Hubo un tiempo, primero en la niñez y después en la adolescencia, en que me gustaba escribir diarios. Compraba libretas de poco grosor y las iba llenando con todo lo que me acontecía.
Aquellas libretas fueron dando tumbos de un lugar a otro y muy fácilmente podrían haberse perdido, como se perdieron muchos de los tebeos que guardaba en el trastero del campo, simplemente porque con el papel de sus páginas hacían sus nidos los ratones. (Malditos roedores, que se comieron a Carpanta, a Anacleto y a tantos otros)
Aquellas libretas fueron dando tumbos de un lugar a otro y muy fácilmente podrían haberse perdido, como se perdieron muchos de los tebeos que guardaba en el trastero del campo, simplemente porque con el papel de sus páginas hacían sus nidos los ratones. (Malditos roedores, que se comieron a Carpanta, a Anacleto y a tantos otros)
Por fortuna no se cebaron con las libretas del colegio, ni con los diarios, y hace unos años las rescaté todas de aquel lugar para guardarlas con mimo en mi casa, con la intención de echarles un vistazo algún día.
Sabía que tenía esa veintena de libretas esperando su momento, pero nunca antes me dio por abrirlas, hasta que recientemente leí cuatro de ellas. Tengo que admitir que no imaginaba que viviría una experiencia tan especial.
La más antigua es de 1975. A mis nueve años ya escribía sobre mi familia, mis aficiones o los programas que me gustaba ver en la tele (pegando algún cromo alusivo o haciendo algún dibujo a modo de explicación)
Es curioso que a pesar de que escribiera solo para mí, en ocasiones me dirigía a los posibles lectores... ¡tratándoles de Ustedes! Lo educadito que era de niño..., quién habría dicho entonces que me tornaría en un despreciable diablo.
Esto me volvió a recordar lo que ya conté una vez por aquí, que yo ya tenía blogs cuando aún no existían, y que en mi interior anhelaba que hubiera gente a la que dirigir mis creaciones.
Pero donde realmente disfruté fue con la lectura de las otras tres libretas, correspondientes a cinco meses del año 1981.
Tenía entonces 14 años y acababa de entrar en el Instituto, un cambio importante y plagado de novedades a todos los niveles. Si bien hay demasiados datos poco trascendentales en los que me limité a contar qué asignaturas teníamos cada día y qué es lo que estudiábamos, que me hicieron la lectura algo monótona, fui encontrando por aquí y por allá curiosas anécdotas y entrañables recuerdos que tenía prácticamente olvidados. El hecho de que fuera el JuanRa de los 14 años el que viniera desde el pasado a refrescármelos, con tanta candidez, con aquella despreocupación de la juventud, pero también con las inquietudes e inseguridades de entonces, me emocionaron vivamente. Además describí de vez en cuando escenas con mis abuelos, que entonces aún vivían, y con nuestro querido perro Tranquilo, convirtiendo aquellos breves episodios en preciosos instantes .
No me resisto a compartir algunos pasajes de ese diario con Ustedes, los maravillosos lectores que por fin aparecieron en mi vida.
(Copio tal cual escribí entonces)
24 febrero 1981
Hoy todo el pais ha estado atento a las noticias. Ayer en el congreso de los diputados se preparaba la elección del nuevo presidente de UCD, (ya que Adolfo Suárez dimitió de su cargo) cuando sobre las 4,30 de la tarde se oyeron voces de la guardia civil que entraba en el salón mandando a todos los políticos (hombres y mujeres que allí se encontraban) que se arrojaran al suelo. Después se oyeron disparos al techo, lo que hizo que la mayoría de las personas se tumbaran en el suelo llenos de espanto e intriga.
La guardia civil decia que no pasaría nada, solo que cumplieran sus órdenes y que el ejército estaba con ellos, cosa que no era verdad.
En efecto se ha intentado un fuerte golpe de estado.
Esta mañana los políticos seguian retenidos, solo habían dejado marcharse a las mujeres.
