14 de diciembre de 2022

POM POM


 El presentador  se acerca al micrófono y antes de empezar a hablar le da dos golpes con el dedo. POM POM.

Como me temía, se está enrollando mucho, así que me espero a contarles lo importante y les ahorro una lectura tediosa.
...

Sí, parece que viene ahora.

«En la modalidad de “micronovela”... el ganador es…- está sacando una pequeña cartulina blanca de un sobre dorado- ... ¡la ganadora  es Marta Fergó, con “Un domingo infinito”!»

Los asistentes aplauden y desde el fondo de la sala se escuchan gritos agudos. Amigas, seguramente. 
Marta resulta ser una chica muy joven con una abundante cabellera rojiza que parece cobrar vida cuando sube los tres escalones hacia el escenario.

A uno de los asistentes empiezan a sudarle las manos y se las seca en el pantalón. Si pudiéramos decirle “Qué tal, Toni, ¿nervioso?”, diría que no, que hace calor, pero ya les digo yo que no es eso. Sí está nervioso, y además bastante turbado ante la gloriosa ascensión de Marta al atril. La ve desenvolverse con esa graciosa naturalidad al expresar sus agradecimientos, y esa forma de mover las manos como si moldeara el aire que la rodea lo tiene completamente cautivado. Pero no atiende a nada de lo que sale de su boca. No puede.

La diosa pelirroja desciende a su lugar de origen, otra vez entre aplausos, y el presentador, con la sonrisa en cuarto creciente,  muestra al público otro sobre dorado.

«En la modalidad de “macrocuento”... el ganador es… ¡Antonio Coloma, por “El gato con botox”!»

Idénticos aplausos que la primera vez, aunque sin alboroto en el patio de butacas.
Cesan los aplausos y nadie se ha puesto en pie.
¿Qué ocurre? ¿No ha venido Antonio Coloma? 
Ah, sí, alguien se levanta. Parece que estaba en la inopia. 
¡Anda, pero si es Toni! ¡Nuestro Toni, el de los nervios!

De sobra sé que no les descubro nada nuevo, que lo habían supuesto de inmediato, pero me juego mi estilográfica favorita a que no sospechan lo que viene a continuación. Además estoy seguro de que les va a sorprender.

La maravillosa sonrisa de Marta cuando miraba a Antonio en el escenario hizo que éste  balbuceara más de lo habitual en él. No la había visto nunca y sin embargo ella parecía estar tan contenta como si el premio fuera para un amigo cercano. También es cierto que  pellizcó un poco su amor propio el percibir alguna risita contenida cada vez que él titubeaba, por lo que minutos después, cuando ambos se felicitaban, se armó de valor y la invitó a una cerveza.

No hicieron falta muchas invitaciones posteriores para que se hicieran novios.

Hoy se cumplen cinco años de aquella entrega de premios y vuelvo a estar en la misma sala. 
Y no, no he acabado con las sorpresas.

Presenté algo a concurso y soy uno de los candidatos a recibir un premio. 
Nada, una tontería, no vayan a creer, pero me hace ilusión porque está dedicada al pequeño Toni Coloma Fergó, mi ahijado.

El presentador no es el mismo de entonces pero hay cosas que nunca cambian. Antes de empezar a hablar, ya saben… POM POM.
...

Les dejo, que ya viene lo importante…

-En la modalidad de “Diario de amor por entregas” el ganador es...