12 de febrero de 2014

COMO DERSU

Aunque no tenga prisa, me suele molestar ver cómo baja la barrera  cuando me falta poco para rebasar el paso a nivel de Villena. Ese tiempo de espera hasta que pasa el tren, siempre me parece tiempo perdido.
Hace unos días, cuando me disponía a enfilar  la carretera hacia Yecla, vi desde lejos cómo descendía esa larga barra pintada a franjas blancas y rojas.

¡Hala, ya me ha pillado el tren otra vez!, gruñí fastidiado.
Detuve el coche, parando el motor como suelo hacer, y me resigné a esperar.

Estuve un rato mirando la señal luminosa,  me llamó la atención el acentuado contraste que hacían las vivas luces intermitentes frente al uniforme manto plomizo del cielo, que no había dejado asomar al sol en todo el día.

Contemplé después el grupo de árboles que hay pocos metros después de las vías, altos y frondosos, y la pequeña casa en ruinas que se encuentra a sus pies. La vegetación la ha acorralado e invadido de tal forma que por una de sus ventanas asoma un vigoroso tronco.

Apenas se veía gente por allí, y la que pasó lo hacía con prisa, con las manos en los bolsillos de los abrigos, resguardándose del frío.

De repente escuché por mi derecha un sonido hueco y cantarín, era un botella de plástico que el viento empujaba  a su capricho. Rodaba y daba saltos  por un ensanche asfaltado a los pies de un edificio. A esa botella se unió pronto la hojarasca acumulada en los rincones. Volaron las hojas en círculo alrededor de la botella, y las más grandes y secas producían chasquidos al rozar con el suelo.
Sopló el viento en un fuerte y prolongado silbido y las copas de los árboles se agitaron enérgicamente. Osciló la barrera y hasta el poste de las señales rojas comenzó a temblar. Arreció el viento hasta convertirse en vendaval  y me sobrecogió escuchar la  metralla de arena que  surgió de golpe y que chocaba contra el coche con furia.

Vi la botella volar más allá de las vías, segundos antes de que pasara el tren, tan rápido que parecía formar parte de la misma potencia de aquel huracán repentino que, al igual que la máquina sobre las vías, tal como llegó, se fue.

Y entonces me oí a mí mismo diciendo:

"El viento es gente muy fuerte".

Así mismo lo habría expresado Dersu Uzala, a quien recordé en aquellos momentos estremecedores.

Dersu Uzala, para quien no haya oído hablar de él, fue un cazador chino que a principios del siglo XX acompañó durante varios años a Vladímir Arséniev  en una expedición  que pretendía cartografiar una parte deshabitada y salvaje de Rusia. Dersu les sirvió como guía y les salvó de morir de hambre y frío en varias ocasiones.

Vladímir escribiría años después su experiencia en un libro, y  en 1975, el cineasta japonés Akira Kurosawa rodaría la historia en los mismos escenarios naturales que recorrieron Vladímir y Dersu. 
Recomiendo vivamente tanto el libro como la película. Esta última me parece tan hermosa y relajante, que a veces el cuerpo me pide disfrutarla de nuevo.

- Capitán - dice Dersu Uzala mientras contemplan un atardecer- , el sol es gente muy importante. Si el sol muere, todos mueren.
El capitán le escucha siempre con atención. Dersu se gira para señalar a la luna, y dice: La luna también es importante.


En la siguiente escena ya es de noche. Acampados cerca de un río,  todos están reunidos alrededor de un fuego. Se escucha el crepitar de las ramas al quemarse.

- El fuego es gente - dice Dersu con calma - ¡y grita!
Uno de los presentes empieza a reír
- Si te hiciéramos caso, veríamos gente por todas partes.
Haciendo caso omiso, Dersu se vuelve:
- Mirad el agua, también es gente.
- Sí, ¡gente mojada!- dice el de antes, que consigue hacer reír a todos. A todos menos al capitán, que sigue escuchando a Dersu con suma atención.
- Así que el fuego es gente, ¿eh, Dersu? - le dice otro en tono de burla.
- Sí, el fuego es gente fuerte. El fuego se enfada. En la taiga ardió muchos días, y cuando se enfada da miedo. El agua también da miedo. Y el viento cuando se enfada. El fuego, el agua y el viento son gente muy fuerte.

