Mi hermana Ana me ha sugerido en más de una ocasión que cuente en el blog aquellos juegos con los que tanto nos entreteníamos hace años. (Mejor no digo cuántos, que se me seca la boca)
Esta misma mañana me reía recordando uno y me he decidido a escribir sobre el tema.
Os recuerdo que mis dos hermanos pequeños se llevan 7 y 8 años conmigo, y que fueron dos excelentes compañeros de juegos con los que pude dar rienda suelta a esa mezcla de imaginación y puntillo maquiavélico que siempre tengo tuve.
La cantidad de juegos en los que les hice partícipes es amplísima: Los Momitos, El Río, El Hotel Mustafá, Los Bomberos, El Árbol, El Coche Loco... por lo que, para no extenderme demasiado, me centraré hoy solo en tres: La Calle, El Circo y Los alemanes.
LA CALLE.- Este venía a ser simplemente un juego de interpretación y sugestión en el que, como en otros muchos, nos metíamos tanto en nuestros papeles que los vivíamos casi como algo real.
Fran y Ana eran, en éste y en otros tantos juegos, dos inocentes niños que estaban prácticamente solos en el mundo. Vivían en un barrio marginal y su madre, enferma en la cama, les daba algo de dinero para que bajaran a la calle a comprar medicamentos en la farmacia.
Esa calle era el pasillo del campo en el que siempre hemos vivido, un pasillo que oscurecíamos bajando todas las persianas de las habitaciones o simplemente jugando por la noche. Imaginadles en su tierna edad (entre los 6 y 9 años) cogidos de la mano, avanzando lentamente por ese pasillo -esa calle quiero decir - por la que deambulaban muchos borrachos, quinquis y drogadictos.
- Chist, niños - les salía yo al paso poniendo cara de tipo sospechoso - ¿tenéis dinero?
Ja. Si es que eran unos actores de tomo y lomo porque no me veían como su hermano mayor sino realmente como el tipo depravado que no se lo pensaría dos veces a la hora de darles un navajazo.
Iban sorteando todos los obstáculos como buenamente podían pero siempre terminaba por aparecer un loco que se abalanzaba sobre ellos con un grito inhumano que les obligaba a correr y esconderse debajo de las camas o dentro de algún armario. Matar, matar...
EL CIRCO.- He aquí a los dos huerfanitos Fran y Ana ganándose la vida trabajando en un circo que realizaba funciones por muchos países. Se pateaban medio mundo, pues lo mismo jugábamos un día al Circo de Polonia que al Circo de China al siguiente.
Había un denominador común y es que los espectadores (osea yo) eran siempre muy pero que muy exigentes. Si la función no resultaba de su agrado no se conformaban con que les devolvieran el dinero. ¡Qué va! Salían en estampida y en masa hacia ellos. Matar, matar...
¿Que en qué consistían las funciones? Nada, cuatro cosas: eran unos hermanos malabaristas que hacían la voltereta sobre una colchoneta, el pino contra la pared, el pinopuente en el suelo y alguna cosilla más, con mucho redoble de tambor y ovación de las masas.
Como a Fran no se le daba demasiado bien el pino, solía acabar dándose un coscorrón contra el suelo y entonces la tensión se podía mascar en el ambiente. El público en las gradas exigía algo grande y entonces Ana se tenía que esmerar mucho para contrarrestar esos fallos de su hermano.
Pero el número final, y atención, porque aquí llega el mayor espectáculo habido y por haber, era convertirse en llamas humanas.
Yo les ponía alcohol en las manos y lo prendía con un mechero. Ellos lo debían apagar rapidamente de un manotazo para que el público rugiera de emoción, pero como a mí se me iba la mano con la botella (cof, cof, sin querer, ¿eh?), a veces hacían desaparecer las llamas azules al segundo o tercer intento.
Todos sabemos lo que esto desagrada a los que asisten, digamos, al Circo de Yugoslavia. Matar, matar...
¡Cómo corrían los pobres! Escaldados y encima... a palos.
