Hace tiempo que no os
cuento cómo van las cosas en el trabajo, y es que continúan en su línea
habitual.
Los mayores llegan al centro después de comer y se
acomodan en sus lugares acostumbrados para echar esa partida de cartas o de
dominó que les mantendrá entretenidos durante unas horas.
Todavía Billy y Garret son los primeros en asomar, pero se las apañan para no coincidir en la
entrada, pues ya se sabe que, como buenos enemigos, se repelen mutuamente.
Hay semanas en las
que Garret no aparece, y entonces Billy me pregunta por él:
- ¿Hoy no viene el
hijoputa?
- ¿Quién? - pregunto
invariablemente, aun sabiendo a quién se refiere. Y cuando me dice su nombre,
contesto.
- Ah, no, se ha ido a
Altea (Calpe / Benidorm…) a pasar unos días en un hotel con su mujer.
Y noto cómo se le tuerce
el gesto y se aleja hacia su silla mascando juramentos.
Después del verano las
señoras se apuntan a muchas actividades. La última novedad es hacer pilates,
algo que ha tenido tanto éxito que se han tenido que dividir en varios grupos.
Al final de cada jornada me encargo de recoger los objetos perdidos, porque no
hay día en que no se dejen una toalla, unas gafas o algún abanico.
Los lunes se reúnen
en la biblioteca los del taller de lectura, tan silenciosos ellos que a veces
he olvidado que estaban dentro y he abierto la puerta con ímpetu para encontrar
algo así como los doce apóstoles con las cabezas inclinadas hacia sus libros. Y
cierro entonces la puerta muy despacio, lamentando haber interrumpido semejante
comunión espiricultural.
A los marchosos, el
monitor de baile les pega unas sesiones de lambada y chachachá que me hacen
alucinar. Está claro que se apuntan los más rumbosos, pero es que no entiendo
cómo no se descoyuntan con tanto meneo. Bailan en el gimnasio de la segunda
planta, desde donde me llegan los compases del Dile que la quiero o La vida
loca a todo trapo. Y a veces los pasos suenan tan fuertes que parece que estén
bajando a invadirnos las tropas rusas en desfile marcial.
La peluquera tiene su
tradicional y fiel clientela. Veo llegar a esas señoras con su pelo plateado
impecable para marcharse al rato con su impecable pelo plateado. No logro
percibir cambio alguno. ¿A qué vienen
realmente? Está claro: a ponerse al día en los famosos corros de peluquería,
donde hacen un exhaustivo repaso a la crónica social de Villena y, ya puestas, revisan el memorándum de Leticias y Paquirrines.
Mucha más parroquia
que la peluquera tiene la podóloga. Es curioso, pero en cinco años que llevo
aquí, aún no he oído a nadie llamarla podóloga. Me preguntan por "la de
los pies" "la de las uñas", "la que arregla los
callos", "la callista". Y para una vez que hicieron el esfuerzo
de nombrar su profesión, me preguntaron por “la pediatra”. En fin, que se quedará
como “la que arregla los pies” in secula
seculorum.
Pero si me he puesto
a escribir sobre todo esto es porque sí hay una novedad que merece la pena
destacar.
Hace unos días asomó
por la puerta un anciano varón al que no había visto nunca antes. Vestido con
elegante chaqueta y sombrero blanco se fue acercando al mostrador de
información con aire perdido. Antes de llegar él, me llegó su perfume. Venía
bañado en ese tipo de colonia que se queda flotando en el ambiente durante mucho
tiempo y termina por acampar en tus fosas nasales.
Como parecía que iba buscando a alguien, le
pregunté si podía ayudarle, y su respuesta fue de lo más inesperada.
- Pues… Yo es que venía
por si… He entrado a ver si…
- Sí, dígame
- Aquí… ¿aquí vienen
mujeres?
No me hizo falta más.
Con esa planta de galán de otros tiempos (solo le faltaba un clavel sangrando en la
solapa) supe que venía buscando dama a la que cortejar.
- Claro – le dije- cómo
no van a venir mujeres. Muchas.
- ¿Y me pude decir
dónde están? – preguntó mirando hacia las mesas donde solo se veía abuelos
jugando al dominó.
- Aquí no. Ellas se van
al local que hay a la entrada. ¿Quiere que le indique dónde?
- Si me hace el favor…
Y allá que se fue el
hombre. Al sagrado local de las bingueras.
En realidad ahora son
las parchiseras. Al prohibirse el bingo se reciclaron en jugadoras de parchís y
se pegan allí tantas sesiones que dados
y cubiletes están ya erosionados (y no
exagero)
Lo que allí ocurrió
no podría haberlo yo sabido y trasladado hoy aquí sin la inestimable
colaboración de mi gran favorita: Doña Josefina, la capo Corleone.