Vladímir, el capitán, no tarda mucho en comprender el espíritu noble y sencillo de Dersu, que durante gran parte de su vida anduvo en íntimo contacto con la Naturaleza, a la que observaba, escuchaba, amaba y respetaba, llegando a conocerla tan bien, que supo sobrevivir en las situaciones más adversas. La historia de esa amistad y admiración mutuas es digna de verse.

La barrera se levantó, puse en marcha el motor y proseguí el camino a casa. 

Se tornó más opaco el cielo, y en ningún punto se adivinaba la luz del sol, que ya estaría a punto de ocultarse. El viento seguía aullando y formando grandes remolinos de polvo sobre los campos, remolinos que en ocasiones cruzaban la carretera, llevando consigo arena, hojas y pequeñas ramas que golpeaban en el parabrisas.

Sí - pensé- el viento es gente muy fuerte. Si está contento se llama brisa, y te besa y acaricia. Pero cuando se enfada es muy violento y es capaz de empujar y golpearte.
E imaginé a Dersu Uzala diciendo:
El viento está enfadado. La Madre Naturaleza le ha pedido que diga a los hombres que la atiendan y la escuchen, pues se siente maltratada.

Aquellos minutos junto a la vía y el viaje posterior me parecieron entonces una experiencia inolvidable. Sentí junto a mí la fuerza de la Naturaleza, su viva presencia, su voz , su indiscutible importancia e interacción con todos los seres vivos,  y quedé pensando en  cuánto bien nos haría a toda la humanidad observarla, amarla y respetarla siempre.

Estando ya en la cama, escuché el sonido de la lluvia que empezó a caer de forma torrencial, como un aplauso líquido en el silencio de la noche.

La lluvia es gente, me dije. 
Y  pensando en que escribiría sobre Dersu, me dormí.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

jo!...me ha gustado mucho tu texto. A veces me gusta leerte también cuando estás serio, no sé, te he notado un poco...quizá melancólico, alejado de tu habitual sentido del humor tan dicharachero.
Cuando veo los desastres naturales que golpean a la Humanidad, estos mismos efectos de los continuos temporales que azotan el Norte estas semanas, las olas de frío en Norteamérica o la de calor de Argentina, pienso que realmente la Naturaleza no es que proteste, no es que se sienta débil, al contrario, lanza su advertencia como los padres de antes amenazaban con la zapatilla y ella sabe de su incontenible fortaleza y que, cuando se le antoje, somos nosotros los lo pagaremos muy caro: nuestra especie desaparecerá sin tener tiempo a colonizar el espacio y aún quedarán muchos milenios de Vida sobre la Tierra.
Bueno,y también tengo que decirte que me ha interesado mucho esa parte de la exploración de tierras deshabitadas hace 100 años y la relación entre el nativo chino y el oficial ruso.

carlos

Amig@mi@ dijo...

Son esos momentos que tú describes como de pérdida de tiempo los que nos hacen tener un descanso en el camino. Si no llevas prisa, disfrútalos, que siempre surge algo a nuestro alrededor. Esta vez fue tu amigo Dersu, mañana será otra cosa.
Un abrazo

Montse dijo...

JuanRa eres un escritor fantástico, lo mismo nos haces reir, nos emocionas como nos cuentas una historia con pensamientos profundos como esta.
Me ha encantado ¡cómo no si soy una enamorada y defensora de la naturaleza! la verdad es que la escuchamos poco, la observamos menos y no la entendemos nada y eso que, aunque nos pese, formamos parte de ella aunque a veces parece que estamos en su contra.
Gracias por invitarnos a reflexionar!
Un beso enormeeeee.

La Exorsister dijo...

Pasé por aquí, te leí y me sonreí. Me vinieron a la mente esos momentos de lucidez en los que me paraba en mitad del camino habitual, cerraba los ojos y sentía el aire en la cara. Una pausa breve para recordar que no todo son prisas y lugares a los que ir.

Anónimo dijo...

Es fascinante como un dolor de muelas me unio al diablo, me enseño a dar patadas de karate, a mirar a mi gata con otros ojos y a respetar mucho mas a los mayores.
Creo que me voy a sacar el carnet para sentir lo que tu sientes!!!!!!
Daniela.

Lillu dijo...

^_^

Ah, y que tengo que ver esa película, porque lo del libro se haría eterno en la espera de mi lista de pendientes ;) Gracias por recordármela!

saluditos

Cantona dijo...

Tal vez a partir de ahora no te pondrás a gruñir cuando veas que se baja la barrera.
Un alto en el camino y un corto instante de reflexión, por lo visto, ha sacado al escritor que llevas dentro. Y si todo lo que escribes es igual, este escritor apunta maneras.

