15 de agosto de 2015

CALMA CHICHA

Por alguna razón que no alcanzo a comprender, aún me llega la señal de Wi-Fi.

Sin más electricidad que la que me proporciona la turbina de viento, escribo sin descanso desde la puesta de sol hasta cerca del amanecer.

Con los cerrojos echados, las persianas bajadas, refrescándome en silencio  con una esponja que humedezco del cubo a mis pies.

El tiempo en estas horas parece ir posándose en el suelo hasta quedar inmóvil, como si pesara tanto que le resultara imposible seguir  avanzando.

Pero siempre vuelve a amanecer.

Amanecer es mi mayor alivio.

Y mi mayor angustia también.

Solo salgo  a la luz del sol si es absolutamente imprescindible y tan solo lo hago si las cigarras cantan con fuerza. 
Mientras cante una cigarra sé que no habrá peligro.

Las tardes grises o los días de viento que hacen enmudecer a los insectos  continúo en la casa sin atreverme a subir  las persianas siquiera. 

Y el silencio es tan denso como el aire de una tumba.

Aquí dentro el calor es sofocante. Sé que debería huir a las cuevas de la Espina, tal vez haya gente refugiada en aquella zona. Pero para eso he de salir de aquí,  y aún no me atrevo.
No me atrevo.

Quizás  las cigarras sean los únicos seres vivos en kilómetros a la redonda.
Las cigarras y yo, si me cuento como un ser y haciendo un gran esfuerzo por considerarme vivo.

Anoche, mientras llenaba el cubo del aljibe, pensé en aquellos meses de 2015  que me hicieron aborrecer el verano para siempre. Y recordé cuánto desprecie a los meteorólogos de la tele, que sonreían al decir que se marchaba la sexta ola de calor, pero que llegaba la séptima con más fuerza.

Y después... aquel otoño  en el que todo acabó.

¡Maldito sol que hizo mutar las plantas, las flores, los frutos…!

¡¡Maldito Hombre Cacahuete!!


Gracias a Dios que las cigarras te dan miedo y que aún no me has encontrado.


11 comentarios:

Misaoshi dijo...

El hombre cacahuete da miedo...y este calor es horrible. Espero que ya se quede así, que estas últimas noches sin ventilador han sido lo mejor de agosto...un agosto sin dinero para salir de Madrid :(

No salgas que dicen que viene otra ola...ya podría ser de agua.

Anónimo dijo...

Uff! Qué críptica es esta entrada... Al hablar de "amanecer" y ver la foto he supuesto que Murnau te ha transtornado algo la mollera je,je,je Pero supongo que lo que te fundido los plomos ha sido sólo el calor.
En fin, me quedo "an-helante" de una explicación a todo este embrollo, si es que te vuelve a funcionar el cerebro perfectamente.
(No te enfades que es broma. Piensa que tú, en tus delirios, eres más genial que la inmensidad de la gente en nuestro "sano" juicio)
carlos

exseminarista ye-ye dijo...

Pues mira que a mí me parece buena gente. Pero usted sabrá, oiga.

¡Salud y saludos!

Ángeles dijo...

Me encanta este cuento apocalíptico (o postapocalíptico), con un superviviente que puede ser el único hombre que queda en el planeta, cual Charlton Heston yeclano :D
Y me gusta mucho la atmósfera que has creado. Todo está muy bien salvo una cosilla: que llevo tres noches sin dormir por culpa del Hombre Cacahuete, que me parece horripilante. Ya sabes que has añadido un nuevo elemento a mi lista de terrores pesadillescos. Estarás contento... :(

Raquel dijo...

Qué surrealista cuento, me encanta!
Viva la imaginación.
:)

Ana Bohemia dijo...

Yo espero que nunca jamás exista la remota posibilidad de que un hombre pueda mutar en cacahuete gigante, sería un espanto.
El relato muy intrigante pero genial.
:D

Montse dijo...

¡Uf, a ver si es verdad que este calor sofocante te ha convertido en hombre cacahuete! me da escalofrío sólo de pensar que puedas servir de comida a los simios en ese proceso de volver a los inicios del planeta, o como en la peli, al futuro.
Excelente tu relato surrealista!
Muchos besos.

Speedygirl dijo...

Pues a mi me mola el Hombre Cacahuete... y tú estás fatal! jajaja

JuanRa Diablo dijo...

