Este año no he
conseguido hacer ese ajuste matemático que me permitía alcanzar las 66 entradas
en el blog al acabar diciembre. ¡Me van
a faltar tres! (Para mí no tiene demasiada importancia, pero mi Jefe me puede echar un puro de narices por
esto)
De todas formas estoy igualmente contento porque ha venido a
coincidir el final del año con la entrada número 300. ¡¡Toomaa!! ¿Cómo lo
celebramos? ¿Con 300 uvas?
Me cuesta creer haber
llegado a una cifra tan alta; es más, si no fuera porque el contador así lo
indica yo habría calculado muchas menos.
Esto de los blogs es
como la hucha del cerdito, que moneda a moneda se va llenando y un buen día lo
encuentras a rebosar, listo para la matanza.
Lo gracioso es que si
ahora me pidieran que nombrara todas las cosas que he ido metiendo en esta
hucha, seguro que me quedaría muy corto. No me salen 300 historias ni de lejos.
Buceando en la
memoria recuerdo haberos hablado de toda mi familia: de mi padre, el Cristóbal
Colón allende los mares, y de mi madre, la premio Nobel de Física; de mi buen hermano Tomás, del políglota Fran
y de la risueña Ana. De mi extranjera Apamen, de Samuel, mi clon y de Aitana,
la niña de mis ojos.
Os he hablado de mis
abuelos, de sus cuentos y sus canciones, e incluso de antepasados muy lejanos.
He revivido muchas
historias de niño y descrito mi colegio y algunos lugares en los que he vivido,
contando incluso la convivencia con algunos de los animales que compartieron mi
vida.
Yecla, Petrel y
Villena, mi actual trío de ciudades, han sido varias veces protagonistas.
He hecho un repaso de mis trabajos y de varias
anécdotas en ellos.
He hablado de algunos
viajes reales y de otros con la mochila en la cabeza.
Me he arriesgado a
hablar con el Diablo Jefe, en conversaciones muy provechosas y he dado buena
cuenta de vuestras participaciones escondiendo diablos por el mundo. También he
aprovechado para dar rienda suelta a alguna ficción absurda y rocambolesca, de
esas que tanto me gustan.
Os he hecho
partícipes de mis aficiones, y lo he pasado pipa jugando en ocasiones con
vosotros, mi otra familia, la bloguera, a la que tanto agradezco las asiduas visitas
que mantienen caldeado este infierno.
Puedo decir bien alto
que el cerdito se ha ido llenando de entradas pero lo que me las hace tan
preciadas es el haberlas compartido y la enorme valía de vuestras aportaciones.
Así que hoy se me ha
ocurrido matar dos pájaros de un tiro y celebrar la salida del jodido año 2012
y la entrada nº 300 con un juego.
Aquel que más acierte
recibirá un obsequio personalizado, y en caso de empate… bueno, ya se me
ocurriría qué hacer.
La cosa consiste en
averiguar en qué ocho entradas de este año podrían haber encajado las imágenes
y el vídeo que muestro a continuación.
1) El túnel, El camino, La carretera...
2) Un hombre lee las necrológicas del día en una calle de Villena.
.
4) Un sonido inquietante.
5) Imagen de un muro en la ciudad en la que vivo.
6) ¿Un caminante? ¿Un mordedor? ¿Un muerto viviente? ¡I love zombis!
8) Parece vino, pero es otra bebida.
Simplemente hay que escribir los títulos de las entradas (de este año, repito) donde podrían haberse incluido.
El plazo termina el día 8 de enero. Habilito la moderación de comentarios hasta entonces.
El plazo termina el día 8 de enero. Habilito la moderación de comentarios hasta entonces.
¡¡FELIZ ENTRADA AL AÑO NUEVO A TODO EL MUNDO!!