26 de noviembre de 2008

LOS CROMOS VOLADORES


Quién me iba a decir a mí cuando yo era niño que algún día escribiría sobre los cromos voladores con el fin de que cualquier persona del mundo pudiera compartir conmigo aquel recuerdo.


Todavía me sorprende este fascinante invento de internet y los blogs. No me cansaré de repetirlo. Ni de agradecer vuestras visitas y comentarios.
Seguid haciéndolo, por favor.



Situemos la escena en Benidorm donde mi hermano Tomás y yo vivíamos con mis padres unos años antes de trasladarnos definitivamente a Petrel. Aún faltaba para que nacieran Fran y Ana.
Desde bien pequeños nos aficionamos a las colecciones de cromos. En el supermercado del barrio aparecía con frecuencia algún coleccionable en productos como Danone, Bimbo o Kas y nos divertía enormemente el ritual de abrir el sobre con desesperación, mirar los cromos, exclamar “¡No la tenemos!” y colocar todas las estampas en el álbum.
Recuerdo haber pegado esos cromos con distintos mejunjes cuando no teníamos pegamento, incluida una solución de agua y harina que al secarse dejaba el cromo más o menos agarrado e impregnaba el álbum de cierto olor a pan.
Otras veces utilizábamos cola de pegar zapatos (la cómoda y práctica barra de pegamento escolar de hoy en día no existía, o al menos no llegó a nuestras manos) con lo que a veces se nos pegaban las páginas de los álbumes y suponía una odisea despegarlas después.
No era fácil completar un álbum cuando había que conseguir los cromos comprando en la tienda comestibles o bebidas , pero aún así rematamos alguno.
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Si por el contrario el álbum se adquiría en algún quiosco, la cosa era diferente. Completar un álbum dependía de la situación monetaria. Los cromos estaban a nuestro alcance dependiendo de la mayor o menor calderilla que tuvieran nuestros progenitores en los bolsillos.
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Pero aquí viene lo mejor, lo fantástico, lo fabuloso, la alegría desbordada: había veces, muchas veces, en las que los sobres de los cromos NOS LLOVÍAN DEL TECHO!!!
Cuando menos lo esperábamos, cuando más distraídos nos encontrábamos, caían de repente, a puñados, sobre nuestras cabezas, y cubrían la alfombra, quedaban sobre las sillas, sobre la mesa, encima de un cuadro…
Entonces mi hermano y yo nos volvíamos locos de contentos mientras uno recogía sobres y el otro los abría y ambos gritábamos “Ioooo, ioooo!! La tenemos… La tenemos… ¡¡ NO LA TENEMOS!!
Después, cuando nos faltaban muy pocos cromos por abrir, otra lluvia de sobres nos envolvía sin averiguar nunca de dónde procedían realmente, y otra vez el júbilo se desataba.
Detrás de toda aquella magia estaba mi padre con los bolsillos repletos de sobres de cromos, siempre preparado para hacerlos volar y caer en una lluvia que colmaba de felicidad a sus hijos.
Hoy me imagino la escena de esta manera:
Mi padre se acercaría al quiosco y diría
- ¿Tiene cromos de la colección Tal?
- Sí, ¿cuántos quiere?
- ¿Cuántos tiene?

Porque yo creo que a veces los compraba todos.


Tantos, que incluso recuerdo que cuando todo volvía a la normalidad y nos sentábamos a pegarlos, aún descubríamos alguno que se había quedado enganchado en la lámpara o detrás de un sillón.
Con semejante ayuda era más que lógico que completáramos muchas de aquellas colecciones.


Con el tiempo he sabido que en determinadas ocasiones mis padres vivieron momentos económicos delicados en los que no había un trabajo estable y llevar dinero a casa dependía de remotas y complicadas gestiones por parte de mi padre que iba pateando la calle cavilando mil y una formas de solventar esa vital papeleta.
Me atrevo a pensar que muchas de aquellas lluvias de cromos y la consiguiente ilusión de sus hijos ocurrieron a pesar de algunas de aquellas penurias y pudieron ser sus remansos de paz, sus oasis de felicidad en el maremagnum de la vida.

















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Notas:

¿Alguien sabría decirme quién es el joven de la camisa blanca del cromo?