Al entrar en mi clase, la mayoría de compañeros se habían traído radios de bolsillo para enterarse de como marchaba todo. Nadie bajó al recreo y en la radio solo se oía música militar. Algunos profesores no han venido, otros han dado la clase con normalidad. Con Sagrario de Historia hemos hecho el examen de Africa política y no se me ha dado mal.
(Me reí mucho con eso del "fuerte" golpe de estado, ¿habrá golpes de estado suaves? Fue una casualidad enorme el que leyera esto el mismo día en que se anunció el fallecimiento de Suárez)
27 febrero 1981
Hoy, cuando mi madre llevaba al colegio a mis hermanos y al Instituto a mí, el coche se ha calado. Tomás y yo nos hemos bajado para empujar y cuando por fin ha arrancado, lo que faltaba para el duro, Tranquilo ha llegado corriendo para seguirnos. Por más que le gritábamos que volviera a casa no ha obedecido. Mi madre estaba furiosa porque al llegar a la ciudad el perro seguía detrás y no quería correr para perderlo pero se nos estaba haciendo muy tarde.
Al llegar al Instituto y apearme, Tranquilo ha debido pensar que le iba a zurrar y no se le ha ocurrido otra cosa que meterse debajo del coche. Mi madre estaba negra.
Todos hemos llegado tarde. El conserje me ha echado la bronca y por poco no me deja entrar.
(El día acababa con una posdata: ¡Ah, mi madre ha perdonado a Tranquilo!)
5 marzo 1981
Anoche hubo un temblor de tierra que se notó en toda Elda y Petrel. En el campo no notamos nada, pero hoy los compañeros contaban cómo se movieron algunos muebles, temblaron las ventanas y hasta se balancearon las lámparas.
Después he oído en el informativo Aitana que el terremoto fue de escala cuatro y pico y que se notó en toda Alicante y hasta en Valencia.
(Me llamó mucho la atención ver escrito el nombre de Aitana. Entonces había un informativo regional llamado así, pues la antena que sirve de señal de emisión a la Comunidad Valenciana, está situada en la Sierra de Aitana. Ni por asomo habría imaginado yo entonces que 26 años después tendría una hija a la que pondríamos ese nombre)
6 marzo 1981
Jamás me hubiera imaginado lo que me ha contado hoy mi madre sobre Hortensia, mi profesora de Ciencias Naturales. Me ha dicho que hace ya muchos años, pasó por la entrada del cine Cervantes de Petrel y vio expuestos unos fichajes con fotos de la película que se iba a proyectar. Le parecieron inmorales y toda decidida y sin mediar palabra con nadie, entró, cogió esas fotos y las rompió en mil pedazos mientras gritaba "¡Basura, basura!" Aquello la metió en un buen lio y estuvo en juicio y todo. A mi me cae bien pero hay que reconocer que cuando se pone de mala leche da miedo.
(Donde dice fichajes quise decir afiches)
10 marzo de 1981
Elia se ha dado de baja para dar a luz, así que hoy ha llegado nuevo profesor de inglés. Se llama Albert. Entre que no ha dicho ni una palabra en español y que tiene pinta de extranjero nos hemos quedado de piedra al decirnos que era de Madrid. Presiento que me va a caer bien. No permite fumar en clase, lo que me parece estupendo y nos ha dicho que un día a la semana nos pondrá música. ¡Genial!
(Aquí quedé muy sorprendido al leer eso de “no permite fumar en clase”. ¿Los jóvenes de 14 o 15 fumaban entonces? Haciendo memoria recordé que sí, que algunos repetidores de 16 años se encendían sus cigarrillos en clase con total libertad. Como decía aquella zarzuela: Los tiempos cambian que es una barbaridad)
12 marzo 1981
Incidente a primera hora en clase de inglés cuando Albert estaba explicando la lección. Cartagena estaba más pesado que nunca y Albert, que está resultando nerviosillo, en un movimiento rápido le ha soltado un tortazo fuerte al mismo tiempo que le decía ¡Para ya!
