9 de abril de 2015

RETO TERROR

Bien, veo que has llegado hasta aquí y que has empezado a leer. Vale, continúa, no te detengas y sigue leyendo porque quiero proponerte algo.

No te alarmes ante nada de lo que pueda decirte, simplemente déjate llevar. 
Sí, ya sé que estás pensando que el diablo nunca es de fiar, pero te doy mi palabra de que solo pretendo jugar un poco, divertirnos un rato los dos, y si mientras tanto aparece alguien más... mejor.

Que no, que no apartes la vista de la pantalla y continúa leyendo, ¡hazme caso!

Para empezar deja en esa percha tu nombre y apellidos. A partir de ahora tú no eres tú
Sí, más tarde, cuando te marches, podrás volver a ser quién eras, no pongas esa cara de pánico, te repito que solo es un juego.

Desde este mismo instante, y hasta que yo te diga lo contrario,  trabajas en una empresa llamada Moon B. Se trata de una asociación de guionistas americanos con sede en Laredo, Texas, dedicada a escribir y vender guiones para películas de terror de bajo presupuesto. Decide con qué seudónimo te diste a conocer.

No es que te paguen muy bien que digamos, pero compartes apartamento con algunos de tus compañeros y compañeras de empresa, con los que mantienes buena sintonía, te regalan un portátil de lujo y las hamburguesas con bacon que hacen en la esquina son baratas y dejan sin sentido, así que más o menos te sientes satisfecho/a, ¿verdad? (Dí: “Sí, estoy satisfecho/a”)

Moon B ha funcionado sin tregua desde el año 1940, y en los 75 años de historia que va a cumplir, se vanagloria de haber creado guiones que dieron origen a clásicos tan memorables como Super espanto, Super espanto II, Clavos en la nuca, Dr Estrangul, Fallecimiento letal, y Déjame esa vena, por citar solo algunos títulos de culto y dejar a un lado los de bulto.

Gran parte del éxito de Moon B se debe a un sonado escándalo.


En 1966, un guionista llamado Dustin Ramírez (seudónimo, obviamente) logró vender a la FOX La estudiante suspendida.

La trama era la siguiente:

Dos compañeras de instituto, Lisa y Roberta,  se reúnen en casa de una de ellas para estudiar. 
 Anochece y aún no se han aprendido las lecciones del próximo examen, por lo que la anfitriona (Roberta) propone a la invitada (Lisa) que se quede a dormir. Después del enésimo café, Lisa pregunta a su amiga cuándo llegarán sus padres, y ésta responde con naturalidad que no volverán porque los mató la semana anterior y subió sus cuerpos al desván. 
Lisa rompe a reír muertecita de miedo pero se le corta la respiración cuando oye decir a su amiga que tal vez la mate también a ella esa noche mientras esté durmiendo. Cuando blanca como la pared Lisa empieza a recoger sus cosas para marcharse , suena la carcajada de Roberta, que le echa en cara lo boba que ha sido al creer semejantes estupideces.

A partir de ese momento Lisa no logra memorizar nada de lo que lee, y, además, los minutos pasan y los padres de Roberta siguen sin aparecer.

Agotada por la tensión, Lisa ruega a su amiga que telefonee a sus padres y ella responde: “Llámalos tú si quieres, yo me voy a la cama. Tú duerme donde quieras”

Incapaz de acostarse, Lisa se sienta en el sofá con una manta sobre los hombros y un cuchillo que ha cogido previamente de la cocina.
De repente, un reflejo de luces blancas juega a dar vueltas por el techo, dándole la apariencia de techo irreal (aunque en la película anunciaban que todo era un techo real) 
 Lisa supone que esas luces son las almas de los padres de Roberta, que la llaman desde el desván, pero no se atreve a mover ni un pelo y para mitigar su terror recita en voz alta las lecciones, percatándose entre llantos y risas nerviosas que las ha aprendido de memoria.

Lisa despierta de golpe y se encuentra en su clase, sentada en su pupitre, por lo que no sabe si está soñando o el sueño fue la pesadilla vivida en casa de su amiga. Entrega el examen al profesor, que la mira y le pregunta: “¿Sabes por qué no se ha presentado Roberta? “ Ante el silencio de Lisa, añade: “Si la ves, dile que está suspendida”

En las escenas finales de la película, caminando lentamente por la calle, Lisa presiente que su amiga está suspendida, suspendida de una viga del desván de su casa, junto a los cuerpos decapitados de sus padres.
 Pero no vuelve a aquel lugar para comprobarlo. Simplemente lo sabe. Y esconde en los bolsillos sus manos, en las que aún quedan restos de sangre.


Pero el escándalo al que hacia yo referencia se debe a la respuesta que dio Dustin Ramírez cuando, tras el apabullante éxito de su guión, que ganó el  Woow Prize, le preguntaron cómo se había inspirado para crear tan apasionante relato.

"No fue del todo mérito mío, – respondió – el diablo me lo dictó en una sesión de ouija junto a unos compañeros de Moon B".