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Todavía conservo aquellos álbumes si bien algunos necesitan sus "dosis de restauración" (Unos cuantos tienen mordiscos de ratones tras tantos años olvidados en el trastero)

Si te apetece echarles un vistazo no tienes más que asomarte a la biblioteca del Diablo y curiosear - con mucho sigilo y sin que se entere- EN SU ALBUM PERSONAL


24 comentarios:

pichiri dijo...

Efectivamente. Que dichoso me siento ahora de haber pasado por tantas calamidades y darme cuenta de lo hermoso y reconfortante que eran para mi vuestra ilusión e inmensa alegria por algo tan insignificante. Esto me demuestra una vez mas mi error de querer ofreceros algo grandioso, que nunca llegó, descuidando a veces esos pequeños detalles que con tanta fuerza se aferran en el recuerdo.

Anónimo dijo...

Recuerdo un año en el que estaba de moda el album de cromos de trajes regionales,todas las niñas de la clase lo teniamos pero ninguna pudo completarlo por mas sobres que compraramos todos eran repetidos y no había posibilidad de cambiarlos porque el cromo repetido y repetido era el de Murcia,podriamos haber llenado un album entero de cromos de Murcia.
PD Siempre he creido que un album de cromos completado era una leyenda urbana
Fdo AnonimA

Txema Rico dijo...

...ahora entiendo o,al menos imagino, la felicidad que tendría mi hijo hace unas semanas cuando le compré 50 sobres de cromos de fútbol que abrió con gran profusión...y es que para un padre la ilusión de un hijo puede con todo...yo recuerdo que una vez completé un album de estampas que salían en las bolsas de pipas, de los payasos de la tele, y cuando a fuí al kiosco a cambiarlo por el premio, lo perdí por el camino... nunca más completé otro...recuerdo ese sábado tarde como si fuera ahora mismo(tendría unos 8 años)...en fin, era mi destino no tener premio de album completo...
P.D. El del ultimo cromo es Matias Prats. no?

rAnita nOe dijo...

matias prats!!
casi irreconocible.

besos

Silencio dijo...

La verdad es que a veces le damos importancia a cosas que realmente no la tienen y olvidamos a las personas que nos rodean.

Nos angustiamos por que no vamos a poder comprar esa súper cocinita último modelo para nuestra hija y olvidamos que lo peor no es eso, si no que no buscamos tiempo para jugar y estar con los hijos.

Los niños agradecen mil veces más la compañía e implicación de sus padres en el más estúpido juego con tapones de potitos que el más maravilloso montón de juguetes que les puedan traer los Reyes!

Un beso a los dos
(Juanta y Pichiri)

peibol dijo...

Lo prometido es deuda y aquí estoy ;)

Por lo poco que he podido ver, creo que te has ganado un lector más. Muy buena pinta todo, si señor.

Yo nunca acabé ninguna de esas colecciones porque me cansaba antes, pero mientras duraba, la ilusión era impagable. ¡Con qué poquito nos contentábamos!

Saludos

PD. Tuve que escribir el comentarios dos veces porque dio error... si aparecen dos, borra el que más rabia te de :o

belenmadrid dijo...

matias matias, qué jovencito!! siempre le confundo con el hermano de mercedes milá por cierto..

es genial lo de los cromos, y un recuerdo precioso!! en valladolid decíamos 'si le' y 'no le' jeje

JuanRa Diablo dijo...

Pichiri, es que aquello, aunque no te lo creas, fue grandioso.

AnónimA,(pero ya no tanto, ¿eh?): pues me parece que ya sabemos de donde sería el tipo que lanzó aquel álbum al mercado.
Oye, a lo mejor era yeclano.

Y aún lo recuerdas Txema, ya ves... Quizás de no haberlo perdido hoy no te acordarías ni de las pipas ni del premio.
Efectivi, es Matías.
(Un beso a Dani)

Che Ranita, diste en el clavo. Es Matías Croacs.

Saludos Mar Ya ves que tu entrada y la mía tienen puntos en común. Aunque aquí creo que me querías contestar a mi comentario en tu blog de allá
(Uff, con tanto lío me han entrado picores)

Mil gracias Peibol. Lo mismo te digo, seremos lectores recíprocos. Te "pego" en mi álbum.