¿Cómo? ¿Que yo era un loco y un irresponsable? Vamos a ver, demasiado bueno fuí siempre para tener el Diablo dentro. Por algún sitio tenía que salir mi punto de maldad y el fuego, ¿no?
Además, preguntadle a ellos si lo pasaban bien o no.
(Y es que, claro, vosotros no imaginais lo que era ver cómo Fran apagaba con tanto nervio esas llamas que le socarraban los pelillos del brazo... ¡no hay espectáculo en el mundo que superara aquello!)
LOS ALEMANES.- Todo comenzaba con el sonido del motor de un avión acercándose y un grito de horror:
¡¡Los alemanes! ¡Vienen los alemanes!
El avión aterrizaba y descendía un JuanRa nazi con una cara de malas pulgas de las de echarse a temblar.
Se suponía que los dos pobrecitos hermanos, (aquellos a los que les robaban el dinero en la calle y que actuaban con mayor o menor éxito bajo las carpas) sabían perfectamente alemán, (por la cuenta que les traía)
El alemán se les quedaba mirando y exclamaba algo como:
- ¿Krasen Molen Heir?
Fran y Ana determinaban de antemano que lo mejor era que él no hablara porque el pobre siempre la terminaba cagando. Así que ante cualquier pregunta, él se limitaba a señalarse la garganta y emitir un aggg, aggg, que venía a decir:
"Señor alemán, a mi no me pregunte que soy mudo y además tengo una faringitis del catorce"
Ana, más resuelta, ponía su mejor sonrisa y pronunciaba:
- Ejk (Ejk era la única palabra en alemán que sabían y que significaba Guapo)
Por lo general, el alemán era tan vanidoso que sonreía como un bobo ante el piropo y los dejaba en paz, pero otras veces quería más conversación:
- Oh, Destrofen vulter monisken?
- Mm, no - decía tímidamente Ana
- ¿¿¿NOO?? - rugía el alemán
- Ah, yeah yeah- corregía ella nerviosa sin tener ni idea de lo que podía haber dicho.
Así de tonta era la cosa, pero de divertida al mismo tiempo pues yo llevaba las riendas hacia el grado de tensión que me diera la gana.
- ¿Parffij... mevissen o trevissen?
- Mevissen - se aventuraba a decir Ana.
- Ahhh, ¡¡Mevissen!! - decía el alemán alzando la voz.
- No, ¡Trevissen! - corregía ella temiendo haber metido la pata.
- ¿¿TREVISSEN??
- Mevissen, mevissen mevissen - volvía a rectificar.
Y todo esto con pulcra seriedad. Ay, si les daba por reirse... ¡Esto no era un juego, era la dura realidad!
Otras veces Ana conseguía hasta contarle chistes al alemán sin saber nada del idioma. Simplemente yo permitía que lo lograra, y el hombre reía abiertamente y cantaban juntos canciones alemanas que él a veces interrumpía para que ella prosiguiera hecha un manojo de nervios.
Al final se marchaba de buen humor.
Hasta que volvía en otra ocasión en la que Fran ya estaba obligado a hablar.
Pero Fran no daba pie con bola. El alemán no le entendía nunca. En sus deseperación, Fran a veces exclamaba
- ¡¡Ejk, ejk, ejk!!
Pero era peor. Terminaba a tiros con él. Matar, matar...
Lo curioso es que aquellos juegos no funcionan hoy con mis hijos.
Al de la calle no hemos jugado porque no tenemos un pasillo en condiciones; al del circo... uff, no sé, experimentar con cobayas no estaba mal, pero con seres humanos... ¡angelicos míos!
Y al de los alemanes... a éste sí he intentado jugar con ellos, pero cada vez que les hablo en alemán severo se descojonan en mi cara. ¡No se meten en sus papeles! Y así no hay manera.
Ay, Fran, Ana... ¡¡con vosotros sí que era divertido!!