Como todo el mundo sabe, en el estado de Texas están terminantemente prohibidas las sesiones de ouija con fines lucrativos, pero lo cierto es que concluidos los problemas con la justicia, aquella declaración aumentó la popularidad y el interés por todo lo que salía de la factoría Moon B.

Por el tema del 75 aniversario que antes mencionaba, Alex Tranjer, presidente de Moon B, convocará en breve a todos sus empleados (ahí estás tú, no lo vayas a olvidar) para invitarles a formar parte de los festejos de celebración.

Bajo el lema “Agárrate, que son 75 años de miedo” , cada guionista, disfrazado de personaje siniestro, leerá ante las cámaras de la TV local una breve sinopsis del guión de terror que más éxito tuvo.  Finalmente se brindará con batido de zarzamora roja.


Por lo tanto, estas son mis instrucciones:

1) ¿Quién eres? Es decir, cuál es tu seudónimo.
2) ¿Cómo se titula el guión que más éxito te proporcionó (o el que más satisfecho te dejó)?
3) Explica brevemente (o expláyate si te da la gana) de qué trataba.
4) ¿Cómo irás disfrazado en la fiesta del 75 aniversario de Moon B?
5) ¿Tienes alguna nota que dejar en el buzón de quejas/ propuestas de tu empresa?

¿Ves como no era tan difícil jugar conmigo? ¡Te has portado de miedo!

Hala, ahora puedes volver a la percha y recoger tu identidad si quieres. Ya puedes ser el anodino personaje de siempre y abandonar este infierno de mentes brillantes.
Que yo nunca retengo a nadie a la fuerza.

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ACTUALIZACIÓN (16/4/15)
Ya pueden leer una crónica de la gran fiesta AQUÍ

7 comentarios:

Anónimo dijo...

1) Tracy Bloodmoon
2) Baby Sweet Baby
3) Una escalofriante historia en la que una mujer descubre que es la elegida para matar al demonio perverso que con su semen enferma a las vírgenes de Peyton Place. Cuestión que no sería tan complicada si este demonio no fuese su propio hijo, su baby sweet baby.
4) El fantasma de la ópera
5) Quiero mis regalías

Att, Luigi De Angelis s.

Anónimo dijo...

Mi seudónimo es Bela, Bela Lucense, aunque mi nombre verdadero es charles Hatecraft.
Yo escribí "El Mal no tiene quien le escriba (hasta ahora)"
El Mal, la entidad superior que rige el universo, del que incluso Satán es servidor, contra el que la imaginación de los hombres imaginaron a Dios Padre, controla la tecnología de los hombres y ahora se sirve de ella para juguetear con ellos y apoderarse de sus almas que devora y de las que se nutre para expandirse como se expande el Universo.
Es sencillo: a través de las pantallas del ordenador, poco a poco, va haciéndose con la voluntad de los internautas que cada vez pasan más tiempo frente a ellas, gozando de placeres irresistibles que van destruyendo su vida laboral, sus amistades y su círculo familiar. Su comportamiento se vuelve extraño y comienzan a realizar pequeñas maldades deliberadas como dejar la ducha sin limpiar para que las sufridas madres se desriñonen de trabajo. Pero la trasformación continúa y el Mal les ordena un día retorcer el cuello a los periquitos de la abuela. A la semana siguiente, el de la propia abuela.
El MAl está complacido y se lo hace saber; sus acólitos se entusiasman y doblan las horas frente a la pantalla, lo ojos como platos y sin pestañear siquiera. Pero tienen que comer... "LA sangre es la vida" les dice el Mal y sus adoradores saben lo que tienen que hacer. Las noches se convierten en horas de horror porque son millares los siervos del Mal que salen a cazar su alimento; primero por las calles y, enseguida, asaltando los pisos. Las madres gritan aterradas cuando les son arrancadas de su lado sus criaturas; los maridos cincuentones se alegran en el fondo cuando al llegar a casa, sus mujeres han desaparecido dejando un reguero sangriento, pero disimulan y gritan despacito con impaciencia para irse a dormir.
LA Policía nada puede hacer porque sus cuarteles son asaltados e incluso en sus filas aparecen miles de fanatizados por el Mal.
LA alarma es general; se dan órdenes desde el Ministerio de Interior pero no llegan a ninguna parte. Se intenta proteger los enclaves estratégicos como las centrales nucleares pero los propios oficiales al mando terminan por provocar las fisiones descontroladas que las hacen estallar liberando borrascas de gases letales que barren las naciones. Los cuerpos sin vida se cuentan por millones y el MAl asiente satisfecho ante la obra de sus seguidores que van a cobrar su premio.
De esta manera, al caer la tarde, filas y filas de millares de adeptos, con la piel carcomida por la radioactividad, se dirigen en completo silencio, con los ojos muy abiertos y ninguna expresión en la cara, a los cementerios de pueblos y ciudades, donde se dedican a abrir las tumbas y a despojarlas de sus moradores para introducirse en ellas y poder acceder por los pasadizos que se abren de repente e inexplicablemente frente a ellos al Banquete al que su Amo les ha invitado y que aún no saben en calidad de qué. Es la Noche de Walpurgis.
Iré disfrazado de Gargamel.
Con el novelón que he escrito, pues ya directamente la jubilación ¿no?

