27 de noviembre de 2012

"NUESTRO HOMBRE TIENE PRISA"


(Basado en desconcertantes hechos reales)

No me ha sucedido muchas veces, afortunadamente, pero sí las suficientes como para poder hacer un análisis exhaustivo y descartar explicaciones basadas en  la casualidad (las casualidades no existen, y  de existir, solo es en Teruel)

Por eso hoy me atrevo a afirmar  (y no estoy hablando a la ligera porque, repito, las evidencias caen ya por su propio peso) que sé de la existencia de ELLOS, y de cuánto disfrutan con sus operaciones en mi contra.

Pero me voy a explicar, porque mostrando las pruebas quizás consiga aliados que me ayuden a desarmar esta confabulación.

Martes 20 de noviembre de 2012. 12:35 horas

De repente miro el reloj y doy un brinco. Se me ha ido el santo al cielo y si no me apresuro llegaré tarde al trabajo, así que agarro la bolsa de la comida, me pongo la chaqueta y me largo.

Arrancando el coche ya sé lo que va  a ocurrir, porque siempre ocurre. 
SIEMPRE.

ALERTA CÓDIGO YECLA, UNO-UNO-SEIS. NUESTRO HOMBRE TIENE PRISA Atención a todas las unidades, ¿están posicionadas en los lugares acordados?

Y todos los agentes responden afirmativamente a través de sus pinganillos.

“Doña Manuela, ¿está preparada en el paso de cebra?
“Aquí estoy”
“De acuerdo, Doña Manuela, empiece a cruzar muy lentamente. Nuestro hombre tiene prisa”
“¿Lo hago ya?”
“Sí, sí, AHORA. ¡Está muy cerca!”

Y allá que me encuentro con una señora cruzando parsimoniosamente, lo cual me hace apretar los dientes. No puedo evitar que su paso de caracol reumático me crispe el gesto, aun sabiendo que esto ocasiona mucho júbilo en ELLOS, cuando aparezco por alguna pantalla por la que me pueden ver. ¿Cómo? No sé, vía satélite o algo.

La anciana ignora que yo SÉ que seguramente no sea una anciana, no imagina que yo SÉ que está puesta ahí para obstaculizarme el paso y hacerme perder tiempo. De hecho, cuando por fin termina de pasar, miro por el retrovisor y  la veo caminar más ligera en la acera. Son ELLOS.

Hay tres semáforos antes de salir a la carretera. Es casi imposible pillarlos todos en rojo. Eso nunca ocurre.
Salvo si tengo prisa, claro.

“¿Tenemos la posibilidad de que nuestro hombre encuentre los tres semáforos en rojo?”
“Algo se puede hacer”
“¡Háganlo!”

Y lo hacen.
Y de alguna manera también consiguen que permanezcan en rojo varios segundos más de lo normal. ¡Los muy cabrones!

“¡Atención, nuestro hombre abandona la ciudad!, ¿qué agentes tenemos en la carretera de Villena?
“Aquí agente Ramírez al frente de un pelotón de ciclistas”
“Aquí agente Múgica a punto de salir del polígono a la carretera con un trailer que porta una piedra de mármol de tres toneladas”
“Muy bien, muchachos, sálganle al paso. Ramírez, despliegue a sus hombres para que ocupen la calzada con sus bicicletas y le interrumpan el paso”
“Oh, vaya, lo siento, nos acaba de adelantar. Ha pasado más rápido de lo que esperábamos y no estábamos bien colocados”
“¡Maldita sea.! ¿Agente Múgica?
“Yo ya tengo la carretera bloqueada”
“Estupendo. Atención a todos los agentes posicionados en sentido contrario,  nuestro hombre va a querer rebasar al agente Múgica ¡no le permitan el adelantamiento!”

Y así, yo me encuentro con un diplodocus de ocho ruedas y una serpiente de autos sincronizados gota a gota para no dejarme suficiente hueco de maniobra. Si no fuera porque estoy muy  cabreado me reiría a carcajadas. Es tan evidente que son ELLOS...

Muchos minutos después consigo dejar atrás ese monstruo de mármol antediluviano. Respiro hondo.

