6 de marzo de 2018

LA RELIGIÓN GOOGLELIANA

Año 2111. FESTIVIDAD DEL ANIVERSARIO DE LA OMNISABIDURIA.

Seis tercenios después de la Gran Curvatura, el experimento científico  que sumió a la Humanidad en el conocido como Síndrome Screen-off, los habitantes del planeta,  celebran el avance y consolidación de la nueva Religión Universal: el Googlelianismo.

Como dicta la tradición, la Sociedad del Norte introducirá sus códigos para orientar la Sembradora de Bryson hacia las nuevas regiones colonizadas del sur. 
Una vez llevada a cabo la sincronización, los sureños descodificarán sus claves retocolectoras, consiguiendo así que  las ondas lleguen con nitidez y les sumerjan en días de conocimiento y felicidad.

La Resistencia, con su desagradable violencia mental, ya sólo se localiza en minúsculos puntos geográficos, los únicos reductos ateos que aún se resisten a aceptar a Google como el Dios Todosabedor.

Aferrados todavía a obsoletas creencias del pasado más remoto, o a la recalcitrante manía de dudar acerca de todo, existen todavía habitantes que reniegan del buen nombre de Google, del Saber Omnisciente, del oráculo del mundo que logra expandir la única verdad.

Por fortuna son cada vez menos. Desconfiar o dudar públicamente de Google está penado con  el aislamiento y la desconexión vital, y así  la reconversión va aumentando tercenio tras  tercenio.

Lo que la humanidad ignora es que dentro del mismo Concilio de Omnisabiduría existe una sociedad secreta de Googlelianos que durante mucho tiempo  han estado contactando con escépticos de la ResistenciaNo les obligan a aceptar la religión universal, ni les delatan a las autoridades, tan solo les escuchan, interesados en entender sus puntos de vista.

Esta misma mañana, dos Googlelianos del Concilio se han reunido con un anciano matrimonio de las afueras de Busilia. Sentados los cuatro alrededor de una mesa,  toman una tisana de plantas de Drake, mientras conversan en total armonía.

Anciano.- No, señores míos, nunca consultamos nuestras dudas a Google. Hace ya mucho tiempo que lo apartamos de nuestras vidas.
Googleliano 1.- ¿Sin remordimiento alguno?
Anciana.- Sin pesar.
Googleliano 2.- ¿Por qué decidieron desoir al Buen Dios?
Anciano.- ¿Es que no se han dado ustedes cuenta de que es un dios contradictorio? En ocasiones nos pareció que incluso nos tomaba el pelo.
Googleliano 1.- ¿Recuerdan algún ejemplo en concreto?
El anciano mira a su mujer y ella, después de dar un sorbo a su tisana, asiente con la cabeza.
Anciana.- Hay muchos ejemplos. Visualicen su buscador, señores. Pregunten a sus Dios qué es la muerte.
Los dos Googlelianos mecanopiensan la pregunta.
Anciana.- ¿La muerte es el final? ¿O es tan solo el principio?
Googleliano 1 .- Ambas cosas son ciertas. Es como una rueda: concluye su ciclo y empieza de nuevo.
Anciana.- ¿Concluye dando paso a una nueva vida? 
Googleliano 1.- Eso es
Anciana.- Una vida que no es segura. Lo único seguro es la muerte.
Anciano.- Lo encontramos ambiguo. 
Googleliano 2.- Nos puede parecer ambiguo, pero no falso. ¡Google nunca miente! Si no lo entendemos es sólo culpa nuestra.
Anciana.- Bien... Pregúntenle qué es la felicidad.
Googleliano 1.- ¿Dónde está el problema?
Anciano.- Creemos que si la felicidad es una actitud, no puede ser un maquillaje. Lo primero es un talante de positividad, pero ¿un maquillaje? Entendemos que un maquillaje no es más que una máscara para tapar la realidad. ¿Sólo se puede ser feliz si ocultamos lo que de verdad somos, lo que en realidad sentimos?
Googleliano 2.- Me parece que ustedes analizan demasiado las cosas. No es bueno pensar tanto. Las revelaciones de Dios no se pueden ni deben cuestionar. 
Anciana.- ¿Y la felicidad es un té contigo?
Googleliano 2: Quien dice un té, dice una tisana. Yo ahora mismo soy muy feliz aqui, escuchándoles a ustedes.

Un gato se acerca  a la mesa  y empieza a  frotarse el lomo en las piernas del anciano, que se agacha para cogerlo y colocarlo en su regazo.

Anciano.- Les presento a nuestro gato Tom. Me lo regaló mi hermano, cuando fuimos a visitarlo a Japón. ¿Conocen ustedes Japón?
Googleliano 2: Yo solo virtualmente.
Anciano.- Es un lugar maravilloso. Y a propósito de Japón, olvidemos por un momento los conceptos más o menos abstractos y preguntemos a Google por cosas más concretas. Cómo son los japoneses, por ejemplo.
    