31 comentarios:
Te lo pasabas poco bien tu. Yo lo recuerdo siendo el pequeño y mi hermana me las hacía pasar chungas del miedo que me metía. Por supuesto eran otros juegos, aunque también nos llevamos 7 años.
JAJAJAJA Por eso a tu hermano le dió por los idiomas!!!! tu sabes que trauma le causaste broder?
Y digo yo, esos dos niños crecieron.....te dicen que te quieren.....estás seguro que lo sienten de veras?..yo de ti cuando fuera al campo dormiría con un ojo abierto por si acaso........
Joer, qué panda, JuanRa, qué panda estabáis hechos todos! XDDDDDD
Tus hijos son de otra generación..pero tú tienes recursos para todos,porque Juan..contigo aburrirse era y es IMPOSIBLE!!!!
Con la malísima memoria que tengo recuerdo aquellos juegos con todo detalle...las mañaniitas en la marquesina cuando yo jugaba tranquilamente a la goma y de repente oía el sonido de los aviones aproximándose...que emoción,qué miedo,que bien,qué mal...todo a la vez!!! era divertidísimo...la calle daba más miedo aún..porque era como un pasaje del terror...nunca sabías si el borracho que nos encontrabamos tirado en el suelo estaba inconsciente o al acecho...y cuando lo sorteábamos casi sin respirar y creíamos haberlo conseguido con éxito de repente estiraba su mano y nos agarraba el pie a la vez que todos dábamos un grito AAAAAAAAAHHHHHHH!
El circo a mí me gustaba especialmente porque a mí se me daban muy bien todas esas cosas que nos pedían..pero al pobre Fran...recuerdo su cara palidecer cuando sus manos no aguantaban haciendo el pino y terminaba con su típico aterrizaje forzoso contra el suelo CLOC!!!! murmullos del público y A CORREEEEER!!!
Tuve la infancia más divertida del planeta...gracias a tu maravillosa imaginación..qué envidia me dan tus hijos.
por cierto..como que cobayas????
Wonderful. Ana me ha ido leyendo entre carcajadas. Yo le decía entre asustado e interrogativo:
- "¿manos con fuego? ¿A unos niños pequeños?"
Ella, en medio de una carcajada de barriga, intensa, me dice:
-"ja,ja,ja..síiii,..ja,ja..."
Os lo tuvisteis que pasar cañón. Eres creativo, siempre lo has sido...¡genial!
Wonderful. Ana me ha ido leyendo entre carcajadas. Yo le decía entre asustado e interrogativo:
- "¿manos con fuego? ¿A unos niños pequeños?"
Ella, en medio de una carcajada de barriga, intensa, me dice:
-"ja,ja,ja..síiii,..ja,ja..."
Os lo tuvisteis que pasar cañón. Eres creativo, siempre lo has sido...¡genial!
Pero Juanra cómo podemos pretender que nuestros hijos jueguen a esos "juegos de antaño" con las playstation, wii, tdt con mil canales, etc. que tienen ahora? Nosotros tan sólo teniamos un canal de Tv en B y N aburrido a más no poder, y el UHF que empezaba a las 8 de la tarde y hacía algo de dibujos animados. Había que ingeniárselas para no aburrirse en los tres meses largos de verano, que en el campo y sin piscina todavía eran más largos y por supuestos calurosos, como ahora. Espero que algún día cites aqui el mítico "Tom y Jerry", que junto a "El Olonés" formaban una panda de aúpa. Por cierto el personaje de "El Olonés" aún lo arrastro en algunas facetas de mi vida...
Ahh y el mítico "Hotel Mustafá"...REcuerdo como si fuera ahora mismo aquellas cucharadas de leche condensada impregnadas de granos de Nescafé que me hacías tragas....puaggg..que ascoooo y con ese calor...puaggg.....En fin, my frien...What those times....!!!
Ahora bien, la pregunta és,,,Cualquier tiempo pasado fue mejor? Si hubieras tenido internet y la blogosfera a tu alcance hoy escribirías sobre esos juegos? la respuesta está clara.