Nos hemos quedado todos de piedra porque el tortazo ha sonado fuerte fuerte. Inmediatamente después, Albert le ha pedido disculpas, diciéndole que lo ha hecho sin pensar y que se le ha escapado la mano. Se ha sentido tan mal que hasta le ha pedido que le devolviese el tortazo, y le ponía la cara y todo, pero Cartagena no ha querido. Ha sido un momento desagradable.
30 marzo 1981
Dicen en las noticias que Ronald Reagan ha sufrido un grave atentado. Al parecer ha recibido un balazo en un riñón, disparado por un chico de 25 años al que no debía caerle bien el nuevo presidente. Se ha armado un buen revuelo.
(Mirando en internet leo que la bala le atravesó un pulmón, no un riñón. Ese mismo día mi madre cumplía 40 años)
9 abril 1981
Hoy no nos dejaban entrar al Instituto porque ha habido un aviso de bomba. Paparruchas, como siempre. A la media hora entrabamos después de comprobar que era una falsa alarma, pero muchos han aprovechado para largarse a casa.
Nueva ocurrencia de Belda (este era el payaso de la clase, un mal estudiante pero divertido como ninguno y que nos caía bien a todos. Se le ocurrían mil disparates y sabía convencernos para que los lleváramos a cabo)
Nos ha dicho que gastemos una broma a Carmen (la profesora de Lengua, que solía hacernos callar con un CHIIIST muy sonoro) Ha pedido que estemos atentos y cuando Carmen diga CHIIIST respondamos todos con un BOOOM.
Y así ha ocurrido. Después de explicar la lección y ponernos a hacer unos ejercicios, la clase se ha alborotado un poco y cuando la profesora ha dicho CHIIIST todos a la vez hemos dicho BOOOOM con fuerza. ¡La cara que se le ha quedado a Carmen! ¿Vosotros sois tontos o qué os pasa?, nos ha dicho.
Cuando la clase ha acabado y Carmen se marchaba, Belda le ha dicho: ¿Pero a que nos quiere muchísimo? Ella ha respondido: ¿Yo? ¡Con toda mi alma!
(Recuerdo que yo miraba a esta profesora con cierta fascinación por el hecho de saber que había sido amiga de juventud de mi padre. Creo que algo más que amiga por lo que deduje de sus palabras)
15 mayo 1981
Todo el día estudiando Naturales debajo del pino. Por la tarde han venido Jose Enrique y su amigo Franchesco, que no se podían creer que siendo fiesta tuviera un examen a las 6 de la tarde (Hortensia nos había puesto un examen en plenas fiestas de Moros y Cristianos de Petrel. Lo había hecho a propósito, como castigo al mal comportamiento general de la clase)
Franchesco se cabreaba solo de pensarlo y me decía que a él le hacen ir en fiestas y no va ni habiendo examen.
A las 6 me presento en el Instituto, que estaba solitario del todo. De lejos se oían los cohetes de las fiestas ¡Qué rabia!
Poco a poco han ido apareciendo compañeros de clase hasta ser unos 20, no más. Un profesor ha entrado en clase para preguntar qué hacíamos allí si hoy no había clase. Cuando se lo hemos dicho ha respondido que eso no podía ser porque Hortensia no había venido. Hemos esperado hasta 20 minutos y la Hortensita sin venir. Al final nos hemos ido a casa echando humo. ¡Pero qué cara tiene esta mujer! ¡Menuda faena! ¡Esta no se la perdono!
23 mayo 1981
La cabaña que hicimos con mi primo Conra ya está acabada y estamos orgullosos de cómo ha quedado. Es muy cómoda, con colchoneta que ocupa todo el suelo. No entra el agua si llueve y tiene puerta con cerrojo y velas para alumbrarla.
Lo tenemos todo preparado para dormir esta noche allí. Los padres de Conra le dejan. Hemos comprado coca colas y fantas, y pipas y mi madre nos ha hecho unos bocadillos y nos ha comprado una toña. Tenemos radiocassette para oír música, mantas y una botella de colonia para matar la olor a pies cuando nos quitemos los zapatos. Lo mejor es que Tranquilo se queda tumbado fuera cuando entramos, así nos hará de vigilante.