Yo reconozco mi
devoción y sumisión por esta gran señora que todo lo observa, dirige y controla
desde su silla. Sé que soy su esclavo, pero también su protegido y no olvido
que una mirada suya bastaría para
enviarme una horda de jubiladas enfurecidas que me destrozara a garrotazos.
Pero su sentido del
humor me tiene ganado.
- Juanico- me dice –
este año ya no sé si pedirle a los Reyes Magos que me traigan a Bertín Osborne.
- ¿Ah, no?
- Es que no me lo traen
nunca. Claro que yo comprendo que somos muchas las que lo queremos y no puede
ser para todas. Pero es que el día que me toque, me va a llegar más sobao que
los billetes.
Y lo dice tan seria.
Así que a los pocos
días del episodio del viejo galán me encontré con Doña Josefina sentada a la
puerta de la peluquería, esperando a que la abrieran.
- Juan, ven que te
cuente algo.
- Dígame, -y me acerco
mucho, como a ella le gusta, para hablar como dos confidentes.
- ¿Sabes que el otro
día nos entró allí a la Pajarera un forastero buscando novia?
- Jajajaja ¡Ya sé quién
me dice! Vino preguntando si aquí había
mujeres.
- ¿Ah, sí? Haberle
dicho, “espere que mire en el almacén, que algún capazo me debe quedar”.
- Jajajajaaja ¿Y qué
pasó?
- Pues el hombre, que
no era tonto, miró primero el ganao que allí había y, claro, se acercó a la
mesa en las que estaban las de mejor ver, ya sabes, la Cloti, la Nati… A las de
mi mesa no nos hizo mucho caso, así de
primeras. Ya te digo que no era tonto.
Yo la escuchaba con
ganas. La peluquería debe desprender radiaciones de cotilleismo porque yo
quería saberlo todo.
- ¿Pero qué dijo? ¿Qué
le contestaron?
- Pues con mucha
educación les dio las buenas tardes, se presentó y preguntó si había alguna
viuda en el grupo. Si vieras las caras… Yo pensaba, “ay, el hombrecico que ha
ido a dar con las “arrejuntás”, ¡que esas ya tienen pareja! El hombre dijo que buscaba a una mujer soltera o viuda que
quisiera salir a pasear, ir a bailar… vamos, alguien que quisiera compartir su vida
con él.
- ¡Vaya, que lo tenía muy claro! ¿Y ellas, qué dijeron?
- Pues que no, que no
eran viudas, pero estaban todas sofocás porque viudas sí que son, pero ya van con otros. Así que el hombre fue yendo de mesa en
mesa hasta que llegó a la mía, ya ves, para no hacernos el feo de irse sin
mirarnos siquiera, digo yo. Y otra vez lo mismo, que si había alguna viuda.
- ¿Y qué le dijo?
- ¿Qué qué le dije? Le
dije “Pues sí, mire usted, en esta mesa somos todas viudas viudísimas” Y él,
que si alguna buscaba pareja, que iba con buenas intenciones… porque eso sí,
era educao el hombre, y oye, que no estaba mal del todo… Pero yo se lo tenía
que decir, Juanico.
- ¿Decirle el qué?
- Pues que a mí no me
importaría si no fuera porque estoy esperando a Bertín Osborne…
- ¿En serio le dijo eso?
- Claro, tú imagina que al final me
traen a Bertín y me ve con otro. ¿Tanto esperar para echarlo todo a perder? No. Pero
bueno, me cayó bien el hombre y le dije que no había ido al lugar más apropiao,
que se acercara los domingos al baile que hay en la asociación de mayores de
allá abajo, ya sabes dónde, ¿no?, que allí va mucha viuda a bailar. Le dije
dónde era porque el hombre era forastero y no sabía nada. Y se fue agradecido.
Era muy educao - continuó diciendo cuando ya me levantaba para irme - Y se le veía aseao. Esto
me pilla a mí menos estropeada, y oye, a lo mejor… pero quería bailar. ¡Bailar…
si casi ni andar puedo…! Yo ahora necesito un mocetón que me sostenga.
Por eso,
Bertín Osborne, Bertín Osborne…
Como decía, salvo alguna excepción,
las cosas por este centro siguen en su línea habitual.
26 comentarios:
jajajaja el trabajo no puede ser muy aburrido con semejante parroquianos frecuentando el lugar .
