo en Londres lleva recaudados ¡más de 4000 millones de dólares! Y desde su estreno el musical se ha representado ¡en más de 50 países de los 5 continentes! (No, a Yecla no ha llegado todavía)

¿Por qué semejante éxito después de tantos años? Pues sencillamente porque la música de ABBA es imperecedera, porque sus melodías gustan a todo tipo de gente de todas las edades, porque son unos clásicos como un piano y eso los hace inmortales. ¡Y no hay discusión posible! ¡Ea!

Después del musical vino la película y aquí si hubo una pequeña gran sorpresa.

Para la premiere en Estocolmo, en 2008, los cuatro integrantes del grupo ¡se dejaron ver juntos por primera vez! ¡Después de 26 años!

A los abbosos se nos desencajó la mandíbula al ver a Frida y Agnetha abrazando a Meryl Streep y dando saltos como tres colegialas. Reconozco que yo, y seguramente muchos otros fans, nos atrevimos a soñar en volver a verles actuar algún día.

Pero… seguían sin decir ni mu.

Transcurren 8 años más, estamos en 2016, ya han nacido mis dos hijos, me empiezan a salir canas y ABBA sigue sin querer darme una alegría.

Pero algo ocurre aquel verano: los cuatro suecos se reúnen en un hotel de Estocolmo para celebrar sus 50 años de amistad. Se suben a una especie de escenario para dejarse grabar y fotografiar y la gente allí reunida no deja de aplaudir y vitorearles.

Y entonces, ¡oh, milagro!, cantan juntos la canción The way old friends do. Han pasado más de tres décadas desde la última vez que cantaron juntos, y la noticia da la vuelta al mundo haciendo temblar de emoción todos los titulares.

Yo creo que fue a partir de ese punto cuando algún iluminado les dijo lo que yo llevaba años queriendo decirles y que debido a la distancia entre nosotros no conseguía comunicarles.

La cosa debió ser tal que así:

-A ver, Bjorn y Benny, ¡vengan p’acá p’aquí! ¿Pero no se dan ustedes cuenta de que la gente necesita a ABBA? ¡¡Es vital!! ¿Cuándo van a mover ficha de una vez?

-Pero es que estamos ya muy viejos, es que bla bla bla...

-¡Tonterías! Nadie les está pidiendo que se suban a un escenario a tocar y a bailar. ¡Tan solo les pedimos más canciones! De hecho estamos pensando en crear unos avatares digitales de ustedes mismos en su juventud, para que la gente pueda asistir a nuevos conciertos, como en el siglo pasado, pero de manera virtual. Ustedes no tienen ni que moverse del sofá.

- ¡Tate! ¡Qué idea más chula!

- Pero claro, ¡qué menos que añadir alguna canción nueva a las que ya todos conocemos!, ¿no?

Y por fin nos situamos en el presente, en este 2021 tan raro que nos ha tocado vivir.

El 2 de septiembre fue un día grandioso para los fans del grupo.

Anunciaron una conexión mundial a través de Internet para presentar dos nuevas canciones. ¡¡Dos nuevas canciones!! ¡¡Por fin!!

Mucho antes de la hora prevista, ya estaba yo como un clavo ante mi ordenador (junto a miles de fans del mundo entero, tan expectantes como yo) para ver cómo, desde Estocolmo, y haciendo conexiones aleatorias con Sidney, Rio de Janeiro, Berlin, Tokio… cientos de fans se ponían ante las cámaras para expresar su alegría, sus nervios, su enorme emoción ante lo que de antemano dábamos por hecho que íbamos a disfrutar.

Mientras esperaba el momento retrocedí en el tiempo para verme a mí mismo siendo un adolescente, cuando los fines de semana colocaba en orden mis cintas de ABBA sobre una pequeña mesa del salón, que era un tablero de ajedrez con pie,  y en un viejo radiocassette escuchaba sus canciones una y otra vez, y las ordenaba en una lista por preferencias, e intentaba escribir sus letras, (porque no las tenía, ¡qué distinta aquella vida sin internet!) y mi madre, (que hoy es también una enamorada de ABBA) me pedía que bajara el volumen cuando sonaba Gimme, gimme, gimme o Does your mother know? “Siempre con el pum pum pum”, protestaba ella.

¡Qué felices recuerdos aquellos!

Todo ha evolucionado muy deprisa. Si en aquellos tiempos, que tanto disfruté de su música de forma aislada, me hubieran hablado de las redes sociales que estaban por llegar, y de los contactos que llegaría a hacer con tantos fans del grupo de todo el mundo… australianos, argentinos, noruegos, belgas... comentando y compartiendo una y mil cosas sobre nuestro grupo favorito...

El momento cumbre llegó, la presentadora dio paso a un video y empezó a sonar I still have faith in you, con la voz de Frida sobre imágenes del grupo en sus años de gloria. Algunos de los allí presentes lloraban de emoción.

Después sonó la alegre y a la vez melancólica Don’t shut me down, con Agnetha como solista.

¿Qué queréis que os diga? Fue un sueño hecho realidad. Allí estaban de nuevo sus voces, los coros, los acordes, la misma esencia, la misma magia indescriptible que por unos minutos me hizo olvidar que había pasado tantísimo tiempo.

Por si todo esto fuera poco, conectaron con Londres a donde Bjorn y Benny habían acudido para anunciar que se habían estado reuniendo en secreto y habían grabado un nuevo álbum con diez canciones que se llamará Voyage. Y el mundo se volvió loco.

Como podréis imaginar, cuento los minutos que faltan para terminar de descubrir las nuevas canciones de mis adorados ABBA, que estos días han conseguido quitarme tantos años de encima que me siento como aquel chaval que tenía la habitación llena de posters y que esperaba a que el locutor de la emisora dejara de hablar para poder grabar las nuevas canciones que anunciaban en la radio.