“¿Torre de control?Nuestro hombre no tiene más obstáculos a la vista. ¿Lo dejamos por esta vez?”
“¡Ni pensarlo! Tiene que llegar lo más tarde posible al trabajo. ¿No hay más agentes por la zona?
“Me temo que no, aunque...”
“Dígame”
“Podemos encenderle el chivato de la gasolina por control remoto”
“¿Y eso para qué? No creo que pare a repostar teniendo prisa. Pero en fin, inténtenlo”

Veo iluminarse el círculo naranja en el salpicadero. ¡Ja! No sé cómo lo hacen. Es increíble.

“Aquí agente Palao desde la gasolinera. He visto a nuestro hombre pasar de largo”
“Era obvio. Es muy dado a apurar reserva. ¿Alguna otra idea?”
...
“¡Señores, quiero ideas! ¡Que para eso se les paga!”
“Emm... creo que puedo conseguir que reciba una llamada al móvil”
“¡¡No me sirve!!  ¡¡Eso no le hará parar!!”
“Ya, pero le pondrá nervioso”
“De acuerdo. Proceda”

Me suena el móvil. No le hago caso. La llamada insiste e insiste. Echo tan solo una mirada para ver quién es. Es mi suegra. No lo cojo. Luego la llamaré.

“¿Torre de control? Intento fallido”
“Bien, atención agentes de Villena, nuestro hombre se dispone a entrar en la ciudad. Quiero un buen despliegue para conseguir un retraso importante”

En la primera calle encuentro un furgón blanco avanzando como si pisara huevos.

“Atención, ¿algún agente en la calle principal?”
“Sí, aquí agente Ferris en furgón Toyota. Tengo a nuestro hombre justo a mis espaldas”
“Perfecto, ¡frene!”
“¿¿Aquí??”
“¡¡Sí, ahí, frene!!”

- ¿¿Pero qué hace este merluzo frenando en seco??- Toco el claxon con cara de loco.

“Me está pitando, ¿qué hago?”
“Ignórelo e intente aparcar”
“¿Dónde? Por aquí no hay huecos para aparcar”
“Estoy viendo que tiene uno a 20 metros”
“¡¡Pero si ahí no cabe ni una moto!!”
“Da lo mismo, usted inténtelo, ¿no ve que es solo una excusa?

-¡¡Hijodesumadre!!, ¿pues no pretende aparcar en ese hueco? Otro que está metido en el ajo, joder, ¡están por todas partes! ¡Lo bien que se lo están pasando hoy!

Entro a trabajar a las 13:05 (seguramente los segundos los habrán cronometrado ellos) Por fin respiro tranquilo y me dispongo a responder a la llamada de mi suegra.

- ¿Yo? No, yo no te he llamado.
 - Pero si tengo aquí una llamada perdida.
- Pues entonces es que le habré dado al botón sin querer...

No, no ha sido eso lo que ha sucedido, pero no se lo diré porque no me creería. 
Han sido ELLOS, por supuesto.

Me tienen hasta el corvejón los muy...
Ah, pero algún día encontraré la manera de desmantelar este complot. ¡Ya lo creo!

Quizás publicar esto hoy, podría ser el principio del fin.

20 de noviembre de 2012

EL NOMBRE DE VUESTROS BLOGS

¿Por qué este blog se llama A la edad del diablo?

Esta podría ser una pregunta del Trivial Blogger que yo pediría a los Reyes Magos si tal juego existiera.

Ya conté en su día la razón de que tenga este nombre. Y, por cierto, cuando ayer me dispuse a buscar dónde lo había hecho, me costó dios diablo y ayuda encontrarlo, porque no recordaba el título del post, y a estas alturas, con tanto escrito donde bucear... (¡increíble cómo crecen estos condenados sin que te des cuenta)

Finalmente descubrí que lo expliqué al cumplir los cincuenta (cincuenta posts, no cincuenta años, que para esto aún me faltan un par de siglos)

Hoy, a punto ya de llegar a la entrada nº 300, y preguntándome si los bloggers supervivientes tenéis todavía la misma ilusión que cuando empezasteis, quiero satisfacer una curiosidad que siempre me asalta cada vez que os visito.
Y es que ésta de hoy es una de esas entradas que tengo en mente desde hace mucho tiempo y que siempre ha sabido esperar pacientemente su oportunidad de saltar a la palestra.
Cuando hoy le he dicho que había llegado su hora, se ha vuelto loca de contenta, la pobre.