Ángeles dijo...

Todavía me acuerdo yo del miedo que pasé con Fallecimiento letal y con Déjame esa vena, mucho más terroríficas que esas otras que se hicieron después intentando imitarlas (El cadáver muerto, Las venas no se prestan, Si solo es un mordisco, etc).

Bueno, como empleada de Moon B., estas son mis credenciales:

1. Seudónimo: Lola Mento

2. Título de mi mejor guión: El tío del sombrero

3. Argumento: Un muchacho está en la cama leyendo una historia de miedo. Es una noche de tormenta. El resplandor de los relámpagos se cuela por las rendijas de la persiana mal cerrada. En la historia que está leyendo el chico, un asesino implacable ronda por un barrio residencial en busca de una casa en la que colarse y de unos vecinos a los que liquidar. Además de implacable, el asesino es impecable, porque va muy bien vestido, con un traje negro, una camisa blanca, corbata y sombrero. Por eso, y no por otra razón, la historia se titula como se titula.
Llega un momento en que el muchacho está tan asustado por la novela que decide dejar de leer. Apaga la luz y se arrebuja entre las mantas, más por miedo que por frío, aunque también un poquillo por frío.
Entonces, el resplandor de un relámpago se cuela por la persiana y se ve, en la penumbra de la habitación, la silueta de un hombre con camisa blanca y sombrero… ¿Está de verdad el tío del sombrero en la habitación, o son imaginaciones del muchacho?

4. A la fiesta iré disfrazada de tío del sombrero, pero con tacones, para estar a la altura.

5. Y sí, tengo una nota con una queja para la empresa: que por qué no ponen un buzón de sugerencias de una vez, que estoy dando vueltas con el papelito en la mano y no sé dónde depositarlo.

Montse dijo...

No ando yo muy terrorífica últimamente, pero se intentará ¡ya va!

1: Seudónimo: Panchita
2: Título de la obra: Miedo en el cuerpo
3: Argumento: Estaba caminando por el bosque, cuando tropecé con una piedra y me quedé Panchita arriba. El miedo se apoderó de mí porque no podía ponerme en pie, las piernas no me obedecían y oía a lo lejos unas voces que murmuraban ¡dale, dale! ¡písala de una vez! ¡mira qué boba, si no sabe darse la vuelta!
Mientras intentaba recobrarme, la sombra de un zapato gigante puso mi cielo en negro, como un fundido de cámara y pensé que ese era mi triste final, que acabaría mis días aplastada y mis tripitas quedarían esparcidas en la hierba formando un charco de sangre.
4: Me disfrazaré de mariquita.
5: Sugiero que se haga un "party" con catering ¡tengo un hambre que pa qué!

Besitos.

JuanRa Diablo dijo...

Luigi, Carlos, Ángeles, Montse, me he reído mucho con vuestras colaboraciones :D

Tengo una pequeña sorpresa para vosotros en el otro blog.
Pinchad en el enlace que he añadido al final de la entrada.

¡MUCHAS GRACIAS POR TAN GENIALES APORTACIONES! ¡SOIS DIGNOS TRABAJADORES DE MOON B!

loquemeahorro dijo...

Qué bueno! Me ha encantado la entrada y el relato de las estudiantes.

Estas son mis respuestas

- Susan Tos di Funtos
- Seven Brides
- En el instituto "Edgar Highs" se celebra el baile de San Valentín, todo es alegría hasta que la reina del baile, Carrie Stocker, desaparece misteriosamente.
Pero la vida sigue, un año pasa, y aunque no se ha vuelto a saber de Carrie, se celebra el siguiente baile de San Valentín.
La historia se repite, y la que es coronada como reina del baile, vuelve a desaparecer en esta segunda noche.

Durante siete años se repite el macabro ritual en la noche de San Valentín, hasta que el instituto decide dejar de celebrar bailes y elecciones de reinas.

Han pasado 20 años y al Edgar Highs llega un nuevo director, Mr. Hammer, que decide que es hora de dejar de tener miedo y volver a celebrar bailes.
Shelley, la chica más guapa y popular aguarda expectante esa noche, sabedora de que es la candidata más firme a ser reina de la noche....

- Voy de vampira: que es elegante y me da la excusa ideal para llevar una capa en la que envolverme cuando quiera volver a casa a las tantas de la noche.

- Por favor, que echen al tipo del gato muerto, aquí cometeremos asesinatos a diario, pero con un límite, hombre.

JuanRa Diablo dijo...

Hola, Loque, (¿o debo decir Susan Tos Di Funtos? xDD)

Es para mí un honor que una guionista de tu prestigio (¡nada menos que la autora de Seven Brides!) tenga la gentileza de venir a compartir sus experiencias en la fiesta de Moon B.

Por las fotos del evento he podido comprobar que verdaderamente eras la vampira más estilosa y tus meneos de capa fueron de lo más comentado de la noche. Hasta el tipo del gato muerto quería un autógrafo tuyo (pero, claro, lo echaron de allí a patadas)