Una forta abraçada..."Sí mi jefe..."
Fdo. El Olonés
Ahora comprendo lo de "Diablo"... Si es que te reservabas siempre el papel malvado!! Lo de tus hijos es que son de otra generación, supongo. Mi hermana y yo nos entreteníamos interpretando "La venganza de Don Mendo" siguiendo la versión teatral ilustrada de un libro que tenía mi abuela. Dudo que los niños de hoy le encontraran gracia a eso XDD
saluditos
Una duda broder, que hacía vuestra amantísima madre cuando veía a los pequeños envueltos en llamas?
Madre mía! Lo del miedo provocado lo entiendo, ¿quién no ha ido atraído hacia la oscuridad con el cosquilleo que da el miedo de mentirijillas que luego te acabas creyendo?
Pero ¡alcohol! y ¡fuego! Ya solo uno de esos elementos es totalmente tabú en manos de niños ¡mucho menos juntos!.
Bueno, si tus hermanos no te guardan rencor todo perfecto...Será que el uso del alcohol tenía un doble uso: el de la combustión y anestesiarles con los efluvios. ;)
¿Nunca has notado un picorcillo en la espalda? ¿O un dolor repentino en el estómago? ¿Te has fijado si tus hermanos ya de adultos juegan con muñecos (de vudú)? :P
Nadie puede negar que ya eras diablo diablo.
Leyéndote he recordado lo creíble que parece todo cuando eres pequeñ@ simplemente por imaginártelo. A mi todavía me pasa. Es que me pongo a pensar en la declaración de la renta y me entran sudores fríos... :P
Las nuevas generaciones...pues eso, salen muy listos. Ya no se creen ná. ;)
Matar, matar, ¡jajajaj! Ay, qué risa, JuanRa. Desde luego eres lo que no hay. Tengo que decir que mientras leía lo referente al juego de La Calle me ha entrado un canguele... No hay cosa que me dé más miedo que saber que me voy a llevar un susto en cualquier momento, ¡por eso nunca he entrado a un pasaje del terror, me muero!
Qué decir del numerito de las llamas humanas, ¿¿se puede ser más animal?? Se lo voy a leer a mi hermana para que vea que el hecho de que le hiciera tomar chupitos de vinagre cuando éramos pequeñas se queda en nada...
Y no me quiero ni imaginar la tensión durante las conversaciones con el alemán nazi. -¿¿TREVISSEN?? - Mevissen, mevissen mevissen, ¡jajajaja, pobre Ana!
Eso es imaginación y lo demás son tonterías. ¡Lo que me gustan tus batallitas familiares!
Madre mía, en mi vida hubiera imaginado que al final tus juegos de pequeño se resumieran en: "matar, matar, matar". Yo una vez me convertí en llama humana (sin intención, claro). En mi vida he aplaudido con tanto entusiasmo XD.
PS: Diles a tus hermanos que conozco un abogado fantástico que les conseguiría un buen pellizco por daños morales ;).
¡Madre mía!, ¿fuego? pero claro viniendo de ti no me puede sorprender, jaja, que desalmado...Hablar alemán parece dificil, y mas el inventado, ¿no?
Que bien te lo pasabas con tus hermanitos, yo con los míos jugaba al parchís y al escondite, jeje, ¿si hubiera sabido la de tormentos que podía haberles hecho? Que pena, me hubiera aprovechado mejor de mi condición de hermana mayor.
:D
El juego de los alemanes nunca me gustó. Todo lo que decía lo decía mal y siempre era Ana la que salvaba la situación así que ahí era un cero a la izquierda y no me gustaba tener que participar de mudo y tonto al mismo tiempo. Los otros me gustaban más y recuerdo que teniendo las manos en llamas decías...Todavía no, todavía no y cuando veías el primer gesto: AHORA!!! Tu punto malvado resurgía en todos ellos. Fueron años de juegos muy imaginativos y con mucha diversión. FRAN
A ver...un poco de colonia en las palmas de las manos es suficiente para que salgan unas llamitas azules...el problema era cuando Fran quería compensar en el número final su caótica actuación...y se dejaba remojar y remojar...algún sustillo nos hemos llevado..eh Juan?