Mi curiosidad, en forma de preguntas, y al mismo tiempo de post, es la siguiente:

¿Por qué tu blog se llama como se llama?
¿Te costó mucho encontrarle un nombre?
¿Barajaste más de un título antes de bautizarlo definitivamente? 
¿Cuáles eran los candidatos que se quedaron llorando en la calle?

Y ya puestos... tu nick, ¿a qué es debido? ¿Por qué esa foto del avatar? Ya sé que muchos firmáis con vuestros verdaderos nombres, pero me gustaría conocer además los casos en los que no es así.

Todas estas particularidades, (que podrían formar parte del Trivial Blogger que yo pediría a los Reyes Magos si tal juego existiera) tal vez las hayáis contado alguna vez en vuestros blogs, y algunas sí las conozco, pero me da igual, hoy mi grado de curiosidad y fisgoneo ha llegado a su cota máxima y voy a pediros que me lo contéis por primera vez o de nuevo.
Además, no importa que hayáis participado poco o nada en este blog, me gustará saberlo igualmente, y así, ésta podría ser una entrada que, además de saciar mi malsana curiosidad, sirva en parte como promoción blogueril.

A cambio os diré algún secretillo, como que este blog estuvo a punto de llamarse Mi escribania. De hecho, ese es el nombre que consta en la URL . Y que también pensé en Diario de Joao (solo porque me gusta cómo suena mi nombre en portugués. Sí, pavadas de esas)

Me pregunto qué hubiera sucedido de haberse terminado llamando así. 
Con toda seguridad yo no firmaría entonces como JuanRa Diablo, y aunque hubiera seguido siendo un blog personal, mucha de la temática y la idiosincrasia ( del griego hacer el indio sin gracia) del mismo, no habrían existido.
No habría habido diablillos escondidos all around the world, ni un Museo del Diablo, ni yo tendría un Jefe con cuernos tan cabrón, ni os escribiría desde este bochornoso infierno (bochornoso no de calor, sino de la necesidad que tiene de que le pinte las paredes) 
Y hasta podría ser que hoy fuera yo una buena persona.

¡Qué cosas!

En fin, nada más que añadir. Entrad y poneos cómodos, que hoy he preparado la mesa camilla y una cafetera gorda para que me contéis esos reservados secretillos tan curiosos de vuestros blogs y de sus abajo firmantes.

Y oye, lo mismo un día todo podría formar parte de algún Trivial Blogger real, que entonces pediré por fin a los Reyes Magos.

12 de noviembre de 2012

Y ME ZAMPÉ LA MAGDALENA

Esta podría ser la última parte de una trilogía montañera que empezó AQUÍ, continuaba por ACÁ, y hoy llega a su meta final.

Primera nota premagdalenera:

Estuve a punto de desisitir un año más. La tendinitis del pie no remitía y los días fueron pasando hasta acabar mis vacaciones de verano, por lo que casi estaba resignado a dejarlo pendiente hasta el próximo agosto
Sin embargo, quizás por el hecho de que todos vosotros habíais sido testigos de mi intención de hacerlo, y porque, qué diablos,  la ilusión seguía intacta, me rebelé contra mí mismo. 
El pie dejó  de dolerme y pensé que, puesto que el verano no había acabado, no iba a aplazar esto por más tiempo, que los sueños ( sobre todo los que  no cuestan dinero) no se deben dejar de realizar. 
Así que esperé a que llegara el primer fin de semana, y ese domingo ya tenía todo preparado... para zamparme La Magdalena.

Segunda nota premagdalenera:

Me fastidia tener que contar esto, pero he de ser fiel a la verdad y admitir que yo estaba equivocado y que la sierra que me tenía enamorado no se llama La Magdalena, sino La Umbría del Factor. Pero, con el permiso de tantos yeclanos que me lo advirtieron, a estas alturas ya no puedo cambiarle el nombre con el que yo la soñaba, por lo que  me haré el tonto con este tema. 
Digamos que, igual que Vivien Leigh siempre será la señorita Escarlata en Lo que el viento se llevó, La Umbría será eternamente La Magdalena en A la edad del diablo.  
¿Algo que objetar?

Esta es la crónica con imágenes de aquel día.

Domingo  9 de septiembre de 2012. 7:00 de la mañana. Apamen me lleva en coche hasta la cantera del extremo este de la sierra. Yo llevo una mochila con bocadillos pequeños, bebida isotónica, un par de plátanos y unas nueces, unos pequeños prismáticos (te hice caso, Eli), una gorra, el móvil cargado y una cámara de video.
Empecé a ascender cuando el día amanecía.