(Lo que me reí con eso de la colonia “para matar la olor a pies” jajaja)
Bueno, no quiero alargar esto mucho más. Hay muchas referencias a la frustración que sentía en clases de matemáticas, mi fascinación por una tal Rosa y mi amor platónico hacia Elia, la profe de inglés. Las divertidas gamberradas de Belda, que merecen otro post algún día, los paseos en nuestro burro, las muchas atenciones de nuestra madre cuando caíamos enfermos…
Termino con una frase escrita el 9 de mayo, antes de irme a la cama que dice:
Estoy seguro que dentro de unos años recordaré con nostalgia este año de mi vida.
Efectivamente, Juanito de los 14, así fue. Muchos años después, el JuanRa de los 47 te leyó y no sabes lo que me emocionaste.
Lo que entonces no imaginabas es que en el futuro, aquello que contabas con tanto esmero lo leería mucha más gente.
Pero no sé por qué pienso que sí intuías que algo así ocurriría.
22 comentarios:
Aún recuerdo cuando nos intercambiábamos los diarios....Ufff...cuántas vivencias!!
Los mios los perdí, no sé ni donde quedarían...con tanta mudanza de casa...
Qué bueno que aún los tengas..."Franchesco"....y su famosa hermana...qué tiempos!!!
Te puedes creer que Belda, una vez me lo presentaste así, como por "cumplir" y desde hace ya casi 30 años de aquello, cada vez que me lo he cruzado me ha saludado efusivamente como si fueramos amigos o hermanos...Vaya tela!!!
Txema Rico
Pufff...yo diarios no tengo...pero cartas guardadas mil. El año pasado hice arqueología de ellas y bueno...fue raro, tierno, vergonzoso y no creo que vuelva a hacerlo hasta que cumpla 60.
Que curioso, lo escribiste para ti y también para nosotros, tu audiencia futura. Así que un poco si que estábamos en tus pensamientos...
Me ha encantado leer la crónica de aquel tiempo escrito de tu mano.
Lo de la colonia mata-pies es una ocurrencia muy buena.
Que profe tan vengativa.
Que guapo perro era Tranquilo, que de eso sólo tenía el nombre si corría detrás del coche de tu madre hasta casi la ciudad...
Yo también escribo diarios en libretas, ya tengo unas cuantas, y me pasa como a ti, me llaman la atención las anécdotas, eso es lo mejor, lo que se sale de la rutina, lo que nos llama la atención.
Saludos:)
Qué buenas anécdotas, JuanRa. Lo bueno de escribir un diario es que en el futuro puedes rescatar un yo tuyo nostálgico que ya no existe.
Tranquilo era un perro muy mono, vaya carita de bueno.
Me quedo con ganas de leer mas ocurrencias de Belda y de la pérfida profesora Hortensia, eso de hacerles ir a clase es tremendo.
Saludos.
ME ha gustado mucho esta entrada porque ha sido como conocerte más todavía, es decir, conocer a ese otro JuanRa de 14 años que tenía esa cara de tan buena persona (ojo, que no digo que la del diabólico JR actual sea perversa: qué más quisieras tú y tu jefe).
Nada, queda claro que lo tuyo ha sido, es y será escribir y contar cosas de manera muy amena. Ah, y muy presentable porque esos títulos de las libretas y esa letra son preciosos. Aunque claro, como apenas había dibujos los ratones encontraron más amenos los tebeos. Que por cierto tengo que confesarte un secreto no sé si confesable: que me he puesto a leer aventuras de Zipi y Zape, de una edición conmemorativa del 65 aniversario de su "nacimiento" y me lo estoy pasando bomba, porque aunque cuando era pequeño no me parecían tan divertidos como Mortadelo -aunque los prefería porque hablaban de nuestras cosas de niños y eran entrañables- ahora, de mayor comprendo mucho mejor la gracia de sus gags que eran más intelectuales que los de sus rivales detectives y tienen un interesante valor documental de cómo vivíamos en esas décadas.
