20 de enero de 2023

SALEN A SUBASTA

 -¿Te vas?

-Sí, tengo que preparar la subasta de esta tarde. Si me quieres acompañar...

-¡Claro! ¿Es la que me comentaste de José Ramón?

-De Juan Ramón.

-¡Eso! De Juan Ramón el demonio

-¡El diablo! No has dado ni una, ¿eh? Firma como "JuanRa Diablo".

-Pues es que no me suena de nada el tipo ese. Será un artista muy reciente, ¿no?

-¿Reciente? Para empezar tiene más años que tú y yo juntos.

-¿Y qué estilo tiene?

-Pues mira, te voy mostrando y tú mismo descubrirás a qué corriente pertenece. Lo primero que sale a subasta es esto.

Se titula La mona japonesa de Chile interior.

-¿Mona o monja?

-Mona, mona.

-¿En serio? ¿Y qué representa?

-Según el autor es una alegoría distópica de las enfermedades pandémicas, de ahí esa espiral en el estómago y esos vómitos.

-¡Es raro de cojones!

-Sí, porque está visto desde una mirada oriental, mucho más sesgada. Mira este otro.


-Diablo de clorofila, del año 2019. ¿Sabes cómo está hecho?

-Ni idea.

-Pues, como el título indica, utilizó hojas verdes, frotándolas contra el papel para que la clorofila sirviera de tinte. Recién hecho era mucho más luminoso, pero se oxidó a los pocos días. 

-Curioso.

-¿Te gusta?

-...

-Este otro es una especie de collage en pequeño formato.

Se llama Calamity Jane Austen Powers.

-No está firmado.

-No, y eso es un problema. Tendré que esmerarme en venderlo. Ah, mira, este otro es muy valioso.


-El Dorado oculto. Ceras y acuarelas.

-¡Mola! ¡Color a tutiplén!

-Sí, pero ¿ves la particularidad?

-¿Cómo?

-¿Qué tiene de especial el dibujo?

-¿Que ese joyero está pegado?

-No, fíjate bien.

-¿Que el pico del loro es de oro, por eso brilla tanto?

-Es un tucanete de México, pero no es eso. ¿No te has percatado de que lleva una boina?

-Ah, yo creía que eran plumas.

-No, es una boina carlista, con lo cual está haciendo un evidente guiño a la historia de España del siglo XIX. ¿Lo ves claro ahora?

-Hombre, ahora que me lo has dicho... lo veo clarísimo. ¡Por supuesto!

-¿Qué me dices de éste? El engranaje de la censura.


-¡Es un gato!

-Más bien un alegato.

-Parece que está cosido, ¿no? Como si fuera un robot. ¡Ah, claro, es un gato mecánico!

-En absoluto. Es... bueno, hay cosas que no se pueden contar aquí. Otro día te lo explico.


-¡Otro diablo!

-Sí, Diablo baturro. Rotuladores y papel de periódico. Hay un coleccionista polaco que está muy interesado en adquirirlo.

-¿Eso es un brazo o es la cola?

-¿Eh? Ah, no... Mira qué entrañable este otro. 


Está dedicado a su gato. Se titula Grizzy ha pillado un pez y la madre se ha enterado. Acuarelas y retoques digitales.

-¡Ay, pobre, más le vale soltarlo!

-Y este es el último, el más especial. 


-¡La madre del cordero! ¡Qué caótico! ¡Pero qué chulo! ¿Se titula Pilates?

-Esto era la carpeta de una compañera de trabajo, monitora de pilates. Ella se limitó a escribir "PILATES" y dentro guardaba las listas de asistencia. 

 JuanRa  fue decorando la carpeta poco a poco y cada día Ana encontraba un detalle nuevo añadido. El resultado final fue tan de su agrado que JuanRa se la regaló dedicada.

-Pero entonces, si es de Ana, ¿cómo es que la vas a subastar?

-Bueno, ¡basta ya de pantomima! ¡Ya hemos acabado la entrada!

-¿¿Qué??

-Que ya puedes desaparecer. Venga, ¡lárgate!

-¿A dónde?

- No te hagas  el sorprendido ahora. Los dos sabemos que JuanRa necesitaba publicar entrada nueva y nos ha utilizado para hacerlo. ¡Y ya está hecho!