Unbesazo
Pd muy guay leerlo escuchando a Bertin de fondo
TE lo pasas poco bien tu jejeje aunque ya se porque estás ahí, es un antro de perversión, ¿ganando almas no? jajajaja
Cuidado con los de pilates qe algún día te encontrarás una cadera o una dentadura jajajaj
Qué bueno.... cómo me gustaría escuchar a los abuelitos en esos momentos de partidas de dominó y parchís.
Un saludo
P.D.: Gran labor la de escuchar a nuestros mayores. Gracias
mmm bueno, lo primero como siempre ver la extension de la longaniza, no se por qué esta vez comencé a leer y me alegro de haberlo hecho. el abuelo usaría Varón Dandy ¿tu no lo recuerdas? y por lo demas pues un relato interesante bien narrado como siempre.
abrazos
Qué historia tan entrañable, Juan. Ya te lo he dicho más de una vez. Un libro tuyo con anécdotas varias, sería todo un éxito editorial. yo lo compraría sin dudarlo. Y no lo digo en broma. Necesitamos sonreír, y más en los tiempos que corren.
Un besote
¡¡¡Me parto, me encanta doña Corleone!!! Desde que hablaste de ella en el otro post, la señora me cae genial. Ójala se lo hubiera echado de novio, imagina la de posts que daría de sí el tema XDD.
Pero fue al baile del domingo o no fue al baile del domingo broder? Porque si hay que leer se lee, pero leer pá ná..........
Pues me ha encantado el relato (no en el sentido de ficción, sino de "cosa narrada", que hay que explicarlo todo jajaja), me parece muy tierno y a la vez gracioso, y eso es mérito del autor (o del cronista si lo prefiere). Y al final todos ganando, menos Bertín Osborne, que aún estará con cualquiera pudiendo estar con Doña Josefina. :D
Te lo digo una y mil veces...me encanta tu trabajo!!! Mira que el mio me gusta, pero las vivencias que se recopilan en el tuyo no tienen parangón. Muy tierna la historia. Ya me la contaste de viva voz, pero escrita me ha gustado más.
Has pensado en hacer un libro al respecto???
Txema Rico
Magnífico, JuanRa. A esto le das una forma un poco más de narrativa de ficción (en vez de anécdota real) y tienes un relato literario de primera.
Pero así tal y como está, es un gustazo de lectura. Aunque a ver cómo me borro ahora esta sonrísa beatífica de la cara.
Big hug.
Vaya, no sabía de tu ambiente laboral.
En cuanto al buscanovia seguro que lo lleva en la sangre eso de cortejar a las mozas morirá con las botas puestas, en su caso con la caña a punto.
Feliz puente, JuanRa
Anusky:
No, puede ser muchas cosas, pero desde luego, aburrido NO.
Con la de veces que le nombra la mujer… ¡qué menos que invitarle a cantar en el blog! :)
papacangrejo:
Pues te aseguro que más de un diablo hay allí, más diablas, a decir verdad. Y son cuatro veces más malas que yo :S
sin más palabras:
Exceptuando los momentos en los que se acusan de hacer trampas o de jugar mal y se alborotan como chiquillos. Por suerte son perros ladradores que no muerden ;)
Ripley:
¡Y tanto que lo recuerdo! Como que las veces en que me puse del que tenía mi padre, atufaba hasta el día siguiente.
(Tengo que aprender a echar menos carne en las longanizas! :p)
Amig@mi@:
Tú siempre tan amable, Montse. No sé si sería un éxito o no, pero con halagos como el tuyo me siento en el mayor de los triunfos. ¡Muchas gracias! ;)
Doctora Anchoa:
Te la presento cuando quieras, que ella estaría encantada. Como me dice muchas veces: “Yo quiero rodearme de gente joven, a ver si se me pega algo. Con los viejos no me gusta estar, que siempre hablan de dolores y enfermedades” Es muy sabia.
Saxsista:
Ya no tengo más corresponsales para hacerle un seguimiento, pero diría que a estas alturas ya tiene novia. Se le veía de los que no se rinden ;)
X:
No dejáis de tener mérito también los que tenéis la santa paciencia de tragaros mis ladrillacos. ¡Cuándo aprenderé a resumir más las historias! En cualquier caso gracias, y me alegra que te haya gustado.
¡Y que alguien avise a Bertin Osborne! :D
Txema:
Es que a veces te utilizo como conejillo de Indias. Si te gusta la historia, entonces la cuento por aquí, jeje.
