Esta es una historia bien conocida por los diablistas más veteranos de este infierno, pero yo la resumo de nuevo para todos aquellos que aún no hayáis oído hablar de ella.
Mi hermano Fran se encontraba de viaje en Londres.
Durante una llamada telefónica que desde allí me hizo se me ocurrió una idea: le pedí que dibujara diablos en papeles y los escondiera por lugares emblemáticos de la ciudad.
Si fotografiaba los lugares exactos donde dejaba los diablos, yo podría publicar esas fotos en el blog y las coordenadas de esos escondites y proponer así el
reto de encontrarlos aquel que algún día viajara a Londres y se sintiera tentado a hacerlo. Vamos, como si de un juego de rol se tratara...
En este blog dejé en su día el video que mostraba los seis lugares donde quedab
an escondidos esos seis diablos: a los pies del Big Ben, en la Abadía de Westminster, en la fuente de Picadilly, en la estación Victoria… Podéis verlo
aquí.
El tiempo fue pasando y yo veía muy difícil que esa propuesta por mi parte llegara a buen puerto.
Pero meses después, ¡oh, big surprise!, apareció el primer valiente en salir de cacería. Se trataba de
Umpi, de Barcelona, que con su ya famoso
“¡Voy a por ellos!” me hizo dar un bote de alegría.
Después me contaría cómo fue su odisea en la que sólo pudo pasar por tres de esos lugares y encontrar dos diablos y yo publiqué todo
aquí.
Cuatro meses después,
Stewie y Pepita – Lain, de Valladolid se lanzaban a completar la hazaña que Umpi había dejado a medias y llegaron a los otros tres lugares con menos fortuna pues no los encontraron, pero tuvieron el gran detalle de
dibujar nuevos diablos y volver a esconderlos en aquellos mismos escondites. Me lo contaron, añadiendo también fotografías y yo me hacía eco de la noticia
aquí.Hoy me complace hablar de
Metztli, de
Lleida (no de Barcelona como yo creía: disculpa Metztli) , que recientemente me contaba en tres largos y detallados correos lo bien que lo había pasado en esa aventura de localizar los diablos de Londres.
Yo publicaría hoy esos correos con gusto pues lo pasé muy bien leyéndolos, pero la longaniza sería tan larga que me podríais crucificar (y crucificar a un diablo debe ser la cosa más irrespetuosa del mundo)
Pero por supuesto me hace ilusión publicar sus fotos y algún extracto (en rojo) para que conozcamos todos de primera mano la aventura de Metztli y su familia cazadiablos en Londres.
Ahí va:
Empezamos por Picadilly. La fuente estaba abarrotada de gente, sentada por todos lados...empezamos a mirarle el culo al ángel....bajamos la vista y justo un par de chicos sentados donde teníamos que buscar. Decidimos esperar. Estaba empezando a llover y pensamos que la gente empezaría a irse....pues no....ahí sentados todos, lloviendo. Bueno al final queda libre el rosetón donde teníamos que buscar y siiiiiiiiii, ahí estaba el papelito tan comprimido que casi no podíamos sacarlo......jooo y la gente mirando a ver qué estaba hurgando esa loca ahí dentro......y bueno el papel sí era, pero se había mojado tanto que la tinta había desaparecido, jo qué pena después de la aventura para rescatarlo.....bueno decidimos sustituirlo esta vez dentro de una bolsita pequeñita de plástico que por casualidad tenía en la mochila. Me contaba Metztli que el del Big Ben no se atrevió a reponerlo porque había muchos guardias y cámaras de seguridad y que teniendo escritas en los papeles las direcciones de los blogs le daba apuro hacerlo y que lo dio por perdido.
Abadía de Westminster, 8 de la tarde, todo oscuro y lloviendo, diluviando...pero no podía dejar escapar la ocasión pues no sabía si iba a volver. Nos ponemos frente las puertas y nos dirigimos a la de la derecha pero uffff qué oscuro, no se ve nada.....damos un poco de luz con el móvil, localizo el demonio de la pared, la columna de la izquierda y meto la mano detrás para buscar el papel y agggssss, dios, arañas, porquería, hojas y de todo, qué asco y la inquilina del lugar, una super araña con un montón de patas, bueno, a ver cómo sacamos eso de ahí, no se veía nada ni con la luz del móvil....
Al final con un boli intenté sacar la porquería que había y localizamos al fin el dichoso papelito, super escondido, y qué alegría, éste sí estaba enterito...bueno dejamos la huella de nuestra hazaña y lo volvimos a meter ahí, segundo diablo encontrado!
Ya tiene razón el comentario del papel...nunca para de llover.
Al menos ese diablo queda escondido.