Pues si conocieran el juego de los bomberos......esto no es NA DE NA...
Desde luego qué bien os lo pasabais con tan sólo un poco de imaginación... Eso es lo que hace falta hoy en día, más imaginación y menos tele. Me voy a inventar yo el juego del holandés,que ese sí me sale bien y lo pondré en práctica este verano con mis sobris...a ver qué pasa...
Jaja, qué interesante Diablo :) Os lo pasaríais muy bien, de eso no hay duda jaja. Pero ahora son otros tiempos, otros gustos, y sobre todo, son distintos niños. Habrá que inventar otros juegos, ¿no te parece? =) Un beso
¿¿Le prendías fuego a las manos de tus hermanos?? :o ¿Cómo tienen las palmas a día de hoy? XD
Me llama la atención cómo todos los juegos consistían en acojonar a tus hermanos y que se lo curraran para no acabar "muertos".
Al final sí que va a ser verdad que eres el mismísimo diablo...
papacangrejo:
Diría que somos mayoría los hermanos mayores que nos divertimos a costa de los pequeños. Debe ser algo inevitable, jeje
Pero no sé por qué no hiciste uso de tus pinzas, papacangrejo :p
Anónima de Sax:
De todas forma mi alemán no viene en los manuales. Con él no pueden ni Franes ni refranes.
Por cierto, cuando voy al campo soy el único que duerme con pestillo. Mejor prevenir, ¿no? :D
Diablomadar no se enteraba de que yo flambebaba a mis hermanos. No que yo recuerde. Ella los imaginaba "a buen recaudo", ya ves...
Speedygirl:
Nahh, no creas, estas cosas pasan mucho.
anasister:
Menos mal que vienes para dejarme en buen lugar, (aunque sabía que lo harías) porque por muy diver que lo cuente, la peña me está mirando con ojos de "Uy éste... a éste hay que atarlo corto" :S
Eso digo yo, mejor no cuento el juego de Los Bomberos, ni el del Coche Loco, o me sentencian pa los restos :S
Noo, lo de cobayas lo he dicho en alemán. No me has entendido (jijiji)
ivan:
Yo debería haber fundado la empresa CreaTorcidillo, creando juegos retorcidos. Pero no te asustes, ya ves que no era más que colonia para perfumarles. El que le aplicara un mechero es un detalle sin importancia. La chispa del juego.
De imaginar la risa de Ana, ya me río. :D
Txema/Olonés:
Pues supongo que cada generación lo ha pasado bien con lo suyo pero a la hora de darle al cabolo y entretenernos con cualquier chuminada les ganamos a nuestros hijos por goleada, ¿no crees?
Lo de Tom y Jerry (Y Ernest, y El Olonés...) es tan complejo de contar que no me atrevo, pero quién sabe si algún día... Lástima no tener todos aquellos planos y artilugios varios de nuestros escondites.
Algunos de los menús del Hotel Mustafá si que los conservo; el día que cuente aquello... me tachan de loco para siempre. :D
Pues eso digo yo... si me hubieran cambiado los indios por la Wii... ¿qué hubiera sido de mí/nosotros entonces?
Lillu:
Oye, qué nivel de juego el vuestro, en plan Mujercitas hacíendo sus obras de teatro. :)
Yo con eso me habria entretenido mucho, estoy seguro; siempre y cuando hubiera puesto algo de tabasco en alguna bebida y cosas así, claro :p
Mae Wom:
Veo que la mención del alcohol ha sido impactante. Me recuerda mi hermana que era colonia lo que utilizaba yo para flambearles. Imagino que de esta forma, si aparecía un adulto responsable, siempre podría alegar que simplemente les estaba perfumando. "¿Y ese mechero?" "Ah, no sé, yo no fumo..."