¿Cómo titularíamos ese libro? ¿Baibols in the begining? xDD
Ángeles:
Todos los parabienes , viniendo de ti, son siempre paramejores :p
Muchas gracias, en serio. No la borres, que se quede ahí puesta el tiempo que haga falta ;))
Biges huges for U2 ;)
Sese:
No lo dudes, era un Don Juan jubilado de todas sus ocupaciones menos de la conquista. A ver si vuelvo a saber de él y te cuento.
Bon pont, Sese
Resulta que tienes un trabajo de lo más entretenido ¡y menuda peña de diablillos tenéis que ser todos juntos! me cae muy bien Doña Josefina.
Estas anécdotas las cuentas tan bien que es como si estuviera viendo las escenas. Te digo lo mismo que los compañeros, haz un libro recopilándolas ¡será un betseller!
Un besito.
me encanta como describes cada detalle. nos haces estar ahí.
besos
Por dióx cuánta entrañabilidad por ese centro.
Menudo forastero, tan educao. Me he reído muchísimo.
Montse:
Esto de verlos como diablillos no me lo había planteado. ¿Y yo el diablo mayor? ¡Pero si los mayores son ellos! ¿Me lo permitirían? :D
Bueno, saber que al menos alguna bloguera amiga compraría ese libro... anima bastante. Gracias ;)
rAnita:
¿En serio? ¿Y luego sabéis volver de nuevo a casa? :p
Gracias, rAnita :)
Misaoshi:
A mi eso de forastero siempre me sonará al Far West xD
Lo celebro, Misa. Te regalo todas las risas que quieras.
Este galán es de los que no quedan, bien plantao, aseado, simpático, educado, directo y porque no decirlo valiente porque para adentrarse en el mundo de las bingueras, que aunque jueguen al parchis siempre serán bingueras.Que grandes las abuelas, oyes y lo describes tan genial que me parece estar ahí mismo sentado.
Por cierto, no tendrás por ahí a mano enlaces a otras historias de La capo Corleone, le queda el nombre que ni pintao, me la imagino, puro negro, controlando el cotarro desde su silla y mandando sin decir una palabra.
Jajajaja, que me parto, además es que lo cuentas y es como si lo estuviera viendo, jajajja
Ay, esa pobre señora, qué emperramienta tiene con el Bertín. Me encanta cuando las viejitas dicen "forastero", ajajaja, a mí eso me suena a película de John Wayne.
Y ese par de dos, Billy y Garret, el día que a uno le falte el otro lo pasarán mal... ojalá falte tiempo para eso.
La verdad es que te lo debes pasar bomba con los cotilleos rutinarios del centro, habría que verte disfrutando con esas historias que bien podrían ser el hilo argumental de una de esas películas sencillas, pero llenas de ternura y vida que tanto me gustan.
Oye, míralo al forastero, qué decdido el hombre. Y oye, muy bien, las cosas claras y el chocolate espeso: busco pareja, para pasear, para bailar.. y lo que surja jajaja
Sí, O Suso, para mí siempre serán "las bingueras", por mucho parchís que jueguen.
¿Y verdad que la Corleone es todo un personaje? Esta mujer nació aquí por error; yo la veo más bien en Sicilia, donde habría pasado a la Historia xDD
Por si se te escapó alguna otra intervención de la ilustre Josefina, apareció en:
El ataque de las bingueras
http://miescribania.blogspot.com.es/2009/01/el-ataque-de-las-bingueras.html
Las bingueras atacan de nuevo
http://miescribania.blogspot.com.es/2009/11/las-bingueras-atacan-de-nuevo.html
Bye Bye Bingo
http://miescribania.blogspot.com.es/2011/11/bye-bye-bingo.html
Un abrazo
Además es que "los forasteros" llaman mucho la atención en los pueblos, y en ciudades no muy grandes como ésta.
"Ese no es de aquí, es forastero" Y también yo pienso al oírlo que se van a desenfundar pistolas y a silbar las balas, jajaja
Seguro que estos mayores guardan un millón de historias cada uno. Algunas voy conociendo, tanto tristes como alegres, y efectivamente darían para escribir un libro.
Speedy:
Eso es lo que más me llamó la atención, lo planificado que lo tenía el hombre. Yo creo que a estas alturas ya tiene novia :D
No podias haber hecho una descripcion mejor de talleres, de personajes,etc.
Un beso
Todo un mundo el que vemos pasar cada día ante nosotros, ¿eh, Mar? ;)
Un saludo
Qué hombre tan decidido! Que da penilla y todo pero quién sabe, a lo mejor en el bailoteo encuentra a su Ginger Rogers... Bonita historia, y desde luego no te aburres en el trabajo, no. :))
Yo ya lo hago marcándose un agarrao con una dama que sucumbió a su galantería. :)
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