19 de mayo de 2021

CASUS BELLI


Aquella mañana dos pelotones habían sido escogidos para llevar a cabo un par de misiones muy importantes. Formados de manera compacta, en silencio, aguardaban el momento de desplegarse para actuar.

No había mando alguno al frente de aquellos combatientes, pues cada uno de ellos había sido preparado a conciencia para desarrollar su trabajo sin necesitar directrices. 

Sabían lo que  debían hacer y lo harían sin dudar.

Sólo esperaban el momento preciso.

El tiempo se volvió húmedo de repente y las primeras líneas del primer pelotón comenzaron a moverse.

Todo fue muy rápido. Los guerreros se disgregaron y descendieron por una rápida pendiente. La humedad era más intensa ahora y empezaba a hacer calor. Avanzando por espesas marismas, sin desfallecer, aguardaron hasta encontrar las corrientes precisas que les ayudarían a alcanzar su destino. Los compañeros se habían separado por completo pero tarde o temprano todos se reencontrarían en el campo de batalla.

Y llegó el momento de la verdad. Era evidente dónde se hallaba  el frente enemigo por las ráfagas luminosas y los destellos eléctricos que hacían temblar todo alrededor. Los habitantes de aquel lugar  se encontraban muy débiles por haber intentado defenderse inutilmente.

La victoria no se hizo esperar, bastaron poco más de veinte minutos para que el pelotón sometiera al adversario con las únicas armas que eran capaces de doblegarlos y hacerlos desaparecer.

****************

El segundo pelotón estuvo esperando pacientemente durante más tiempo y cuando la humedad les sobrevino supieron que había llegado la hora de movilizarse. Lo que había sido una piña de soldados perfectamente concentrados  se dispersó de golpe para dar comienzo a su estudiada misión. 

Les sorprendió un calor repentino, un calor más penetrante de lo habitual, y además no encontraron el terraplén por el que descender, ni hubo manera de llegar a los manglares de algas. El avance se hizo imposible y parecía que no hacían otra cosa que dar vueltas y más vueltas para volver al mismo punto una y otra vez.

Nadaron en aguas espumosas y sofocantes buscando el río que les llevara al lugar de la contienda pero acabaron exhaustos y rendidos a un destino fatal que ninguno esperaba.

¿Qué había salido mal?, se preguntaron antes de desaparecer.

****************

-¿Se te ha pasado el dolor de cabeza, cariño?

- Sí, me he tomado el analgésico y ya se me ha ido.

-Y la pastilla para el colesterol, ¿te has acordado?

- Ah, no, ahora me la tomo. Por cierto, la tengo en el bolsillo de la camisa.

-¿En tu camisa? Anda, pues la he metido en la lavadora hace un rato.

10 comentarios:

Ángeles dijo...

Aah, ahora lo pillo :D
Es que he tenido que leerlo dos veces, seguramente porque son las cuatro y media de la mañana. Tengo que dejar de venir a estas horas.

En fin, espero que el pelotón desaparecido y diluido en ese torbellino de aguas espumosas fuese sustituido sin tardanza por otro que sí pudiera cumplir su misión.

Muy buena la alegoría ;)

Montse dijo...

¡Buenísimo!
Como dice Ángeles hay que leerlo dos veces, más que nada porque en la primera lectura no se sabe de qué va hasta llegar a las vueltas y vueltas en aguas espumosas y en ese punto, cerca del final del relato y después de las pastillas olvidadas, has de volver al principio para darle sentido a esa segunda versión de los pelotones y su triste final.
Muchos besos.

Anónimo dijo...

¡Sigues sorprendiendo! Jajaja ¿los resplandores eléctricos son parte de la actividad neuronal?. Jajaja, me recuerda a ese medicamento contra el ardor de estómago en que los bomberos apagan un incendio estomacal. Oye,¿ y tú recuerdas una peli de los setenta o por ahí en que unos científicos disminuían su tamaño a nivel celular y se introducían en el torrente sanguíneo de un paciente para curarle no sé qué? Siendo un crío la emitieron por la tele y me impresionó, aunque ya nunca he sabido más de ella.
carlos

JuanRa Diablo dijo...

Ángeles:

¡Pero bueno! ¿Y esta nueva costumbre de bajar al infierno por la madrugá? Tendré que dejarte un chocolate caliente en la mesa de la cocina (lo de caliente es más que obvio)

Pues sí, en la lavadora metí una alegoría, se disolvió la O y salió una blanca alegría :p

Montse:

Yo llamaría a esto "literatura rumiante"; es necesario volver masticarla una segunda vez, jaja

Ya ves, un pelotón tan preparado y nos lo sueltan en el territorio equivocado. Y es que es vital vaciar los bolsillos antes de una colada, ¿eh?

Un abrazo bien centrifugado, Montse!

Carlos:

Y lo de los bomberos me recuerda a su vez a aquellos dibujos animados de "Érase una vez... el cuerpo humano", que estaban muy bien. ¿Los recuerdas?

Me parece que te refieres a "El chip prodigioso", que, tienes razón, ¿por qué no se ha vuelto a emitir? Era muy chula! Ahora me han entrado ganas de volver a verla. Su título original era mejor: Espacio interior.

¿Y te acuerdas de esta entrada de hace mil años?

https://miescribania.blogspot.com/2008/12/dos-neuronas-en-apuros.html

Ángeles dijo...

Con permiso, JuanRa, creo que la película a la que se refiere Carlos a lo mejor es Viaje alucinante, que yo también vi de pequeña y que también me impactó mucho.

https://www.filmaffinity.com/es/film647280.html

También hay un episodio de Los Simpson, cómo no, que la recrea.

Anónimo dijo...

!Pues no me acordaba yo de esa prodigiosa entrada...! ¡ Qué genial ese suicidio navideño al que sometíamos a nuestros cuerpos! Ah, igual es la entrada en la que más "pecados" (palabrotas en mi tierra) se dicen de todo el blog...
No, como dice Ángeles, me refería a Viaje alucinante...¡qué en los Setenta no había chips de esos, que la informática era de tamaño armario...jajaja
carlos

JuanRa Diablo dijo...

Ángeles y Carlos:

Hummm... ¿Creéis que no me he dado cuenta de que estáis tramando algo? Un título aparentemente olvidado cuyo enlace me lleva a una película del año 66 y con puntuación 6,6.
Todo muy apropiado, claro... si no fuera porque sé que es cosa de ángeles y arcángeles.
¿Es una trampa? ¿Qué viaje alucinante queréis para mí? ¡Tengo la mosca detrás del cuerno!

Ángeles dijo...

:D No me había dado cuenta de que había tanto 6 en esta película!
Sí que te damos material para sospechar, aun sin intención. Todo esto tiene que significar algo. Yo también tengo la mosca detrás de la aureola 😇

Anónimo dijo...

!Al loro...¡yo qué sabía...¿seguro que no has hecho tú un sortilegio para que su estreno fuera a coincidir con el tuyo jajaja
carlos

JuanRa Diablo dijo...

En cualquier caso, parece que la película nos está pidiendo que la volvamos a ver. Diría que esconde las directrices para un apocalipsis molón o algo así.