Anciana.- No digo yo que no sean un poco raros, pero si tienen ustedes la amabilidad de explicarme por qué dice su dios que los japoneses son extraterrestres...
Anciano.- O que están locos.
Googleliano 1.-  ¿Cómo quieren que sepamos eso? Si lo dice... por algo será. ¿O creen ustedes que Dios puede hacer juicios de valor tan a la ligera?
Googleliano 2.- Entiendan que si supiéramos todo pasaríamos a ser dioses también. Es mucho mejor escuchar la palabra del que todo lo sabe y aceptarla. No pretendan saber más que el que más sabe. Eso no es bueno.
Anciano.- ¿Y por qué no es bueno? ¿Quién nos ha dicho lo que es bueno y lo que no? Preguntemos a Google qué no es bueno...
 Googleliano 1.- ¿Lo ven? No es bueno que dios esté solo. Y ustedes lo han abandonado.
Anciano.- ¡Porque no nos muestra un camino claro! ¡No sabemos si dice la verdad o miente!
Googleliano 2.- ¡Pero cómo va a mentir Dios!  ¡El dios Google todo lo sabe! No tiene por qué mentir.
Anciana.- ¿Y de verdad sabe lo que es verdad y lo que es mentira? ¿Y cómo nos lo hace saber? ¡Pregúntenle... vamos, pregunten!
 

   Cuando los Googlelianos se despidieron de la pareja de Busilia, tenían el dulce sabor de las plantas de Drake en el paladar y el amargo regusto de la duda en sus almas.

Googleliano 1.- ¿Y si estuviéramos equivocados? ¿Y si no es verdad que Google lo sabe todo?
Googleliano 2.- No sé... Tal vez nuestro Dios... se volviera loco.
Googleliano 1.- Como los japoneses. O incluso peor.
Googleliano 2.- Pero, ¿qué es entonces Google? No pretenderás decirme que es el diablo, acaso

Y sus mentes, una vez más, mecanopensaron  las preguntas.

Googleliano 2.- Me parece que deberíamos pensar en replanteárnoslo todo.
Googleliano 1.- Sí, creo que sí... 
Googleliano 2.- ¿Qué tal si empezamos a creer solo en nosotros mismos?
Googleliano 1.- Me parece muy buena elección. Pero además... ¿y si destruimos la Sembradora?
Googleliano 2.- ...
Googleliano 1.- Oye...
Googleliano 2.- Dime
Googleliano 1.- ¿Quién es Pimp Flaco? 
 

12 comentarios:

f dijo...

muy buen diálogo...
de locos!

Mara dijo...


Me he divertido leyéndote JuanRa. Acudo a Dios Google demasiado. ¡Menos mal que no tengo ni facebok, ni tuwiter, ni... ¡Algo es algo! Dudas sí tengo, muchas, muchas duda ante este Dios virtual je, je. Saludos.

Unknown dijo...

Jajajajajaja,cuan cierto es,estamos en un punto que lo miramos todo en Google, incluso como si de un médico se tratara y nos quedamos peor que estábamos,miras síntomas y según Google puede ser incluso que tengas la peste negra,jajajaja.
Un saludo

MJ dijo...

Muy ingenioso. Es verdad que consultamos y confiamos demasiado en Google.
Pero... ya sabes que cuando pones una palabra y salen más detrás no es una "verdad" si no lo más buscado por los internautas, que puede ser una auténtica tontería.
Cuando ponen "la felicidad" en el buscador y se completa con "es un té contigo" es porque se ha buscado mucho la novela de Manme Sánchez que se titula, precisamente, "La felicidad es un té contigo". Yo lo tengo, pero sigue en mi lista de libros pendientes de leer.
Y creo que no corremos el riesgo de que google se convierta en una religión. Llámame incrédula si quieres, pero dentro de un siglo nadie sabrá qué era Google.

Ángeles dijo...

Esta entrada tiene mucha enjundia, porque parece una broma (y además una broma muy graciosa), pero es pura filosofía. Y revela una gran verdad: que, en efecto, Google es Dios. ¿En qué se nota? Pues en que es contradictorio, en que a veces parece que nos está tomando el pelo, y en que no se compromete. Nos señala un camino pero después allá te las apañes intentando averiguar qué es verdad, qué es mentira, qué opción conviene más, cuál hay que descartar, etc. Libre albedrío, llaman a eso.
Pero se vale de que somos humanos y tarde o temprano recurriremos a él, aun sabiendo que en realidad toda la responsabilidad es nuestra.