Los primeros rayos de sol iluminaron con fuerza la cantera, dándole el aspecto de un gigantesco anfiteatro romano.

Empecé con muchas ganas de patear monte, sabiendo de antemano que me esperaban varios kilómetros por delante.
 El primer descanso para almorzar fue junto a esta guarida de... no sé, alguna alimaña, que no hizo acto de presencia. Menos mal, porque no estaba dispuesto a compartir mi bocata de tortilla.
En el recorrido alterné laderas inclinadas con caminos llanos, pero donde más disfruté fue atravesando una rambla natural con recovecos fascinantes.

Los típicos frutos silvestres que ayudan a sobrevivir a los entendidos, pero que a los ignorantes pueden matar para siempre. Sólo los fotografié.
¿Esculturas del Neolítico o señales hechas por los cazadores? Me gusta más creer  lo primero :p

No es el verdor asturiano, pero me gusta. Es el típico paisaje mediterráneo, seco,  en el que abundan los arbustos, matorrales y  pinos.

Una ventana natural en la roca. Al otro lado encontré... (si algún día escribiera relatos de fantasía os lo contaría)
Me llevó mucho tiempo atravesar  la masa de vegetación más densa, donde había trayectos con tanta arboleda que me encontraba en agradable penumbra.
Lástima que la batería de la cámara se agotó en lo mejor, la zona boscosa, que me gustaría volver a explorar algún día, pues fue una experiencia extraordinaria.
A la vuelta, ya en llano, pasé por una casa de labranza abierta al viento. En su interior pude fotografiar este polvoriento bodegón etílico.

También encontré un pozo que desprendía un frescor muy agradable. Me autorretraté en el agua del fondo, y en una pared dejé constancia de mi paso.


Primera nota postmagdalenera:

No puedo decir que todo acabara perfectamente. Las 11 horas de marcha me pasaron factura por la noche. El constante apoyo sobre la misma pierna durante el descenso debieron inflamarme algún tendón en un lateral de la rodilla derecha, ocasionándome unos pinchazos que mientras estuve en movimiento pude soportar. Pero después de la ducha y de echarme a descansar en el sofá, es decir, cuando la cosa se enfrió... ¡ayyyy, las pasé canutas! Un dolor insufrible que no me permitía moverme. Me tuvieron que llevar a la cama en la silla de ruedas del ordenador (Sese, abstente a hacer comentarios sobre la edad, ¡que te arreo! :p)
Al final,  a base de mucho Reflex y de aplicar calor en la zona, el dolor  fue remitiendo. 

Segunda nota postmagdalenera:

Quiero agradecer un regalo muy especial: estas dos fotos las hizo una yeclana que este verano hizo un vuelo en aeroplano y, sabedora de mi intención de subir  La Umbría del Factor La Magdalena, al sobrevolar mi querida  montaña la fotografió y me las envió con este título: "No veo al diablo" :D
Gracias Pteri. Unas fotos geniales que resultan un colofón de lujo a mi aventura.
 
La caminata me dejó molido, pero bien mereció la pena.
Y ya podré decir bien alto, cuando desde lejos la vea,
que por fin, amigos míos,  me zampé La Magdalena.

BONUS TRACK:
Dos videos de regalo sobre aquel día.
http://www.youtube.com/watch?v=wNvLzIdUNqQ&list=UURudn3XFd9XrEyYKrK_iNtQ&index=2&feature=plcp



6 de noviembre de 2012

Y ASÍ ME VA


Este mes de noviembre hará 4 años que falleció Joan Bautista Humet, a quien ya dediqué un adiós en su día.

Es curioso que sea hoy uno de mis cantantes preferidos cuando nunca seguí de cerca su carrera musical, y ni siquiera tenía discos de él en casa. Pero ocurría que cada vez que  escuchaba  temas suyos en la radio o en televisión, siempre encontraba  frases en sus letras que me tocaban algún resorte por dentro y me hacían reflexionar. 

Y es que Humet cantaba con una sensiblidad muy especial sobre todo tipo de sentimientos, y de una manera tan acertada que los hacía fácilmente reconocibles en uno mismo.