Géminis, así que "si le... si le... si le...NO LE!!"
Me gusta !!
Oye, a lo mejor es el hermano de la gran hermana y el que estoy confundido soy yo...

GRACIAS A TODOS, ASÍ, A CAPAZOS !!!

Geraldine, dijo...

Yo también tenía esos álbunes de figuritas , asi le dicen en Argentina, mi madrina me compraba unos 25 sobres por día y yo enloquecía cada vez que abría uno, pero nunca llegué a completar el albun...saludos!

Lillu dijo...

A mí me encantaban estas colecciones de cromos! Recuerdo que muchas de las que yo hice venían con los yogures: te regalaban el album y luego con cada yogur te daban un sobre o así. De ese modo hice muchas de dibujos animados, aunque la que recuerdo con más cariño es una de Naturaleza que no me acuerdo de qué año era ni nada, pero tenía cromos de fauna, flora, razas y más cosas. Me encantaban aquellos cromos. Se pegaban en una franja (por entonces yo usaba Supergen XDD), el resto del cromo se levantaba y debajo se leía la historia del animal, planta o cosa en cuestión. Era buenísima.

Ays, qué recuerdos :)

saluditos

March La Cinefila Desconocida dijo...

Wow yo tenía los cromos de Disney!!! quien sabe donde están. Gran entrada, me has echo añorar la infancia (otra vez!)

JuanRa Diablo dijo...

Muy agradecido por tu visita, Geraldine Tu avatar parece un bonito cromo.

Qué recuerdos, ¿eh, Lillu? Pues imagínate la de cromos sueltos de la estrecha franja he de volver a pegar si quiero que no se pierdan.
A ver si te reencuentras con algún álbum de aquellos y me mandas foto, OK?

March, esto de los blogs es un poco nuestro álbum de cromos del siglo XXI, ¿no crees?

Unknown dijo...

Demonios!! Qué suerte tienes de conservar esos álbumes. Son joyas. Los míos se perdieron con las limpiezas varias a las que fui sometido.
Qué bien olían esos cromos pegaditos con el Imedio. Ahora todo es pegatina. Desde aquí lanzo una gesta a favor de los cromos de cartón y la cola!!

jaja..
Saludos

Ripley dijo...

jeje eres un fenomeno. me haces sonreir cada vez que paso por aqui y creo que como eso es lo que prentendes siempres es lo mejor que se te puede decir de cada entrada que publicas. he gozado un monton con texto y fotos, los que compartimos generacion hemos pasado por las vivencias que relatas. yo que soy uno de esos tipos que comienza mil cosas y nunca jamas termina ninguna he de decir y digo que ya por aquel entonces apuntaba maneras, empezaba todas las colecciones de cromos, de famosos, deportistas, series de tv etc y nunca nunca llegué a pegar el último cromo ni a completar los albumes. recuerdo que usaba un pegamento-cola que se aplicaba con una especie de pincel incorporada en el tapón, pero tb tuve que recurrir al agua con harina incluso a la pasta de dientes con la consiguiente alarma y disgusto por parte de mi madre cuando descubria que el album de cromos apestaba a colgate. mmm que tiempos amigo juanra. bien por tí. abrazos.

Ripley dijo...

ah se me olvidaba el tipo de la foto es matias :)

Io dijo...

¡Hola JuanRa!

Vengo a tu casa por recomendación de Ripley.

Que entrada más divina! Me ha hecho recordar el día que a mí me llovieron cromos. Tenía 7 años. Me operaron de anginas y, para consolarme, mi padre me compró ¡100 SOBRES! de Vida y Color.

Recuerdo la emoción que sentía cada vez que abría un sobre, ese regustillo de intriga y misterio.

Y recuerdo las listas, la cuadrícula numerada que dibujaba a golpe de regla, bic azul y bic rojo para ir tachando los cromos según los pegaba (con goma arábiga Pelikan, generalmente)

Me ha encantado visitar mi niñez por unos instantes.

Gracias por este momento.

Un beso y un abrazo.

Anónimo dijo...

Muchas zenquius Juan hijo por acogerme en su infierno,no esperaba menos de un "cabreraitor".
Aprovecho para saludÁ a Ana madre que estas guapísima y la Mari CarmeN y deciros que teneis unos churumbeles preciosos.FELICIDADES TAMBIÉN A LAURA (que esta gupisima también)Y A FRAN.FRAAANNN YA PLEGEN,YA PLEGENNN. Y DESEAROS A TODOS FELIZ NAVIDAD¡¡¡.