Saludos diablillo.

Ángeles dijo...

Me ha gustado mucho recordar cómo Dersu personaliza los elementos de la naturaleza y los convierte en “gente”: gente fuerte, gente importante…
Y me encanta la emoción que transmite y contagia usted por esta historia de amistad, de lealtad y de respeto entre los hombres y entre los hombres y la naturaleza.

Pero más aún me ha gustado el cambio de actitud de usted ante el entorno y lo requetebién que lo cuenta.

Una cosilla más: con las imágenes de los colores y la luz del cielo, del aire, del campo; de la botella que va rodando, de las hojas secas, del vendaval alrededor del coche; con los sonidos del viento y del “aplauso de la lluvia” (superb!), ha creado usted un relato de atmósfera magnífico y que me estoy planteando plagiarle, por cierto.

Un saludo, señor Auster (porque es usted, ¿verdad?)
;-)

PD: ¿no tienes foto de esa casa invadida por la vegetación, con un tronco asomando por la ventana?

Ana Bohemia dijo...

Me encanta leerte, diablito con alma, eso es lo que trasmites con tus palabras.
No creo que sea tiempo perdido si de ese instante has sacado todas esas ideas y reflexiones. No conocía a Dersu y me ha fascinado, a ver si leo su historia y a ver si veo esa pelí de Kurosawa.
El viento y la lluvia también se han hecho gente y muy enfada por mi tierra, y se han hecho amigos de un tipo muy frío, del granizo.
Feliz finde

Tomás dijo...

bueno iba a destacar tu entrada, pero ya lo han hecho tus lectores por mi, muy buena descripción del momento "perdido" en la barrera, y ese recuerdo para Dersu....

mama dijo...

MAGISTRAL.me ha encantado,tierna,reflexsiva,amena,es cierto que la naturaleza es temible cuando se enfada,pero no tine ni preferencias ni favoritismos en su actuacion,la gente si.como siempre me encanta tu decripcion literaria eres mi escritor preferido, sin duda

Sese dijo...

La película la tengo en perpetua lista de espera y es que es de esos filmes que lo has de ver cuando verdaderamente tengas intención y capacidad para dedicarle los cinco sentidos, dedicarle plena atención.

Y es que no tiempo que perder, sólo es que no sabemos aprovecharlo.

Saludos

JuanRa Diablo dijo...

Carlos:

Me gusta dar imagen de dicharachero, la verdad. Me considero un buenrollista, aunque un buenrollista suspirón. Creo que con la edad se están invirtiendo cada vez más los términos y voy pasando de buenrollista suspirón a suspirón buenrollista. Esos 50 a la vuelta de la esquina me imponen cosa mala.
Pero para el blog aún se me ocurren tantas tonterías que si las plasmara todas juntas empezarías a sospechar de mi estado mental, jajajaja. Por eso intercalo estas cosas más serias... ¡para disimular!

De todas las noticias que nos llegan del mundo en general, son estas relacionadas con los desastres naturales tan sospechosamente relacionados con el calentamiento global que ha provocado sin duda el hombre, las que más me angustian.
Otros expertos dicen que no, que todo es cíclico y que todas estas cosas ocurrirían igualmente aún sin la presencia del hombre. Pero en cualquier caso es que es muy cierto, si la Naturaleza quisiera nos barría del planeta en un abrir y cerrar de ojos. Nos creemos los reyes de la creación y somos motas de polvo.

La historia de Dersu Uzala merece la pena. Es un sabio que no es consciente de serlo. Es la esencia del hombre, con sus necesidades más básicas en diario contacto íntimo con la naturaleza. Solo el que es plenamente consciente de su poder e importancia sabe respetarla de verdad.

Amig@mi@:

Muy cierto, Montse. Observar y reflexionar. Las prisas y el estrés son enemigas de estas acciones tan provechosas.
Un beso ;)

Montse:

Jo, Montse, qué halagos. Muchas gracias. ¿No será más bien que me lees con los ojos de una amiga que me aprecia? :)
Bueno, que eres una defensora de la Naturaleza ya lo sabía yo aunque no lo hubieras dicho. Solo hay que ver cómo fotografías paisajes, montañas, árboles, animales y flores. Se te va el alma detrás :)
Un beso, Montse. Y gracias otra vez.