Bueno. Cuando tu empezaste a escribirlos, yo vine a este mundo, en ese, para mí "vital" año 1975.
Yo también quise escribir diarios pero ¡nada! no tenía voluntad, así que mis entusiastas empeños enseguida se quedaban en unas pocas páginas que acababa rompiendo avergonzado.
Lo de que el profe Albert ofreciera su cara al alumno que abofeteó me ha parecido muy fuerte. Yo lo veo fatal. Así empezó un poco la decadencia en Educación, me parece a mí.
Y lo de que fumaran, es cierto, es sorprendente, en mis tiempos, (en los Noventa) ya era impensable. Menos mal que en otras cosas se ha mejorado mucho.
Lo de la olor a pies queda muy hermoso, suena a Romance del siglo XV, si señor. Tú sabías lo que escribías.
Y también me llama la atención de lo comunes que son en tu tierra los movimientos de tierra. Bueno, y los "tsunamis", como el que nos contaste cuando la gran riada provocada por la rotura de la presa aquella.
Lo mejor de todo, es comprobar que mucho de aquel chaval lo seguimos disfrutando en este hombretón de hoy en día.
carlos
ME ha encntado seguir esos diarios que en parte yo tambien vivi,La bofetada del profesor no es que fuera muy acertada,aun que creo que hoy la falta de alguna en el momento apropiado nos haria falta a mas de uno,Yo soy de la epoca que se nos reprimia cuando no actuavamos correctamente y no estavamos traumatizados por ello, me ha gustado recordar contigo tus vivencias,un beso
Hoy que me he tragado la longaniza cual sable de presdigitador, leo con estupor que en su vida de usté hay referencias al 10 y al 12 de marzo pero nada del 11 que es mi cumpleaños.
El dia del golpe no nos dejaron salir del colegio. Era un centro privado que nos llevaba a casa en autobuses, las populares "rutas".
Mi madre vino a por Julito, mi mejor amigo y a por mí mismo. Lo vimos en directo pues en clase había un aparato de televisión.
Mi profesor de inglés se llamaba mister Anthony Mathews. Con él hicimos la traducción en versión reducida de Mobby Dick. "Podéis llamarme Ismael..."
También sufrí un bofetón que me dejó marcada la cara en segundo de BUP por mi profesor de literatura. Años después me lo crucé en las escaleras automáticas del corte inglés y por un segundo se me pasó la idea de darle un empujón, pero no tengo madera de diablo.
Yo no tenía diario, por cierto que bien escribías ya, eso era en mi opinión cosa de chicas, pero si tenía cuadernos donde dejaba constancia de pequeños relatos y cosas que se me ocurrían.
Me he reído mucho con esta entrada por las cosas que veo que compartimos en aquellas edades y sí, dejaban fumar en clase.
De lo de Reagan, John Lennon y el papa me acuerdo perfectamente así como del estado de shock en el que entré cuando me enteré de la muerte de Felix Rodriguez de la fuente, mayor incluso que la de Fofó. Me copié textos enteros de su obra Fauna para practicar mecanografía y al igual que tú, hacía dibujos tal cual salían en la enciclopedia.
Me queda la duda si la elección del nombre de Aitana fue casual o guardaba alguna relación con lo que cuentas y de alguna manera lo condicionó.
un abrazo.
Esta es una de esas entradas tuyas que se leen con una sonrisilla beatífica y las cejas un poco levantadas, como cuando decimos “ay, qué ricura”.
Es llamativo que desde tan pequeño tuvieras ese impulso irresistible por escribir, pero no me sorprende, porque en eso también coincidimos (vaya sorpresa), y que además escribieras con tanta meticulosidad, tanto por la letra tan cuidada (tenías –y tienes- una caligrafía estupendísima), como por el detalle en la narración. Tenías alma de historiador, me parece a mí.
Y lo mejor de todo es que escribieras pensando en posibles lectores. Ahí estaba ya el auténtico escritor, porque escribías para alguien, aunque no supieras quién.