-¿¡Cómo!? ¡No entiendo lo que estás diciendo!

-¡Venga ya!  Sabes perfectamente que no existimos, que sólo somos producto de su mente.

-¿¿Cómo que no existimos?? ¡Ay, me estás asustando!

-Joder, JuanRa, la próxima vez ponme un compañero con más luces. ¡Este es un dramas! No, si desde el principio he visto que era medio tontaina.


14 de diciembre de 2022

POM POM


 El presentador  se acerca al micrófono y antes de empezar a hablar le da dos golpes con el dedo. POM POM.

Como me temía, se está enrollando mucho, así que me espero a contarles lo importante y les ahorro una lectura tediosa.
...

Sí, parece que viene ahora.

«En la modalidad de “micronovela”... el ganador es…- está sacando una pequeña cartulina blanca de un sobre dorado- ... ¡la ganadora  es Marta Fergó, con “Un domingo infinito”!»

Los asistentes aplauden y desde el fondo de la sala se escuchan gritos agudos. Amigas, seguramente. 
Marta resulta ser una chica muy joven con una abundante cabellera rojiza que parece cobrar vida cuando sube los tres escalones hacia el escenario.

A uno de los asistentes empiezan a sudarle las manos y se las seca en el pantalón. Si pudiéramos decirle “Qué tal, Toni, ¿nervioso?”, diría que no, que hace calor, pero ya les digo yo que no es eso. Sí está nervioso, y además bastante turbado ante la gloriosa ascensión de Marta al atril. La ve desenvolverse con esa graciosa naturalidad al expresar sus agradecimientos, y esa forma de mover las manos como si moldeara el aire que la rodea lo tiene completamente cautivado. Pero no atiende a nada de lo que sale de su boca. No puede.

La diosa pelirroja desciende a su lugar de origen, otra vez entre aplausos, y el presentador, con la sonrisa en cuarto creciente,  muestra al público otro sobre dorado.

«En la modalidad de “macrocuento”... el ganador es… ¡Antonio Coloma, por “El gato con botox”!»

Idénticos aplausos que la primera vez, aunque sin alboroto en el patio de butacas.
Cesan los aplausos y nadie se ha puesto en pie.
¿Qué ocurre? ¿No ha venido Antonio Coloma? 
Ah, sí, alguien se levanta. Parece que estaba en la inopia. 
¡Anda, pero si es Toni! ¡Nuestro Toni, el de los nervios!

De sobra sé que no les descubro nada nuevo, que lo habían supuesto de inmediato, pero me juego mi estilográfica favorita a que no sospechan lo que viene a continuación. Además estoy seguro de que les va a sorprender.

La maravillosa sonrisa de Marta cuando miraba a Antonio en el escenario hizo que éste  balbuceara más de lo habitual en él. No la había visto nunca y sin embargo ella parecía estar tan contenta como si el premio fuera para un amigo cercano. También es cierto que  pellizcó un poco su amor propio el percibir alguna risita contenida cada vez que él titubeaba, por lo que minutos después, cuando ambos se felicitaban, se armó de valor y la invitó a una cerveza.

No hicieron falta muchas invitaciones posteriores para que se hicieran novios.

Hoy se cumplen cinco años de aquella entrega de premios y vuelvo a estar en la misma sala. 
Y no, no he acabado con las sorpresas.

Presenté algo a concurso y soy uno de los candidatos a recibir un premio. 
Nada, una tontería, no vayan a creer, pero me hace ilusión porque está dedicada al pequeño Toni Coloma Fergó, mi ahijado.

El presentador no es el mismo de entonces pero hay cosas que nunca cambian. Antes de empezar a hablar, ya saben… POM POM.
...

Les dejo, que ya viene lo importante…

-En la modalidad de “Diario de amor por entregas” el ganador es...

15 de noviembre de 2022

MONTONCITOS BAJO LA ALFOMBRA

A veces duermo tan profundamente que despierto empapado en petróleo.


***


¿Te imaginas qué bonito sería tener un novio astronauta?

Saber que puede ir a Marte y venir a amarte...


***


"Mamá, léenos otra vez ese cuento del príncipe y la princesa".

"Había una vez..."