Dado que Metztli no encontró el del Metro ni el de la Estación Victoria decidió esconder nuevos diablos en lugares distintos.
Museo de Historia Natural (Natural History Museum)
Pensé que allí, entre dinosaurios y otros bichos raros, se lo pasaría genial (el diablo) Uff, la verdad es que nunca imaginé que costara tanto esconder un papel....creo que me pasé más tiempo mirando agujeros y columnas que el propio museo....
Después de una larga cola bajo la lluvia lo primero nos piden enseñar los bolsos, mochilas, etc.....¿Algo peligroso en la mochila? me pregunta el guardia...pues mmm, (no iba a decirle que llevaba un diablo....jajaja)
Bueno, despistado el enemigo continúo y... ¡vaya dinosaurio!¡ocupa medio museo!
Subimos a la primera planta por la escalera del frente, la que está después del dinosaurio. Primera planta mano derecha y llegamos a la Sala de la Evolución Humana... Seguimos a mano derecha hasta casi el final, llegamos a la zona de los ascensores, una gran arcada con tres puertas y tres ventanales, si nos ponemos de frente a mano derecha hay un par de columnas, pues detrás de la primera columna....al fin......otro escondido.... la verdad cuesta más esconderlos que encontrarlos.
British Museum....mira que es grande y no veo forma de esconderlo para que no se pierda.
Justo al pasar las rejas del museo en la entrada principal hay dos farolas, pues en la farola derecha, si la miramos de frente en la parte derecha también ...ahí, entre los agujeritos, metimos el otro diablo mientras el guardia que teníamos a menos de dos metros se daba la vuelta y dejaba de mirarnos...Tú mira al guardia y cuando esté despistado me dices y yo lo meto....jo qué difícil, no entra y además una cámara de seguridad justo delante de la farola....por dios qué sudores y angustias....si no nos pilla el guardia nos pilla la cámara, seguro.....en fin...ahí metimos otro diablo.
Museo de Madame Tussands (museo de cera)
Ahí sí que hay donde esconder....miles de bolsillos de cientos de famosos. Pensé en Obama, en Michael Jackson, en Mel Gibson, Queen, Juan Pablo II (este habría sido un buen guardián del diablo....pero no tenía bolsillos :P) El ganador fue el bolsillo del traje de George Clooney. (Te cuento como anécdota que se han encontrado en los bolsillos de los famosos, cartas de amor, tangas... )
Gracias Metztli por el mucho interés e ilusión que pusiste en el juego. Aquí queda (en parte) constancia de aquellos días especiales que tan bien me contaste.
Pero para terminar de hacer más internacional este juego, otros amigos blogueros,
Bichejo y Novio, de Madrid, en un muy reciente viaje, se ofrecieron gustosos a esconder diablos nada menos que en
Nueva York. ¡Os lo agradezco efusivamente!
Bichejo lo había planeado todo para llevarse papeles con diablos bien chulos pero…
JuanRa, tío, soy un desastre, me dejé mis Bonitos diablillos en la mesa del ordenador. Me acordé de ellos en el coche de camino al aeropuerto, así que puse a Novio manos a la obra y dibujó tres diablillos.El primero está en el dinner en el que desayunábamos todos los días, en la calle 44, entre la 5ª y 6ª avenida, en dirección a Times Square. No sé cómo se llama, tiene los asientos color naranja butano y hacen las tortitas con sirope de arce más buenas que he comido en mi vida.El diablo está en la tercera mesa a la derecha, en el asiento que da la espalda a la puerta. Intenté meterlo bien dentro del asiento, pero si son concienzudos limpiando, la jodimos.
El segundo está mejor ubicado, aunque con lo miraditos que son los yankis para los temas de seguridad… Vale, es una reja, pero no una reja cualquiera, el segundo diablillo está en la planta 86 del Empire State Building (al menos, yo lo dejé allí) .
Para esconder el tercero tuvimos que coger un barco. Creo que con eso lo digo todo.
Hay un diablo escondido a los pies de la Estatua de la Libertad.
Suponiendo que la estatua mira a las 12, el pico donde lo enterré debe estar entre las 10 y las 11. Las vistas desde ese pico donde está enterrado sólo son así en ese pico, por ese lado es fácilmente reconocible.
El diablito, pintado por Novio
Enterrándolo Vistas desde el sitio del entierro
Fin de la historia. Doy por abierta la veda para salir a cazar diablos de nuevo. ¡Desempolvad vuestras mochilas!
Sólo un último aviso a navegantes: espero que si un día vienen a detenerme por sembrar el mundo de diablos, todos los blogueros os lancéis a la calle a pedir mi excarcelación.
Lo haréis, ¿no? Que ya sabéis que yo soy bueno...
¿Que noo? ¿Cómo que noo?