20 de febrero de 2019

NADA TODAVÍA


Día 1
Fue entonces cuando llegaron las nubes.
Nubes oscuras como minas de carbón.
Avanzaron sobre el valle, secuestrando la luz a su paso.

Y de repente, la lluvia.
Me apresuré a cerrar las contraventanas, pero cuando entré en la casa ya estaba completamente calado.

Día 4
La lluvia.
Con su muda cadencia, con su silencio sonoro.
La lluvia es música de algún instrumento melancólico
que improvisa sus notas sobre el cristal.

No me importa que los papeles se quedaran sobre la hierba.
No había escrito nada en ellos.
O apenas nada todavía.

Día 7
Pensé  que este aroma a soledad siempre me agradaría.
Pero me siento perdido.
Mis pasos por la casa no tienen rumbo.
Y el tiempo se diluye en la taza del café.

Día 8
Cada mañana subo al desván para comprobar si mis unicornios siguen allí. 
Siempre los encuentro dormidos, aletargados.
Tal vez heridos, no lo sé.

Día 12
Las gotas se reflejan en la esfera del reloj.
Miro el remolino del café girando en la taza.
Nada todavía.

Día 15
Sin sol, todos los días parecen el mismo día.
Todo es igual, nada varía.

Cada noche una voz me dice  que la niebla no será eterna.
O eso me parece oír.

Día 16
Creo recordar lo que escribí en mis papeles:
“Pero entonces las nubes abrirán el horizonte
y de la luz renovada saciaré mi sed de vida”

Día 19
Nada todavía.

Día 30
No puedo seguir esperando a que escampe.
Mis unicornios se mueren.
Tengo que recuperar las fuerzas necesarias para soplar.



11 comentarios:

belenmadrid dijo...

Qué bonito...

Ángeles dijo...

A veces tarda un poco en desvanecerse, pero tarde o temprano la niebla se va. Entonces saldrá el sol y los unicornios volverán a trotar felices.
Hace falta paciencia y fe, porque la espera puede hacerse un poco larga, pero cuando vuelva la luz te parecerá más bella y alegre que nunca antes.

Es un texto precioso, y en sí mismo un primer rayito de sol.

Montse dijo...

Precioso el texto, JuanRa, es una prosa poética que me encanta y más cuando en esa nada hay un final esperanzador. La lluvia tiene eso, que nos pone melancólicos y nos saca el poeta que llevamos dentro.
Muchos besos!!

Raquel dijo...

Me ha encantado.
:)

JuanRa Diablo dijo...

belenmadrid:

¡Qué alegría me ha dado verte por aquí, géminis!
Muchas gracias ;)

Ángeles:

Después de La Niebla siempre llega El resplandor del sol. (¡Toma publicidad subliminal de nuestro amigo Steve! xD)

Gracias, Ángeles, me alegra mucho que te guste.

Montse:

La lluvia, sí, el alma visible de la Naturaleza, que a veces nos impregna de su espiritualidad y su poesía.
Gracias, (y que no nos falte nunca nuestro rayo de sol!)

Un fuerte abrazo, Montse

Raquel:

Pues me encanta que te encante.
Gracias, Raquel :)

Anónimo dijo...

Pero yo quisiera saber cuál es el sentido oculto, qué te ha movido a escribir esto que me parece tan bello...sí, ya sé que la excusa que me pondrás será la del misterio de la Poesía, la Belleza del Misterio, etc,etc pero yo creo que siempre hay una explicación "científica". A ver si la desvelas...

Conxita C. dijo...

Se dice que el clima afecta también al estado de ánimo. Cualquier lugar visto con la luz brillante del sol y ese mismo paisaje entre lluvias y niebla no parecen lo mismo pero sabemos que en algún momento saldrá el sol.
Me ha gustado este texto un tanto poético y me quedo con ese mensaje, la niebla también se levantará.
Besos

Ana Bohemia dijo...

Muy bonito, engancha y sabe a poco, dan ganas de saber mas...
Saludos JuanRa

Lo q Leo dijo...

Me guuuuuuuuuta!!

Manuela Fernández dijo...

Hacía tiempo que no leía algo tan bonito, tan bien expresado, metáfora de una vida. Espectacular.
SAludos.

JuanRa Diablo dijo...

Anónimo:

La desvelo si me desvelas tu identidad, que me he quedado muy intrigado, ¿sabes?
Gracias de todas formas :)


Conxita:

Y tanto que influye el clima en nuestro estado de ánimo. Por fortuna a mi la lluvia no me deprime. Es tan poco habitual en la zona en la que vivo que los días de lluvia me encantan.

Pero eso sí, que no tarde en lucirnos el sol, ¿eh?
Un abrazo, Conxita.

Ana Bohemia:

Pues no hay más de momento, jaja. Porque además me pillas en una etapa de sequía bloguera. ¡Estas musas me tienen abandonado!
Un beso, Anita

Lo q Leo:

Chaaaachiii :D

Manuela Fernández:

Muchas gracias, Manuela. Me halaga mucho tu comentario.