"Pero sáltate el final, ¿eh? – dijeron las pequeñas perdices- que nos da miedo." 

***


El dueño de la tienda de robots está que echa chispas.

-¡Llevo tres semanas sin venderos ni a uno solo!

-Es que somos de una gama inferior.

-¡Tonterías, a partir de ahora tenéis que poneros las pilas!


***

"¿Cuál es el verbo?"

"Corrían"

"Muy bien, ¿y qué es "velozmente"?"

"Mmm, ¿el adverbio?"

"Eso es. ¿Y qué son "Juan" y "perro"?"

"Son... son... ¡No me acuerdo!"

"¡Sustantivos!"

"¡Ayyy, es que soy muy malo para los nombres!"

                                     

                                                    ***

Los humanos los llaman eclipses.

Pero no son más que cortes técnicos para cambiar bombillas.


***

Nunca se percató nadie de que aquel retrato de la doncella era tan realista que cuando un hombre joven lo admiraba se intensificaban sus carmesíes. 


                                                     ***


Aunque parezca mentira en el infierno no funciona el agua caliente. 

Lo pasas fatal en la ducha.


***

Cuando empecé a estudiar música no le encontraba ningún aliciente. Tanto solfeo, tanto solfeo...

Hasta que llegó lunabella.

***

(Dos loros en una jaula)

"Oye, ¿tú entiendes lo que dices?"

"Lorito guapo..., lorito guapo..."

"Vale. Me temo que soy un prodigio."

***


 - Y díganos, señor Descartes, ¿ha viajado usted mucho?

-   A ver, que pienso... Lugo Egipto.                                                                                                                                                                                                                                                                            ***          

                                     Soñó que se iba a la cama sin cenar siquiera, y que se desvestía muy despacio y muy cansado porque trabajaba muchas horas al día, y que en el autobús de vuelta a casa había estado pensando en todos los papeles que su jefe le dejaba encima de la mesa cada tarde desde que llegaba temprano tras comer en aquel bar de los filetes empanados que no sabían a nada, y que tendría que dejar el trabajo de la mañana al que debía acudir tan temprano que a veces se dormía y soñaba. 

Soñaba que se iba a la cama sin cenar siquiera, y que se desvestía muy despacio y muy cansado...                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         




                                                                                                                                 

30 de octubre de 2022

EL GUARDIÁN DE LAS PALOMAS


Estaba decreciendo la tarde y Fran y yo nos habíamos sentado a charlar a la sombra de una morera. Siempre es agradable sacar a colación algún recuerdo vivido en el lugar donde pasamos toda nuestra niñez y juventud. 

De los cuatro hermanos, Fran es sin duda el que más nos sorprende con su prodigiosa memoria, no sólo por la colección de historias propias que irá sacando en conversaciones como si las tuviera siempre a flor de piel, sino porque también es capaz de matizar y aumentar las nuestras hasta hacernos reír por la fascinación que eso nos produce. A veces pienso que todos nos dedicábamos a vivir sin más, pero él, además, iba haciendo  fotografías mentales y archivándolas para el futuro.

Esta vez me hizo pasear por un recuerdo de su niñez que le quedó grabado con fuerza y que yo desconocía totalmente.

Sucedió en un época familiar muy difícil: nuestro padre empezó a tener dolores en las piernas y se tuvo que someter a continuas pruebas médicas de todo tipo hasta dar con el diagnóstico: polioneuritis. Como la cosa era bastante seria (las células no se le regeneraban) fue trasladado al Hospital de la Paz de Madrid.

Antes de marcharse nos dio instrucciones a todos. A mí, por ser el hijo mayor, me pidió que ayudara siempre a mi madre y que cuidara de mis hermanos. 

A Fran, que tan sólo tenía 7 años, le dijo: "Como he visto que te gustan mucho las palomas, ocúpate de que no les falte nunca comida y agua".

Detrás de la casa tenemos un corral grande por el que pasaron multitud de animales diferentes pero en aquel momento sólo había palomas. Si yo tuviera que responder cuántas había hubiera dicho que no más de cuarenta, pero Fran me asegura que eran muchas más de cien. Y si Fran lo dice...