La Exorsister:

Dos cosas: qué bonito lo que has dicho y qué bueno que hayas hecho un alto en el camino para dejarme este mensaje ¿Has sentido el aire cálido del averno en la cara? :p

A veces conviene decir aquello de "Que se pare un momento el mundo, que yo me bajo" :)

Daniela:

Pues para mi es igual de fascinante encontrar a alguien que se afilia a los escritos del diablo y declara sentirse a gusto. Gracias por dejar presencia de tu recorrido, y aunque ya llevas mucho andado, te doy la bienvenida oficial :D

Lillu:

Como haces tú en Lillusion, al libro le pongo 8 sobre 10 y a la película 10 sobre 10. Suelen preferirse libros a adaptaciones al cine, pero en este caso me inclino por la película. Y eso que la calidad de visión y sonido no son óptimas, pero para mí es una joya.

JuanRa Diablo dijo...

Cantona:

Hola, proveedor del Museo del Diablo :) Bienvenido al blog.

No, nada de enfadarse por tener prisa. La mayoría de las veces son aceleramientos innecesarios que no nos llevan a nada. Mucho mejor sacar provecho de esos altos en el camino y disfrutar de las pequeñas cosas que la mayor parte de las veces nos pasan desapercibidas.

Gracias por tus palabras.

Ángeles:

El viento es gente. El viento es gente fuerte. El viento es una palabra habitual en las canciones de Santos de Goma. El viento juega con las palabras en el blog de Ángeles, y Ángeles canta las canciones de Santos de Goma, y deja volar sus palabras al viento, ese viento que es gente. :D

Bueno, puzzles lingüísticos aparte, me has dejado por dentro una atmósfera de burbujillas de dicha por ese análisis tan positivo que haces de la entrada. Ya sabes lo difícil que es expresar a veces esos sentimientos tan especiales, así que cuando consigues transmitir algo de ellos... en fin, pues eso, que no me salen las palabras, jajaja

¿Yo Auster? Usted me confunde con Hector Mann :p

PD. Tendré que acercarme a la casa a hacer fotos, sí.

Ana:

Muchas gracias, Ana. Eres muy amable. Eso sí, ahora cuando puedas borra eso de diablillo con alma, que si lo ve mi Jefe... :s

Ya me he enterado de ese temporal que ronda por las Canarias, donde el sol, que es gente muy amable en tu tierra, se ha retirado para dar paso a lluvias, nieves y vientos, que son gente muy seria a la que no estáis acostumbrados a recibir. El tiempo está loco loco.

Un beso

Tomás:

Pues gracias, Tom, siempre me alegra que asomes por aquí.

Mamá:

El preferido, ¿verdad? Jajaja. Pues mira, ya que tú recibiste un Nobel, a ver si me enchufas para que me den otro a mí. Uno que les sobre o algo.
Un beso, madrediabla

Sese:

Completamente de acuerdo. Hay libros y películas que requieren su momento.

Por cierto, hablando de pelis, ayer vi Las uvas de la ira, ¿la conoces?
fuerza de los últimos capítulos: la tremenda riada, el parto de la hija, la emocionante ayuda al moribundo... ¡nada de eso aparece! No es mala pero me decepcionó.

Misaoshi dijo...

Es precioso JuanRa.

Todo un poeta. No sé por qué insistes en diabolizarte. Es precioso.

JuanRa Diablo dijo...

Muchas gracias, Misaoshi :)

Es todo pura lógica: si no puedo ser fuerte, seré "devil" :p

hitlodeo dijo...

Durante unos instantes se ha parado el tiempo en INTERNET, como si ese tren hubiera tardado horas en pasar. Y he notado como la arena fustigaba mis piernas empujada por el viento. ¡Enhorabuena JuanRa!
Tu relato me ha recordado un trozo de "Memorias de Adriano", cuando recuerda a su abuelo Marulino: "Mi abuelo Marulino creía en los astros. Aquel anciano demacrado, de rostro amarillento, me concedía el mismo afecto sin ternura, sin signos exteriores y casi sin palabras que tenía por los animales de su granja, sus tierras, su colección de piedras caídas del cielo...Antes de morir había tratado de enseñarme su arte. No tuvo éxito.".

JuanRa Diablo dijo...

hitlodeo:

¿Sabes que ese libro de Memorias de Adriano me lo regalaron hace muchos años y aún no lo he leído? Debe ser uno de esos libros que aguarda paciente a que llegue su momento.

Disfruté mucho escribiendo este texto, lo que no imaginaba es que consiguiera ¡parar el tiempo en internet! :D

Muchas gracias, Hit