Misaoshi:

¿Horrible solo? El mes de julio de 2015 ha quedado registrado en mi lista de pesadillas.
Agosto se está portando mucho mejor. Hace calor, sí, pero es un calor digno de respeto, con conocimiento, propio del mes y de la zona, no la salvajada africana que teníamos encima.

Pero peor que la ola de calor es la ola de monstruos que provoca. El hombre cacahuete es solo el primero. Ojito, que podrían llegar muchos más.
¡No dejes de mirar detrás de ti!

PD. Te debo correo por tu gran hazaña ;)

Carlos:

¿Debo darte una explicación? Pues… no sé si sabría, jaja.
Solo te puedo decir que si tuviera que ponerme a escribir una novela, sería de tema post apocalíptico. Soledad casi absoluta en el mundo y la sensación de que alguien te acecha. ¡No me digas que no mola!

Y como posibles personajes “fantasma”, infectados o locos, no encuentro ninguno más terrorífico que El Hombre Cacahuete, también conocido como El tío maní.

Sí, tu ríete si quieres, pero si lo vieras llegar por el otro extremo de la calle… no te daría tanta risa.
Eso que me has dicho de mis delirios se lo voy a contar a mi familia, que me muy raro cuando les cuento estas cosas. Un millón de gracias :)

exseminarista ye-ye:

¡Noo, no te dejes llevar por las apariencias! ¿Buena gente, dices? ¡¡Pero si te pilla te cruje, te deja sin piel y te come!! ¡Eso no es propio de buena gente!

Ángeles:

¡Cuánto me ha gustado eso del Charlton Heston yeclano!
Me he imaginado deambulando en solitario por la avenida de la Paz, entre papeles y bolsas de supermercado empujadas por la brisa al caer el sol detrás de la Magdalena. Y algo más tarde, por la calle Juan Ortuño, un tañido de campana de la iglesia del Niño sobrecogiéndome el corazón … ¿¿quién la ha hecho sonar??

Raquel:

Me alegro de que te haya encantado. Solo espero que el Hombre Cacahuete no te encante (que no te lance un encantamiento, quiero decir :p)

Ana Bohemia:

No, tranquila, es imposible que un hombre pueda mutar en cacahuete. De lo que estamos hablando es de un cacahuete mutando en ser humano. Eso sí es probable, ¿no crees?
Gracias, Ana

Montse:

Pues mira, creo que has dado con la clave del asunto, la explicación a la peli de El planeta de los simios.
Si aquellos hombres regresaban a la Tierra después de una porrada de años y se encontraban con que los monos eran la raza dominante… ¿no sería porque en el intervalo hubo muchos humanos que se alimentaron de cacahuetes transgénicos? Y así el Hombre Cacahuete pudo ser el eslabón perdido entre la Humanidad y la Simiedad.

Bueno, esto hay que pulirlo un poco y darle más lustre científico, pero ya nos pondremos a ello, ¿vale? :D
Gracias, Montse

Speedygirl:

¡Pero no me seas incauta, Speedy! ¿¡Cómo te va a gustar!? Vuelve a mirarlo cuando no tengas hambre, anda.

¡Saludos! ;)

Anónimo dijo...

Desde luego, prefiero al Hombre Cacahuete que no a los mediovampiros esos tan aburridos de "Soy leyenda". Esta película me gusta mucho en su inicio cuando se muestra, como dices tú, la ciudad abandonada a la naturaleza y cómo el prota intenta llevar una vida lo más normal posible imaginándose que todavía existe un dependiente a quien comprar algo en el supermercado. Pero una vez que vemos a las criaturas y el asedio final todo eso tan manido, pierde todo el encanto. Yo quisiera ver las otras dos pelis originales: "El último hombre vivo en la tierra" con Vincent Price y sobre todo, la de Charlton Heston, "El último hombre vivo"...igual son un tostón pero ver a esos dos actores clásicos me molaría.
carlos

JuanRa Diablo dijo...

Totalmente de acuerdo, Carlos, no hacían falta zombis tan escandalosos para aderezar una historia que empieza perfecta. De hecho los silencios siempre resultan más inquietantes para el espectador.

He descubierto que en Youtube se pueden ver esas dos películas que citas. Aunque, bueno, a estas alturas ya lo sabes. Me parece estar haciendo flashbacks o algo así, jaja