Que a mi hermano le llamaban la atención aquellas palomas no cabe duda alguna. No sólo es que les puso nombres a todas, sino que también sabía cuáles eran pareja y  reconocía a sus crías. Además tenía un cuaderno en que las dibujaba con una perfección impropia de un niño de esa edad.

-¿En serio que les pusiste nombre a todas?

-Aún me acuerdo de algunas: Magaño, Peterina, Senderina, Blanquita...

La estancia de nuestro padre en Madrid se prolongó más de lo esperado y nuestra madre empezaba a pasar verdaderos apuros económicos. Ni mi hermano Tomás ni yo, en plena adolescencia, fuimos realmente conscientes de la seriedad del momento, pero Fran, tan observador e inteligente veía el apuro en la cara de nuestra madre, que todas las noches, una vez que todos nos acostábamos, se sentaba ante la máquina de coser y se quedaba allí hasta terminar la faena que iba recogiendo de algunas fábricas de zapatos.

-Como la máquina estaba en mi habitación- me contaba mi hermano- yo la veía cosiendo y me dormía con el runrun del motor.

Con aquella máquina nos llegó a hacer ropa para los cuatro e incluso, al no haber dinero para comprar carteras para el colegio, pudimos llevar los libros en unas bolsas de tela que nos confeccionó a modo de bandolera. En mi primer año de instituto iba yo, un poco avergonzado al principio, con una de color verde, pero nadie se metió conmigo y terminó pareciéndome la cartera más cómoda que jamás he llevado. 

-Yo era consciente - me contaba Fran- de que la mamá estaba agobiada intentando ahorrar al máximo, así que cuando empezó a acabarse el pienso para las palomas me daba apuro tener que pedirle que comprara más. A veces tardaba en hacerlo y yo no sabía si era porque se le olvidaba o porque era un sobreesfuerzo el tener que gastar en aquello. El caso es que cuando traía era muy poca cantidad y se acababa pronto, y yo, la verdad, lo pasaba mal con aquella situación.

Puedo imaginar a mi pequeño hermano sufriendo ante la impotencia de no alimentar lo suficiente a las palomas, tal y como mi padre le había pedido, y de no estar en su mano  el poder llevar a cabo la misión de la forma en que le hubiera gustado.

-¿Y qué hiciste entonces?

-Pues como hubo un tiempo en que el papá permitía que las palomas salieran del corral y volaran por el campo, yo había observado qué plantas les gustaba picotear así que cuando podía les metía en el corral aquellas hierbas y semillas. Y también, de vez en cuando, cogía de la despensa un puñado de arroz o de lentejas y se las llevaba. Pero, claro, aquello no era suficiente.

Sin embargo el mayor apuro vino por un suceso inesperado.


-Yo no tenía que ocuparme del agua en realidad. Las palomas tenían un bebedero grande que se mantenía a buen nivel a través de una manguera de jardín instalada para que en cuanto el nivel descendiera se volviera a llenar, así que agua no les faltaba nunca. 

>>Pero un día, al salir del colegio, fui a observarlas y una de ellas, un macho que tenía el plumaje negro y el buche azulado se acercó a donde yo estaba. Te aseguro que nunca había visto una paloma que me mirara directamente a los ojos. Y no solo eso, es que abría mucho el pico, como si me quisiera decir algo. Noté que esa paloma actuaba de una forma nada común, como si tuviera un problema y hubiera venido a mí sabiendo que yo era el único que podía ayudarla.

>>Entonces se me ocurrió mirar el bebedero... ¡y estaba seco! ¡No quedaba ni gota de agua! Parece ser que había estado por el campo el tío Pepe y seguramente cerró el grifo. 

(Nota: "el tío Pepe" era un hombre que venía a cavar la tierra y a regar de vez en cuando)

>>Fui corriendo a abrirlo y cuando les llegó el agua, las palomas se abalanzaron al bebedero con desesperación. Se pisaban unas a otras. No sé el tiempo que habían estado sin poder beber. Seguramente fue más de un día. Entonces entendí que la paloma tenía el pico abierto porque estaba muerta de sed y que no tuvo miedo alguno en acercarse a suplicarme: "Haz algo, que no podemos más".

-¿Te acuerdas del nombre de aquella paloma?

-No, pero recuerdo muy bien su aspecto.

-¿Y cómo terminó toda esta historia?