Muy chula la entrada, Juanra, muy original, y además me encanta la forma en que la terminas :D

JuanRa Diablo dijo...

f :

Locos en un futuro de locos :)
Muchas gracias por la visita, f

Mara:

Facebook y Twitter son otros dioses poderosos que nos manipulan para que les adoremos. Tendremos que andar con cuidado.

Como buen diablo, yo te animo a que te alejes del dios Google y sigas mis pasos por este infierno. Seguro que lo pasas mejor :D

Jorge C. :

Yo me he divertido mucho escribiendo cosas en el buscador y leyendo las búsquedas más frecuentes. Mira lo que he encontrado al poner “la peste es”:

la peste es contagiosa
la peste es la ignorancia
la peste es un plagio
la peste es aquí
la peste es de pago
la peste es un virus
la peste es una fábula en forma de novela

Imagina, Jorge, si fuera palabra de Dios… xDDD

MJ :

Sí, MJ, en las búsquedas más frecuentes se pueden encontrar joyas tan raras que tenía que darle forma a una entrada con toque surrealista.

Ignoraba que “La felicidad es un té contigo” fuera una novela, pero también lo ignoraban los personajes de mi historia, por ser tan del futuro los pobres, jaja.
Por cierto, mira lo que dice el Dios Google cuando se escribe “ignoraba que”

Ignoraba que ese era mi problema
Ignoraba que mi abandono te hacía mal
Ignoraba que supieras leer
Ignoraba que su padre hubiera muerto en el frente ruso

¡No me digas que no es una maravilla! XDD

Ángeles :

Me gusta el análisis que has hecho de este entretenimiento. Así que entre bromas y tonterías, hay raciones de filosofía (y de la güena, ¿no? ;p)

Voy a hablar con Ridley Scott para ver si quiere llevar esto al cine. Imagino a los ancianos con algúnos libros en su salón, reliquias antiquísimas heredadas de sus antepasados. Y los Googlelianos tienen la piel azulada por usar tantos dispositivos electrónicos. Y creo que estaría bien que al final Google fuera destruido por la Resistencia y llegara un nuevo mesías que es trending topic mundial: Pimp Flaco.

PD.- Gracias por darme el punto de partida. La fecha inicial lo es todo :D

Conxita C. dijo...

Muy divertido JuanRa y cuánta razón llevan tus protas, Google ni es santo ni tiene la razón ni absoluta ni relativa jajaja ...y si a Google le añades Siri y sus respuestas es delo más surrealista. A veces pienso que es muy frustrante si uno quiere ser original con google, siempre alguien lo ha preguntado antes.
Un saludo

Montse dijo...

Buenísima esta entrada, JuanRa, me ha dejado con la duda de quién es Pimp Flaco y he consultado con Googlelandia, jaja ¡y ahora sé quién es, pero me pregunto para qué quiero yo saberlo.
Con tu humor, entre subrealista y sarcástico, has dado en el clavo de lo que es la búsqueda de información y la de cosas raras que puedes llegar a encontrar. Me encanta el final de tu relato, porque pienso que sí, que cuando llega a ser aberrante acaba por explotar y nos devuelve al origen, es decir, a saber pensar por nosotros mismos, a ser nosotros mismos.
Mil besos!!

Papacangrejo dijo...

Genial como siempre!!
Lo malo es que creo que puede llegar a pasar algo así.

JuanRa Diablo dijo...

Conxita

Me alegra que te haya divertido, Conxita. Yo lo pasé bien imaginando a Google como dios universal y a esos pocos escépticos que se cuestionaban todo.
Y en cuanto a Siri… jaja, ahí habría tema para otra historia rocambolesca.

¿Original? ¡Imposible! Somos millones de curioogleadores :p
Un beso

Montse :

Eso digo yo también, Montse, ¿nos sirve de algo saber quién es Pimp Flaco? Aunque a lo mejor es un personaje clave para los tiempos venideros y no lo sabemos ver todavía. De hecho ya has visto que aparece en esta entrada de 2111 :D

Me gusta el análisis que haces del final. Seguro que en la historia encontraríamos muchos ejemplos similares, creencias que se imponen hasta las últimas consecuencias para terminar cayendo estrepistosamente para dar paso a un recomenzar totalmente distinto,
Un beso

Papa Cangrejo :

Muy amable, como siempre también :)

Y como se suele decir, piensa mal y acertarás.

hitlodeo dijo...

Es cierto que necesitamos un dios siempre. Ahora es tecnológico. Y también nos acerca a la distopia de 1984. Pero la duda que me surge y no sale en el final de tu relato es: ¿El diablo viste de Prada?

JuanRa Diablo dijo...

hitlodeo:

No, ya te saco yo de dudas: el diablo viste como una Bestia Parda. Lo que pasa es que la gente no sabe bien lo que oye.