También me sucede que después de alguna larga  temporada sin escucharle, cuando casualmente llega a mis oídos alguno de sus temas más conocidos, como Clara, Que no soy yo, Hay que vivir o Solo soy un ser humano, siempre me resulta un emocionante redescubrimiento en el que encuentro matices nuevos en esas pequeñas historias que, por ser tan humanas,  serán siempre atemporales y no podrán pasar de moda.

Una vez soñé con Joan Bautista.
En una tienda de discos había encontrado esa tarde, sin andar buscándolo, un CD con sus grandes éxitos, a un precio irrisorio además, por lo que no dudé en llevármelo a casa. Esa noche lo escuché con atención y fue una experiencia impresionante, porque la mayoría de sus canciones me retrotrajeron a  tiempos de juventud, y otras que nunca había escuchado, corroboraron la impresión que siempre tuve de que era muy grande escribiendo canciones.

Una en concreto, El invento, me dejó perplejo, pues me hizo sentir completamente identificado con lo que decía, y de alguna manera, esa extraña sensación de verme reflejado tan vivamente en una canción, me afectaría lo suficiente como para que esa noche soñara que le conocía.

Joan Bautista estaba en un bar, sentado en la barra. Le vi tras la bruma del humo de los cigarrillos (entonces había humo en los bares, y por consiguiente en los sueños con bares) Yo me acercaba a él sin dudarlo porque me parecía un tipo accesible y cercano. Estaba escribiendo algo con un bolígrafo sobre un periódico y le pregunté qué era.
"Una canción que se me acaba de ocurrir", me dijo. Le preguntaba algo más que ya no recuerdo  y me contestaba diciendo mi nombre, cosa que me sorprendía mucho. "¿Cómo es que me conoces?", le pregunté. Y entonces me miraba y respondía algo así como "Te conozco porque tú tienes tanto miedo como yo"
Y sin entender ahora a qué se refería, no le pregunté nada más, porque en el sueño  encontraba mucha lógica a su respuesta. 
Después quise curiosear lo que estaba escribiendo sobre el periódico y solo alcancé a leer "... y así me va"

El caso es que hace poco volví a escuchar El invento y  recordé el sueño y la sensación que me produjo. Creo que debí insistir más a Humet en si realmente me conocía, porque esta canción me parece siempre haber sido escrita sobre mí y para mí. Y cuanto más pasa el tiempo, más soy yo.



EL INVENTO (1980)

Tengo la vida que deseé,
o al menos quiero pensarlo,
tengo mis buenos amigos,
un gato engreído,
y un coche que me compré,
pasando miedo en el escenario.

Tengo mil sueños que alucinar,
aunque se queden en nada,
media docena de hermanos,
un pueblo al que amo,
y tiempo para pensar,
o encapricharme de una mirada...

Y bien, ¿de qué me sirve el invento?,
estoy, y no me entero de quién soy,
pensé que me encontraba seguro en lo que amé,
pero la angustia sigue por dentro.

Tengo el valor de reconocer
que no soy mi único dueño,
pueden mandarme a galeras
y en casa me esperan
las trampas de mi mujer
... y la sonrisa de mi pequeño.

Cualquier chorrada me hace reír,
me gusta el cine de barrio,
tengo un amor escondido, lo desconocido,
y creo en el porvenir
... si es que vivimos para contarlo.

Tengo una causa que defender,
y yo ya sé cuando gano,
me gusta andar con la gente
que mira de frente,
y no me falta la fe,
para tragar y seguir tirando.

Y bien, ¿de qué me sirve el invento?,
estoy, y no me entero de quién soy,
será que uno no siempre se engaña a voluntad,
porque la angustia sigue por dentro.
Y así me va...

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De todas formas, si en ocasiones a ti también te asaltan  dudas, miedos, inseguridades... Si los anhelos y los sueños por cumplir parecen rezagarse siempre... Si  la incertidumbre te enturbia un poco el horizonte en esta constante búsqueda de la felicidad...  Si has descubierto ya  que el amar y el sufrir van siempre cogidos de la mano... Si detrás de muchos suspiros aún encuentras una pequeña gota de gasolina para seguir en marcha... Si    no entiendes muy bien en qué consiste esto de VIVIR pero, como yo, lo valoras como un tesoro inconmensurable... tendré que compartir entonces la dedicatoria de esta canción contigo, pues quizás también fuera escrita pensando en ti.

A fin de cuentas, quedó para todos nosotros el legado del ahora ya inmortal cantautor.