Yo también he escrito siempre así, y aunque me echaba a temblar ante de la idea de que alguien leyera mis diarios, era inevitable darle un cierto “carácter literario” a lo escribía. Quizás era un inconsciente “por si acaso”, y supongo que eso era también lo que te pasaba a ti.
Y ya está.
Bueno, una cosilla más: que estás monísimo en la foto, y que a pesar de ese aire angelical algo de diablillo se percibe :)
Your constant reader,
Ángeles
Curiosamente yo también tengo mis diarios, que empecé a los 9 años... pero no tenía semejante redacción como la tuya :D ¡Qué gusto ha sido descubrirte!
Qué maravilla tener constancia de todos aquellos años y aquellas vivencias! A mí me encantaban los diarios, aunque empecé a escribirlos un poco más tarde. Salvo alguna reflexión infantil suelta, escribí unas ocho libretas entre los 16 y los 23. Muchas de mis líneas escolares se parecen a las tuyas, jaja: "hoy he tenido examen de tal cosa y me ha salido muy bien"... :P Pero en general tenía más obsesión con los chicos de clase que me gustaban, jajaja, porque por aquel entonces yo no era nada popular y nadie me hacía caso.
A veces, también saco esos diarios de su caja y los releo :)
saluditos!
Pues seguro que si alguien de tu generación lee este post también se emocionará, y es que al margen de las partricularidades son sentimentos universales a esa edad, quién no recuerda el golpe de estado, quien no ha hecho gamberradas para no ir a clase, quién no ha hecho una cabaña en la montaña.
En fin, seguro quqe los de tu generación están con el piloto de "nostalgia en on"
Saludos
Después de leer todo esto me ha dado pena el que aquel día me decidiera a arrancar las hojas de mis dos diarios, a romperlas en cachillos y tirarlas a la papelera. Uff!! Ya no tiene remedio. Ya apuntabas maneras, Juanra.
Un besote
Catorce añitos, instituto, acontecimientos importantes, colegas, chicas ¡Y lo guapo que estás! ese diario no tiene desperdicio. Me arrepiento de haberme deshecho del míoooo! aunque bien pensado mejor así, porque a saber lo que escribía yo a esa edad, jiji.
Me ha encantado, JuanRa, no sólo por el detallazo de contarnos tus intimidades adolescentes, sino por lo bien que lo cuentas todo ¡si es que da gusto leerte!
Besitos y feliz semana.
Txema:
¿Te acuerdas, Txema? También comento en el diario lo de nuestros intercambios, cosa que tenía olvidada por completo. De repente los dos curioseando en las intimidades del otro, jajaja. Claro que, pocos secretos tendríamos entonces como para que algo nos pillara por sorpresa.
Me sorprende lo de Belda pero al mismo tiempo no me extraña en absoluto. Es una de las personas más extrovertidas y atentas que he conocido en mi vida.
Molinos:
Tú lo has dicho: raro, tierno y vergonzoso. No lo he comentado pero también me produjo cierto pudor leerme en reflexiones en las que apenas me reconocía.
Y otras en las que me daban ganas de darle un cogotazo al Juanillo de entonces ¡Pero cómo podía ser tan pardillo! xDD
Ana Bohemia:
Por supuesto, yo escribía para alguien, aunque no sabía bien para quién. Anda que si me llegan a decir que me leería una canaria bohemia... :D
Lo del nombre de Tranquilo fue porque cuando mi padre lo recogió de un monte (le habían disparado y abandonado) y lo trajo al campo, se puso tan contento al sentirse querido que se puso a dar vueltas y más vueltas a la casa, tantas que le decíamos: "Ehh, tranquilo, tranquilo..."
Y con Tranquilo se quedó :)
¡A seguir sumando libretas y anécdotas, Ana! ;)
Raquel:
¡Hola! Qué bueno que coincidáis las dos hermanas. Me alegra verte :)))
No guardo mal recuerdo de aquella profesora; me gustaba pese a su carácter, pero aquella jugarreta fue imperdonable, la verdad. También cuento en el diario que me echó un puro por haber estropeado un microscopio y luego resultó que estaba mal graduado. ¡El genio que tenía la mujer!