-Pues un buen día llegó un furgón del que bajaron dos hombres con sacos grandes de rafia. Entraron al corral y empezaron a atrapar a las palomas y a meterlas en los sacos. La mamá me dijo que las había vendido, que lo había hablado con el papá y estaban de acuerdo. Yo estaba aturdido, no me esperaba ver cómo a toda prisa las hacían desaparecer en aquellas bolsas y cómo se las iban llevando hasta no dejar ni una. 

>>Durante mucho tiempo me dio una pena tremenda pasar por el corral y verlo vacío. Aún hoy me acuerdo de aquello y siento pesar.

Nuestro padre se recuperó por fin de aquella enfermedad y, para alegría de todos, volvió a casa.

Dos años después Fran pidió permiso para hacer algo en el corral. En su interior hay dos compartimentos cerrados en los que las palomas, a través de una pequeña abertura triangular, entraban para anidar. Limpió uno de ellos y allí dentro volvió a hacer una proeza impropia de un niño:  un templo egipcio fascinante, como ya conté en el blog.

- ¿ Y le constaste al papá todo esto de las palomas cuando volvió?

-Imagino que sí, que en alguna ocasión se lo contaría.

De todas formas hoy quiero conservar aquí aquellos recuerdos y así poder dejar por escrito dos cosas importantes: 

A mi madre, que siempre has sido y serás nuestra heroína, la mujer más maravillosa del mundo.

Y a mi padre, el otro gran luchador de nuestra familia, que supiste elegir muy bien al más apropiado protector del corral, aquel niño obediente, inteligente y sensible que fue el mejor guardián de las palomas.




30 de septiembre de 2022

GEOGRAFÍA: DEL ROMANCE A LA PASIÓN.

 Si entro en la máquina del tiempo que tengo en la azotea, puedo verme en clase de Geografía con  don Antonio, cuando estudiaba 8º de EGB. 

Por aquel entonces no era una asignatura que me gustara especialmente. Me aburría bastante tener que memorizar los afluentes del Duero o del Ebro que, además de ser demasiados, tenía uno que recordar los que llegaban por la derecha y los de la izquierda. ¡Toma ya!  Y además estaban las cordilleras, los ríos, los cabos, los  golfos... ¡parecían no querer acabarse nunca! 

Reconozco, sin embargo, que la cosa cambiaba si había un mapa de por medio. Las cosas vistas sobre un mapa tenían un atractivo mucho mayor. 

Los mapas me han fascinado desde siempre, sobre todo aquellos con mucho colorido en los que se diferencian bien los países, o las provincias o las cordilleras... 

Con la geografía me ha pasado como con las lentejas, que de niño las miraba con cara de pocos amigos y ahora me parecen una delicia para los sentidos. 

En los últimos años he ido descubriendo una motivación especial ante el estudio de datos geográficos de todos los países del mundo. 

La cosa empezó con un reto que me autoimpuse en unas vacaciones de verano: aprenderme  las capitales de todas las naciones. Dado que la cosa resultó más peliaguda de lo que imaginaba, se me ocurrió hacer tarjetas con el nombre del país por un lado y la capital por otro. Más tarde lo perfeccioné utilizando cinco colores de cartulina distintos, para diferenciar los continentes. Conservo esas tarjetas dentro de una bonita caja que diseñé para guardarlas.  

Una vez conseguido el reto con suma satisfacción, se me ocurrió que sería digno de elogio reconocer las banderas de los 195 países del mundo, y ni corto ni perezoso volví a hacer fichas para ir repasando una y otra vez. 

Lo mejor de todo este aprendizaje es que conseguí contagiar el entusiasmo a mis hijos, y a base de juegos diversos logré que reconocieran banderas  (en esto es muy bueno Samuel) y memorizaran capitales (Aitana ya se las sabe todas).

Y una vez metido en esta ilusionante dinámica, me entró la fiebre por crear un juego de mesa



  Tenía sus dados, fichas para hacer el recorrido y banderines de colores según los logros obtenidos. Servía en principio para repasar capitales, banderas y situar todos los países en el mapa. Después fui añadiendo los más altos montes y los ríos más largos del mundo. 

Al ser el tablero de un tamaño poco manejable (tiene tres paneles) no me resultaba cómodo para estudiar, así que confeccioné otro de una sola pieza que también sirvió de juego.