No creo que me hagan vudú pero ahora que lo dices intentaré que no viajen a Haití, por si pillan ideas xDD
Y me acabas de dar la base para un juego terrorífico, aunque éste para mayores: El Inspector de Hacienda. ¿Ehh?? El sudorcillo frío que te ha entrao al imaginarlo, no me digas que no.
Pecosa:
Pues si te dan miedo los sustos ya no puedes jugar a La Calle. Bueno, pues tendrás que hacer el pino con una mano para contrarrestar. Y alcohol hasta los codos! Y hablar alemán a toda velocidad! Y... ¿¿CÓMO?? ¿¿QUÉ VEN MIS OJOS??
¿¿QUE LE HACÍAS TOMAR CHUPITOS DE VINAGRE A TU HERMANA?? ¡¡Qué fuerte!! Jamás se me hubiera ocurrido a mi semejante salvajada. ¡¡Pero Pecosa, tíaa!!
Doctora Anchoa:
Mis esfuerzos me cuesta mantener mi estatus de malo. Que luego leeis eso de JuanRa Diablo y ni tembláis ni nada. Pues sí y mil veces sí: era malo hasta decir basta.
PD. Tendrás que contar eso de la Anchoa Antorcha, que suena diver :P
PD2. A ver si "el buen pellizco" te lo voy a dar yo a ti por dar ideas... xD
Ana:
¿Al parchis y al escondite? Mmm, le falta vidilla a eso. Yo te hubiera podido dar unas clases para Retorcida del Año que te habrían venido muy bien.
FRAN:
Ah, espera, que me acabas de recordar que era YO el que decidía cuando podíais apagar el fuego... claaro, si lo hacíais enseguida yo no disfrutaba. Joer, lo mío era digno de estudio.
Oye, ¿no te apetece recordar viejos tiempos? Pero ahora que hemos crecido le podíamos poner más emoción, ¿vale?
Voy a comprar un bidón de gasolina.
Nuria:
¡El Holandés! Ya tiene pegada el nombre para buen juego. Recuerda que no debes reirte ni permitir que lo hagan ellos y que tienes que ser borde hasta el infinito y... no sé, no sé, ¿sabrás jugar? :p
Natalia:
¿Nuevos juegos? Vale, dame ideas. Yo propongo algunos nombres a ver si te gustan: El Decapitador, El Vampiro tóxico, El tatuador del cementerio, El Alpinista envidioso...
peibol:
No, las manos muy bien, la cirugía les borró las manchas y cicatrices. :D
Pues solo he contado tres, pero casi todos tenían su puntillo sádico. Hombre, ya que me ponía a jugar, qué menos que divertirme xD
Jajaja! Lo del "Inspector de Hacienda" suena a juego solo para adultos. ¡Demasiado Antonio Recio y su "guardia civil" tienen la culpa por mi parte! Jaja
Pero poniéndonos serios :P ya me imagino el decorado: un largo pasillo oscuro, una mesa al fondo pobremente iluminada por una lamparita y un señor con bigotillo a lo José Luis López Vázquez con un sello en la mano dispuesto a estampar "A PAGAR" si no llevas todos los impresos correctamente rellenados. HUAHAHAHAHAHA!!!
Tomás:
Mi pegunta es: YO DONDE ESTABA??
Que pena no haber seguido mas de cerca esos juegos. Recuerdo todos, y haberos visto de pasada, pero entonces me parecian un poco rollo. Ahora me encantaría verlos jugando... Recuerdo lo de las llamas, que solíais hacerlo en penumbra para que se viera más, me suena ver a Fran agitando sus manos compulsivamente a la par que fingjiendo una cara de profesional del Circo...
Recuerdo verlos agarrados a las repisas del armario a punto de caerse, esperando que por el suelo, que no era ni más ni menos el mismisimo rio Amazonas, pasara un tronco (que eras tú) flotando antes de ser devorado por los cocodrilos, ni que decir que el tronco se apartaba a su antojo, como si un remolino lo apartara justo cuando el pobre Fran se dejaba caer a plomo sobre él.....