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Iván Arribas dijo...

Genial historia...¡Qué momentos!. La vida es el conjuntos de todos esos momentos

Dani Gil dijo...

Es otra forma de viajar al pasado.

Muy buena la entrada, si señor...recuerdo una vez que de pequeño me gasté una moneda de 500 pesetas que guardaba como oro en paño, en cromos de futbol...son aquellas pequeñas cosas de las que uno se acuerda cuando lee algo así jejejej

Matías Prats cuando hizo la comunión jajaja que sexy!

Saludos!

JuanRa Diablo dijo...

¿Quién mejor para reivindicar los cromos de antaño que el Boli Bic? El otro día me reí mucho leyendo los intereses de tu perfil. Qué ingenio!!

Ripley, pasajeros como tú, quiero yo a miles. Gracias por tus palabras.
Lo de la pasta de dientes es el summum de las ocurrencias. No la untarías en los cromos con el cepillo, ¿no?

Lo, bienvenida!!
¿Cien sobres dices? Pues imagínatelos volando sobre tu cabeza. Ese álbum era realmente especial. Y eso de la cuadrícula me parece de niña aplicada, ¿lo eras?
Gracias por compartir recuerdos.
Un abrazo.

Azafrán, ja, ja. No cambies nunca. A tí te imagino perfectamente tocando la pandereta en el carro con el burro del que hablaba el otro día. La alegía en persona.
Muchos besos!!

Hola Iván, me gusta cuando arribas No tardes en volver a pasar. ¿vale?

Umpi, ¿qué tal, explorador? Seguro que no te dolió en absoluto invertir aquella moneda, je, je.
Como ves, aquellos álbumes de cromos no quedaron "abandonados".
Un abrazo.

JAVIER dijo...

Hola Juan!
Recordar aquellos momentos de la vida resulta grato...quien diria que a todo eso lo reeplazaria el internet?
Comprar aquellas figuras (cromos) en el kiosko cercano a casa,a algun vendedor ambulante en el mercado, o enredarse en fieros golpes por recobrar alguna figura en la escuela.
Yo solia tener una lista con el numero de cada cromo que me faltaba y aveces los compraba a otro conocido por un precio superior al normal; en alguna oportunidad los hurte de algun maletin escolar jejeje...
Fueron bellos tiempos.

Saludos desde Japon.

Silencio dijo...

Oye! Una cosa!.. ya se que era más cosa de chicas que no de chicos, o eso me parece recordar. ¿Te acuerdas de lo que aquí llamábamos los "figurines"?. Hace tanto que igual digo una barbaridad. Eran esas figuritas de papel las cuales ganabas si conseguías darles la vuelta con un golpe de mano. La rabia que me daba perderlas cuando las recién estrenaba. Venían hojas enteras y se recortaban por los puntos que se tocaban unas con otras.

Qué pasada!

Qué tiempos!

Qué felicidad ahora ausentada!

Un abrazo!

JuanRa Diablo dijo...

¿Qué tal Javier?
Ya ves que fue una aficción ésta de los cromos (las "figuras" que decís por allá) que más o menos todos vivimos con ilusión. Veo que tú además la viviste con "desmedida pasión"...
Me alegra siempre verte por aquí.

Un saludo desde España.

Claro que me acuerdo Mar de lo que dices, aunque no te sabría decir cómo se llaman. No recuerdo haber oído eso de "figurines" pero es que supongo que recibirían distintos nombres según la zona.
No los coleccioné, pero conservo unos antiguos que envié por correo electrónico a una bloguera mexicana que se llama March.
Si quieres verlos copia y pega esto en la barra de direcciones:

http://24cuadrosxsegundo.blogspot.com/2008/10/miren-lo-que-juanra-me-consiguio-na-na.html

Un abrazo

Anónimo dijo...

Yo viví lo de los cromos más en vosotros que en mí. Crecí considerando que eso era cosas de mayores hasta el punto de que cuando me tocó a mí parecía que no me pertenecía ese mundo. No obstante, recuerdo todas las series perfectamente. años después sí que completé un album de monstruos...bueno, en realidad constaba de una sóla página. FRAN