Un día de estos recopilo todo lo de Belda, que creo que merece la pena.
Carlos:
Tú te lo pasas bomba con Zipi y Zape y yo con tus manifiestos prodiabólicos, que siempre espero como agua de mayo.
Empiezo a sospechar que tal vez seas TÚ mi Jefe disfrazado de mortal lector, intentando aumentar mi vanidad desde la sombra, porque te aseguro que siempre me dejas con la sensación de que soy alguien importante, genial y fabuloso, y así terminaré por alcanzar todo el engreimiento que todo buen Diablo debe tener.
¡Gracias, Jefe,...pero te he descubierto! :D
No andas tan desencaminado, ahora que lo dices, pues hasta me suena que exista el Romance de la Olor a Pies, que pudo escribir un tal Don Juan de Calzavieja allá por 1466
... ¿y para amortiguar la sutil fragancia
que emana de estos pinreles?
No os apureis, abarroté la estancia
de rosas, lirios y claveles.
Y bueno, jovenzuelo del 75, tengo prevista una entrada sobre mis tebeos (aquellos que no entraron en el menú de los roedores), que espero te guste.
Un abrazo tsunamístico
Mamá:
Tú, cómo no, eres coprotagonista principal de muchas de aquellas vivencias. Siempre te reconoceré lo mucho que supiste ponerte en nuestro lugar para entender las ilusiones que teníamos en cada edad, y las aceptabas y alentabas con tanta ilusión o más que nosotros.
Gracias por hacernos la vida tan fácil, mamá.
Ripley:
Lo bueno de que me conozcas es que entras aquí sabiendo que habrá longaniza, pero, claro, venir mentalizado a encontrarla ayuda mucho a digerirla mejor, jajaja
Desde la madurez de hoy, uno sabe que escribir diarios no es cosa de sexos sino de sensiblidades, pero seguramente los chicos que entonces teníamos diarios lo ocultábamos "por si acaso"
Alguna que otra vez me dijeron que tenía letra de chica, y recuerdo que me irritaba bastante, aunque no lo manifestaba abiertamente, entendiendo que querían decirme que tenía buena caligrafía.
Después se fue deteriorando en cada curso del instituto. La que yo veo como letra bonita de verdad fue la tenía en los últimos años de EGB.
La muerte de Rodríguez de la Fuente también fue muy impactante para mí. De repente nos llegaba aquella noticia tan triste que resultaba difícil de asimilar. Aún conservo un periódico que dedicó muchas páginas a aquel accidente y a repasar su biografía.
En cuanto a tu duda sobre el nombre de Aitana te diré que es bastante común en algunos pueblos alicantinos, al igual que el de Mariola, que es también el nombre de otra sierra de la provincia.
Dicen que Alberti puso Aitana a su hija tras haber estado por la zona y haberle gustado la sonoridad del nombre. Como también nos pareció bonito, no dudamos a la hora elegir tal nombre para la nuestra.
Un abrazo (y disculpe usted que no mencionara nada el 11 de marzo ¡Habráse visto tamaña desfachatez! :p)
Ángeles:
Eso es precisamente lo que más me ha llamado la atención, ir encontrando escritos que de sobra sabía se quedarían en aquellas libretas sin más trascendencia pero en los que hacía constantes aclaraciones dirigidas a los que pudieran leer aquello.
"...esto, por si Ustedes no lo saben, es bla bla bla"
"Y Ustedes se preguntarán..."
Si uno se para a pensarlo es muy gracioso, y al mismo tiempo enternecedor, sí.
Y luego con aquellos refritos de recortes de revistas y pasatiempos, lo mismo, ¿a quién iban dirigidos aquellos pasatiempos? ¿A mis hermanos? Noo. A un ente abstracto que algún día vendría a leer aquello. Jajaja.