Que bueno.... Recuerdo haber colaborado un vez como alemán amigo del alemán... Un cameo que se dice.....
Mae Wom:
Ah, claro, claro, el pasillo muy largo y en penumbra y al fondo el tipo con bigotillo, con bigotillo Lopezvazquiano, jajajaja.
Habrá que estudiar cómo hacer para que todos disfruten, porque a priori diría que solo lo pasaría bien el del bigote, con su tampón echando humo. Ah, ya sé, el resto tiene que ingeniárselas para evadir capital y blanquear dinero negro. Ve tomando notas, Mae. ¡Estas navidades lo lanzamos al mercado, jeje!
Tomás:
Habría apostado lo que fuera a que dirías eso: ¿Y yo dónde estaba? Jajajaja
A ti no te decíamos nada porque pasabas de estas cosas. Con tu Vespa y tu flequillo molón tenías bastante.
El chichonaco de Fran queriendo saltar al tronco es inolvidable. Si es que lo recordamos hasta cayendo en cámara lenta: Salto- Vacío- Me voy a caer- Manos en mueble- Cabeza abajo- Gravedad- CATACRACK!! ¡El pobre! Le debo una.
¿Hubo alemán de refuerzo? ¡Qué bueno! No lo recuerdo :D
¿¿El Tomi con Vespa y flequillo molón?? ¿NO HAY PRUEBAS GRÁFICAS DE ESOOO?
Jajajaja. Las hay, las hay. Entraré en negociaciones para que lo compruebes :D
Pues estará chupao salir airoso, no hay que más que tomar nota de políticos, banqueros, famosos...¡tenemos verdaderos manuales vivos! :D
Qué recuerdos tan entrañables, y qué peligro teníais.
Pero lo entiendo, porque, aunque sin tanta elaboración, a mí también me gustaba jugar a pasar miedo.
Y tenía yo una amiga con la que jugaba a hablar "en extranjero". Nos montábamos unas conversaciones muy profundas, a base de "-Escon jes tofe? -Jasten foil!", y cosas así. Y nos entendíamos, por supuesto.
Enhorabuena por una infancia tan divertida y por tu insólita -y un poquito sádica- imaginación.
Sin comentarios.
Yo era el pequeño de 4 hermanos.
(no sabes las veces que tuve que intentar atravesar paredes como no se que puto heroe de tv.)
Esque los niños de ahora... (Lo digo como si tuviera 80 años) no saben jugar.
Yo que soy hija unica, jugaba con mi padre. Mi juego favorito era la cueva del ogro. Mi padre se tumbaba en la cama (el ogro dormia en su cueva) y yo tenia que entrar sigilosamente a la cueva arrastrandome por el suelo y colandome por donde podia para encontar el tesoro... Pero... ai si el ogro se despertaba...
Rugia como un buldog con ronquera y me mataba a cosquillas!!
Era muy divertido..
Mae:
Pues también es verdad, con fijarse un poco... Porque clases particulares no creo que den. Digo yo.
Ángeles:
Y voy yo y me vanaglorio de haber sido malo malote, ya ves :D
Me ha hecho gracia eso de jugar a hablar en extranjero y lograr entenderos. Mucho os debíais conocer para saber por dónde iban los tiros. Os imagino hablando de "novietes" con ellos presentes pero en la inopia. xD
Salfenuns muckins, Gelikens :)
Manuel:
Pobret! ¿Y no te quedó un chichón crónico?
Ahora que lo dices un poco noqueao sí que pareces haber quedado, sí :p
Un abrazo
Sally the ragdoll:
Bienvenida, Sally.
Y enhorabuena por haber tenido un ingenioso ogro como padre :D No hace falta que asegures que era divertido. Lo imagino perfectamente.
Gracias por compartir tu experiencia.
Ahivaaaa! Algún tornillo sí que te falta macho...jjjjjjjjj menos mal que tus hijos sí que son responsables.
carlos
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