  Como decía, mi afición por la Geografía ha ido en aumento y se ha desbordado como se desborda un río tras una tormenta descomunal. Diría que me estoy convirtiendo en un friki del dato geográfico. Y a las pruebas me remito.

Tras las capitales, las banderas y las localizaciones, ¿qué me resultaba atractivo de aprender? Pues la silueta de todos los países. Otras 195 fichas para familiarizarme con sus contornos.


Y aunque parezca mentira, este reto me ha fascinado. Es complicado porque hay muchos relieves parecidos pero a base de una observación exhaustiva y de intentarlo una y mil veces he logrado que me pongan a prueba y salir airoso de cada desafío.

Por supuesto, todas las fichas tienen su propia caja porque además de la geografía me gustan las manualidades. ¡Y el orden!


Si además de hallar sumamente agradable el estudio de la geografía (¡ay, si Don Antonio pudiera verme hoy...!) me encuentro en una papelería libretas con un diseño tan atractivo...


... no me queda más remedio que llenar sus páginas con las fichas de todos los países en orden alfabético.

Todas las semanas hago un par de fichas anotando la población, la superficie, el nombre del punto más alto, el idioma oficial, el gentilicio, la moneda... Por si esto  fuera poco añado el nombre de algunas de las ciudades más importantes, los nombres de personajes históricos/famosos allí nacidos, el título de alguna película que en tal país se rodara y unas cuantas curiosidades de toda índole.


En estos días estoy estudiando las 114 islas más importantes del mundo. Además de todas las que son países insulares como Islandia o Madagascar y todas aquellas tan conocidas como las Islas Malvinas o las Galápagos, las menos conocidas, como las islas ABC (Aruba, Bonaire y Curazao) en el Caribe, que pertenecen a Países Bajos, o las islas Andamán y Nicobar, de La India.

Y todavía sigo con ganas de aprender muchos otros datos y tengo en mente un par de divertidas ideas para compartir con familiares y amigos. 
Aunque a la hora de la verdad sólo Aitana me sigue de verdad en esta locura, los demás suelen escurrir el bulto porque saben lo pesadito que se puede poner el JuanRa con ese rollo de la Geografía.

¡Pero cómo lo disfruto! De un modo que nunca hubiera imaginado hace años.


18 de agosto de 2022

NARANJAS DE LA CHINA


 El mono M1 del laboratorio 9 fue, con diferencia, el más inteligente de todos. Poco después del segundo experimento buscó un reflejo en el que duplicarse, pasando a ser estéreo. Y además lo hizo a lo grande, para ser estéreo amplificado. Luego se puso a cantar El ritmo del tití y todos los científicos de la planta huyeron aterrorizados.


Fue el único tren que llegó con retraso. Aquel día no se lo vio por el andén de Yarmouth, ni en ninguna otra estación del país. Apareció casi un siglo después de lo esperado. 
Pero la gente lo entendió perfectamente. 
Se lo había tragado la ballena del tiempo.


Todos coinciden en que probablemente sea el período más complejo de estudiar: el elefantino, que comienza cuando las ciudades pasaron de sedentarias a nómadas. La nueva legislación mundial de fronteras y los complejos seguros de vida  serán siempre la mayor pesadilla para los estudiantes de Historia. 
Por todo lo demás, un 9 sobre 10.


Los mamíferos eligieron al león como su representante legal, y el águila lo fue para las aves. Pero, para disgusto de ambos, para las convenciones mundiales del reino animal fue elegido un reptil: la serpiente.
Y al hombre le pareció bien.


-Continuamos... Este es Miguel de la Paz, hijo de Manuel I de Portugal e Isabel de Aragón, hija de los Reyes Católicos. Durante su nacimiento, en agosto de 1498, Isabel murió en el parto. El hijo hubiera heredado la monarquía hispánica por parte de madre y la corona de Portugal por el lado paterno. Lamentablemente el pequeño Miguel murió antes de cumplir los dos años, y con él la posibilidad de que la península se unificara bajo un solo gobierno, que...
-Doña Trini, en la diapositiva hay una tortuga.
-¿Cómo? Ah, disculpad, es la publicidad. Hay que esperar a que pase.

***