Lo dicho, al que puso los blogs en nuestras vidas le deberíamos hacer un monumento. Seguro que tú o yo le pondríamos la primera piedra, ¿no es así?
Gracías por lo de monísimo, pero sobre todo por lo del aire de diablillo, que me ha librado de limpiar cenizas todo el fin de semana :p
ThANGx!!
OR²:
Muchas gracias por esta visita. Ojalá sea la primera de otras muchas.
Un saludo.
Lillu:
Así que éramos, sin saberlo, del CDL: Club de los Diarios de Libreta.
Pues parece que es un mérito, por lo que leo en lo comentarios, el que hayan llegado intactas a nuestros días porque no parece lo habitual.
Yo me alegro por todos esos buenos momentos que quedaron plasmados, y a pesar de taaantos "Hoy hemos tenido Dibujo Técnico con Don Francisco y luego exámen de Música con Ana y a última hora..." Uff, alguien debía habernos advertido que aquello no importaría nada en el futuro!! xDD
Saludos, Lillu :)
Sese:
Cierto, imposible olvidar el "fuerte" golpe de estado, jaja
"Nostalgia en on", ese hubiera sido un buen título, Sese.
Saludos (y lenguas blancas, espero, esperoo)
Amig@mi@:
¿Y ese arrebato tan demoledor? Si es que a esas edades se tenían unas veleidades... Qué le vamos a hacer.
Besos enteros!
Montse:
Lo que es un gusto es que seas tan amable conmigo. Luego no veas la que tengo que montar para tapar tus comentarios y nos los vea mi Jefe, porque son todo lo contrario a lo que él exije :p
Pero yo feliz.
Que pases buenas fiestas, Montse
Hasta los 13 años paseé mis huesos por Cartagena, ciudad en la que nací, y tu relato me ha traído a la memoria la desconexión territorial para el informativo territorial desde Aitana, con la imagen de la antena sobre el monte.
Buena elección de nombre. Me estoy emocionando yo y no es mi hija.
Hitlodeo:
Cuando te note un aire serio y circunspecto te llamaré amigo cartaginés, que suena muy respetable.
El resto de las veces, (osea casi siempre) serás Hit (incluso Homer) :p
Un saludo
Pues así rápidamente te diré que en lo fundamental no hay mucha diferencia entre el JuanRa que escribía antes y el de hora. La esencia es la misma.
Lo que sí me ha hecho pensar es en lo importante que es disfrutar cada momento y quitarnos esa zanahoria virtual que muchas veces nos ponemos delante tratando de llegar a metas que serán tan efímeras como el tiempo. ;-)
Tienes razón, Mae, en la vida hay actitudes muy sencillas de poner en práctica que nos beneficiarían muchísimo y sin embargo no solemos tenerlas en cuenta.
Por eso es tan importante el encontrar 5 minutos al día para meditar.
(meditar comiéndonos mentalmente la zanahoria :P)
A mi nunca se me ocurrió tener un diario, de hecho lo veía algo peligroso en el sentido del miedo a que me lo descurieran y lo leyeran quien o quienes no debían como el pesado de mi hermano.
Pero he de reconocer que de haberlo escrito me habría hecho mucha ilusión pues sí que guardo algunos cuadernos de algunas asignaturas y de ver solo como era mi caligrafía me hace sonreír.
Me he reído mucho con la anécdota esa del profesora cuando os mando callar, jajaja.
La verdad es que me ha venido a la mente alguna que otra gamberrada que hicimos en clase por mediación del gracioso de clase.
Por cierto, ¿qué es toña? lo has mencionado en la nota del 23 de mayo de 1981.
Un saludo
Pixel:
La toña es un dulce típico de esta zona, que en otros lugares recibe otro nombre, como fogaseta o panquemado.
Te pongo enlace a Wikipedia para que veas foto a ver si te suena haberlo probado:
http://es.wikipedia.org/wiki/To%C3%B1a_%28reposter%C3%ADa%29
Una vez más, muchas gracias por tus visitas, Pixel :)
No lo he probado pero tiene buena pinta.
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